Capítulo 37

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El hecho de no haber expresado el dolor de perder a mi hermano con lágrimas no quiere decir que no me haya afectado. Entré en una etapa de depresión que si no fuera por Cristopher ni comería. Por consideración a mi pérdida y que ya estábamos a nada de terminar el año escolar, la escuela me permitió terminar los últimos dos meses desde casa. Así que no tenía motivo para salir de mi casa o de mi habitación. Cristopher llegaba todos los días antes y después de la escuela para asegurarse de que comiera algo. Incluso me ayudaba a dormir, durante las noches no podía pegar el ojo por miedo a las pesadillas que me asaltaban, así que aprovechaba cuando Cristopher llegaba luego de la escuela para dormir un poco. Los libros que había leído sobre controlar el estrés aún durante el sueño le habían servido para ayudarme con mis pesadillas. Me sentía terrible de hacerlo pasar por tantos problemas, pero él siempre me decía que para él no era ningún problema, se sentía en verdad feliz de poder ser útil y ayudarme. A pesar del vacío que la muerte de Allan había dejado en mí, tener a Cristopher me había ayudado a no caer tan bajo. Al menos con su ayuda podía salir aunque sea al pórtico de la casa. De hecho, estaba ahí cuando las cosas volvieron a derrumbarse. Vi un auto estacionarse frente a mi casa y la pesona que menos pensé se bajó del auto. Andrew caminó directo hacia mí, me levanté preparada para lo que fuera a hacer.

-No tienes que estar siempre a la defensiva, solo soy yo Ally.

-Precisamente porque eres tú es que me mantengo alerta. ¿Qué quieres?

-No pudimos hablar en el funeral de Allan. En verdad lamento lo que pasó. Sé que nunca nos llevamos bien, pero realmente nunca deseé que le sucediera eso.

-Aprecio mucho tus palabras. Si eso es todo, puedes irte.

-No entiendo cómo tu mezquinidad te hace tan atractiva. -eso no me lo esperaba- Me preguntó qué tanto le costó al idiota de Cristopher hacerte caer. Aunque no creo que le haya costado mucho si aceptaste tener una cita con él. En verdad lo subestimé, no creí que fuerta a lograrlo por eso se lo propuse.

-¿De qué estás hablando?

-De la apuesta. -fingió sorpresa- ¿No te lo ha dicho? No puedo creer que sea tan sin vergüenza.

-Sin rodeos, Andrew.

-Con gusto. Fui yo quien le dijo a Cristopher que te invitara a salir. Si lograba tener una cita contigo entonces yo le ayudaría a que lo volvieran a aceptar en nuestro círculo social. El equipo de equitación, el favor del consejo, regresar a la sección A, incluso a volver a tener el cariño del abuelo. La única condición era que te invitara a salir. Creí que se negaría a seguir con el jueguito cuando le dije que siguiera saliendo contigo, pero parece que lo importó más ser aceptado que tus sentimientos. Lamento que haya llegado tan lejos.

-No te creo -dije convincente.

-No seas bobita, Ally.

-Confío en él. A pesar de ser de la misma sangre, no es la misma basura que tú.

-Claro, y por eso casi te deja por Diane.

-No es así. Yo lo amo y creo en él. Ahora lárgate antes de que te saque a patadas.

-No digas que no te lo advertí. -no le creí, ni siquiera dudé un segundo porque conozco a Cristopher y sé que él no haría algo así.

Dos días después Cristopher y yo estábamos acostados en la cama, como siempre yo me refugiaba en su pecho y él me mantenía ahí rodeándome con sus brazos. Nos estábamos riendo de algunas cosas, y entonces él mencionó que Thomas se iría a Londres.

-Vendrá a despedirse de ti mañana.

-¿Por qué se va tan pronto?

-Mi tío descubrió que seguía en casa, así que él mismo lo llevará a Londres.

-¿Por qué no puede dejarlo en paz?

-Es algo que nunca entenderé. Ese lado de mi familia es mala por naturaleza.

-Ni que lo digas. Hace unos días vino Andrew a verme. -sentí cómo Cristopher se tensó- Primero habló de que sentía lo de Allan, pero luego comenzó a inventarse una ridícula historia de que comenzaste a salir conmigo por una estúpida apuesta. Por su puesto no le creí nada. Es ridículo, ¿no crees? -silencio. Ese silencio que no es buena señal. Giré mi cabeza para verlo -¿Cristopher? -él me miró, y esa mirada no me gustó nada. Me incorporé y él me tomó la mano con desesperación.

-Ally...

-Cristopher... n-no... -me solté de su agarre y salí de la cama.

-Ally, escúchame -me tomó de los hombros para girarme y que lo viera.

-¿Es cierto? -pregunté en un susurro.

-Ally...

-¿Es cierto? -elevé mi voz.

-Sí -esa respuesta fue como una daga en mi corazón- Pero déjame explicarte...

-¿Qué me vas a explicar? ¿Qué hiciste todo esto solo para ser aceptado en tu estúpido círculo social? -sentía mi corazón comprimirse- Me usaste. Me engañaste y me usaste.

-N-no es así, princesa...

-¡No me llames así! ¡Nunca vuelvas a llamarme así! -mi respiración comenzó a ser errática- ¡Confié en ti!

-Ally, cálmate... -intentó tocarme pero me alejé, cuando lo hice su cara se encogió de dolor. Lágrimas comenzaban a inundar sus ojos.

-¡Te defendí cuando el imbécil de Andrew me dijo todo eso! ¡Le dije en su cara que te amaba y por eso confiaba en ti! -ante mis últimas palabras las lágrimas escaparon de sus ojos, esos hermosos ojos que me encantaban-  Sabía que las cosas no podían ir bien.

-Ally... p-por favor. Déjame e-explicarte.

-¡No quiero escucharte! ¡Solo vete!

-Ally...

-¡Vete! -comencé a empujarlo con rabia hasta la salida y cerré la puerta de mi habitación en su cara.

-Ally, princesa... H-hablemos, por favor.

-¡Lárgate! ¡No me vuelvas a buscar! ¡No quiero verte! -seguía llamándome y pidiéndome perdón, escuché a Kyle acercarse y pedirle que se fuera, que era lo mejor. Cuando lo escuché salir por la puerta supe que era el fin. La única persona que me quedaba, el único al que yo necesitaba me había fallado. Me deslicé hasta quedar sentada en el suelo. Mi corazón por primera vez sufrió un dolor diferente. Ya lo había tenido roto antes, pero esa vez se rompió de manera diferente. Entonces la primera lágrima comenzó a salir, seguida de muchas otras más. Comencé a sollozar tan fuerte, incluso más fuerte que cuando murieron mis padres. El dolor que sentía fue agonizante.

Mi punto de quiebre. 


Nada Es Color De Rosa (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora