Capítulo 31

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¡Crisi!

¡Crisi!

¡Crisi!

Era lo único que se escuchaba en esa gran mansión. Estábamos en la biblioteca estudiando, o al menos yo trataba de hacerlo. Pero esa peliteñida no se callaba y no se cansaba de acaparar toda la atención de mi novio. Si veía que la atención de Cristopher estaba en mí no tardaba en llamarlo y hablar de cosas estúpidas, lo pero era que Cristopher le seguía la corriente. Estaba harta de escucharla, así que me paré del asiento y me dirigí a la puerta.

-¿A dónde vas, princesa? 

-Tengo sed, ya vuelvo. 

-¿Princesa? ¡Crisi! ¡Creí que yo era tu princesa! -exclamó con una voz chillona y un puchero. Rodé los ojos y seguí mi camino. Me asombré al entrar a la cocina, vi a Thomas comiendo una manzana y viendo su celular.

-¿No deberías estar en Londres? -elevó su mirada y sonrió.

-Nah, me extrañarías mucho -solté una risa fingida.

-Muy gracioso.

-No te ves muy bien. ¿Te incomoda algo?

-Si lo preguntas de esa manera, es porque sabes la respuesta.

-Sí, esa chica es un fastidio. Desde niños esos dos han sido como un chicle, pero me imagino que le bajó a la intensidad ahora que sabe que tú eres su novia.

-Si eso es bajar la intensidad no me imagino cómo era antes. No soy una chica muy paciente, y la poca que tengo no es suficiente para soportarla. Me hace sentir ansiosa. -dije eso último bajito.

-Eso no es bueno -Thomas se acercó a mí- ¿Estás bien?

-No es nada que no pueda manejar. No me mires así, no voy a tener un ataque de ansiedad y provocar un escándalo.

-No es por eso, conozco los sentimientos que te invaden luego de un ataque de ansiedad simplemente no quiero que pases por eso. -dijo con sinceridad.

-Tranquilo, lo tengo controlado. -decidí regresar a la biblioteca.

-Ally, -me llamó antes de que me fuera- deberías decirle cómo te sientes, así no pasará nada malo.

-Gracias por el consejo -decirle a Cristopher cómo me sentía no era buena idea, mucho menos sabiendo cómo le iba a afectar. No quería que Cristopher se volviera a sentir tan mal como el día en la casa de campo. Cuando entré a la biblioteca no encontré a Cristopher ni a la peliteñida, lo que me pareció extraño. Le pregunté a la mucama que estaba levantando las tazas donde tomamos té.

-¿Ha visto a Cristopher?

-Salió con la señorita Diane. -no fue lindo lo que sentí luego de escuchar eso. Cristopher se había ido con Diane y ni siquiera me avisó, mi respiración acelerada y el aumento en mis latidos no era buena señal así que decidí irme. Nuevamente me topé con Thomas en la salida.

-¿Te vas tan pronto?

-No tengo nada que hacer aquí.

-Oye, espera -me detuvo tomando mi mano- ¿Qué pasó?

-Nada importante. Debo irme.

En el camino a casa fui contando cada cosa que veía, justo como me había dicho el abuelo Arthur para poder controlar mi ansiedad. Aunque más que sentir ansiedad estaba furiosa, cuando llegué a casa recibí una llamada de Cristopher.

-Princesa, ¿dónde estás? -al fondo podía escuchar la voz de Diane.

-Estoy en casa, me sorprende que te hayas dado cuenta de mi ausencia -no era mi intención decir eso, pero no pude evitarlo.

-¿Y eso qué significa? -dijo serio, demasiado para mi gusto.

-Significa que a pesar de tener toda tu atención en tu amiguita recordaste por un momento que tu novia estaba en tu casa también.

-¿Por qué estás molesta?

-¿En serio preguntas eso?

-Si es porque salimos a pasear al jardín, no tiene sentido que te molestes por eso.

-Pues para mí sí tiene sentido, porque al regresar de la cocina lo que menos esperaba era no encontrarlos a ninguno de los dos y que una mucama me dijera que mi novio había salido con otra chica olvidando por completo que yo estaba ahí. Y ni siquiera tuviste la decencia de avisarme que no estarías ahí.

-Ally, por favor. No seas infantil, te tardabas demasiado y Diane estaba aburrida, quería salir a despejarse y fuimos al jardín. Y la verdad me pareció buena idea pues también me estaba aburriendo.

-¡Vaya! No sabía que estar conmigo era tan aburrido.

-No es lo que quise decir.

-Pues es exactamente como sonó.

-Ally...

-¡Crisi! ¡Regresa! Dijiste que veríamos películas mientras cenábamos. -se escuchó al fondo.

-Ya termino esta llamada y voy contigo -le respondió.

-Ally...

-Ya no sigas -le interrumpí- Tu chica te está esperando. -colgué. 

"Ya termino esta llamada" como si no fuera con su novia con quien estuviera hablando, me trató como una persona sin importancia. Tal vez eso era, tal vez eso he sido siempre y no me había dado cuenta hasta ahora que apareció alguien realmente importante para él. Alguien quien fácilmente me puede sacar del cuadro. Y con esos pensamientos me fui a la cama a dormir, o al menos intentarlo.




Nada Es Color De Rosa (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora