Me desperté a la mañana del lunes con un nudo en el estómago. Estaba tan nerviosa por tener que ver al Pavo Real después de lo que pasó el sábado en nuestra no cita, puede que no haya sido la gran cosa pero para mí significaba mucho a juzgar por todo lo que estaba sintiendo. Eso era lo útlimo que necesitaba, sentimientos tontos y cursis. Tantas cosas nuevas que no podía controlar.
Al llegar a la escuela buscaba disimuladamente al rubio con la mirada pero sin éxito de encontrarlo. Moría por verlo pero al mismo tiempo no quería encontrármelo. En eso lo vi, entre el tumulto de gente, vistiendo de esa manera tan suya, hablando con un chico de la sección "A". Cuando su mirada coincidió con la mía algo pasó. No esperaba corazones flotando ni flores bortando del suelo, mucho menos que corriera hacia mí con su sonrisa encantadora y me elevara con sus brazos cual princesa Disney, pero sin duda esperaba algo más que lo que pasó. En cuanto nuestras miradas se encontraron el Pavo Real se tensó y apartó su mirada. Con torpeza cambió el rumbo de su camino, evitándome de manera tan obvia que dolió un poco. Creí que tal vez estaba nervioso y un poco tímido, que durante la mañana se relajaría y retomaríamos nuestra extraña amistad. Pero no fue así.
El resto de la mañana el Pavo Real me evitó a toda costa, no me miraba, no me hablaba ni siquiera caminaba cerca de mí. Actuaba como si no me conociera, comenzaba a molestarme. Cuando llegó la hora del almuerzo Allan propuso ir a la cafetería. Noté al rubio sentado con sus amistades de la sección "A". Tan rencorosa como era propuse, o más bien ordené, que nos sentáramos en la mesa paralela a la de ellos. Estaba matando al Pavo Real con la mirada, él lo sentía pues se le miraba extremadamente incómodo.
-¿Estás bien? -preguntó Jimmy
-Estoy perfecta, ¿por qué?
-Porque acabas de hacer puré tu almuerzo.
-No me molestes... -se escuchó un estruendo y nuestra atención cayó en la escena más triste que podía ver.
Una chica de la sección "B" chocó con la pelirroja mal teñida de la sección "A", la misma que quiso darme celos arrimándose al Pavo Real. Esa chica era conocida por ser cruel con lo de clase baja, en especial con los nerds de la sección "B", como esa chica rubia que estaba en el suelo tratando de salvar parte de su almuerzo. Siendo Cecilia la implicada, estaba segura de que ese choque no fue ningún accidente. La pobre chica estaba en el suelo tratando de salvar algo de su almuerzo.
-Deberías tener más cuidado –le dijo con voz audible para que todos escucháramos- ¿No te vas a disculpar? Pudiste arruinar mi atuendo, que cuesta más que todo lo que puedas tener en tu casa. –dijo con burla, detestaba a la gente así.
-Lo lamento –dijo con voz ahogada la chica.
-Perdona, no te escuche –todos comenzaron a murmurar y a reírse.
-Lo lamento –la pobre niña estaba al borde de las lágrimas. Cecilia sonrió maliciosamente y no conforme con humillar a la chica, pisó la mano de esta haciendo que ahogara un grito.
-Cuando te disculpas debes decirlo fuerte y claro –presionó su zapato contra la mano de la chica, la cual soltó un pequeño grito.
Harta de ver la escena me levanté de la mesa y con pasos decididos me acerqué a donde estaban las dos chicas. Le di un pequeño empujón a Cecilia para quitarla del camino y ayudé a la chica a levantarse. Inspeccioné su mano y estaba rojiza, segura de que se le pondría morada decidí llevarla a la enfermería.
-¡Oye! –llamó mi atención Cecilia- Estás interrumpiendo algo.
Me giré y la confronté.
-Ya fue suficiente. –fue todo lo que le dije.
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Nada Es Color De Rosa (EN EDICIÓN)
RomanceAlly una chica que no ha tenido una vida fácil junto a su gemelo Allan, se enfrenta al mayor cambio de la vida: el amor. Amor que le ofrece un chico ricachón que no se rendirá hasta que poder enamorarla. Ambos desarrollan una historia de amor con mu...