Capítulo dos: Dawson conoce al destino.
Dawson.
— ¿Qué tal... estuvo tu día?
En la puerta de mi habitación encuentro a Drake, mi hermano gemelo, mi otra mitad, parte de mi vida.
Somos copias exactas o al menos para cualquiera que nos dé un simple vistazo, pocos logran diferenciarnos sin la necesidad de tener que ver el brazo tatuado de mi hermano. Amo a mi copia mal hecha, es parte de mi todo, siempre hemos sido esos molestos gemelos inseparables y terribles que se hacían sentir y el solo recordar que hasta hace poco casi lo pierdo debido a una riesgosa cirugía que poco después trajo complicaciones, me vuelvo a cagar del miedo.
Fueron los peores días de mi vida, yo no quiero vivir en un mundo en donde Drake no esté. Sé que él piensa que estoy de joda cuando digo que espero que muramos uno junto al otro al mismo tiempo, pero es un deseo real porque me aterra despertar un día y que él no esté.
Pero me recuerdo que está vivo que aunque tiene dificultad con un lado de su cuerpo y su hablar, poco a poco lo está consiguiendo y logrará estar al 100% con su cuerpo, porque lo conozco bien y para mi copia mal hecha no hay límites.
Le hago un gesto para que entre a la habitación mientras termino de secarme el cabello con la toalla. Se deja caer acostado en la cama y con una pelota anti estrés en la mano en la que necesita recuperar su completa movilidad.
—Mi día fue una locura —Comienzo dejando caer la toalla en el cesto de ropa sucia—. Comenzando porque desprecio a la clientela que acude a la clínica veterinaria, de verdad, hay demasiadas personas sin educación y mi jefe se pone todo lameculos.
Drake ríe y yo sonrío dejándome caer acostado a su lado y quitándole la pelota para matar mi propio estrés.
—Quiero buscar otro lugar para trabajar en cuanto me gradúe, pero necesito aguantar un año en este porque se verá bien en mi curriculum.
La práctica en esta clínica no fue tan pesadilla, tenía sus manos momentos, pero nada exagerado. Ahora que gano un sueldo y tengo un pequeño espacio con unos pocos pacientes asignados bajo supervisión, no es tan divertido.
Quiero volver a ser un niño, cancelen mi suscripción para ser un adulto.
—Tiene sentido.
—Lo tiene —asiento—, pero no sé cuánto pueda aguantar. Hay una señora fingiendo que su gata está enferma para intentar sonsacarme de acceda a follar con ella porque le gustan jóvenes cómo yo.
»Y está éste viejo...
—Respeto —se Burla de mí y ruedo los ojos.
—Está éste señor que me acusa de que enfermé a su tortuga ¡Solo porque le dije que no podía seguir dándole Doritos! Luego está que me hicieron ir a este centro de capacitación, recreación y entrenamiento de animales. No está capacitado, Drake, no cumplen con el reglamento, pero sueltan dinero y todos fingen no verlo.
»Hoy un perrito y un hámster casi mueren ahí...Bueno, también una persona —agrego esto último.
—Wow...
—Sí, tuve que saltar y salvarlos, la perrita estaba tan asustada y yo estaba cagado hasta la médula porque la dueña realmente pudo ahogarse por salvarlos.
—Admirable —comenta y asiento en acuerdo porque eso fue lo que pensé cuando me lloró que primero salvara a sus animales.
—Pero luego se volvió loca hablando sobre fotos de penes, acoso y acecho. Me acusó de cosas incomprensibles mientras me veía como si yo fuese la muerte.
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+21 (Libro 2 Saga Inspírame) Disponible en librerías
RomanceMérida esconde un secreto un poco (muy sucio): ama dibujar novelas gráficas sexuales. Dawson, el atractivo e inesperado sujeto que le salva la vida (literalmente) lo descubrirá y pronto se encontrará adentrándose al mundo del romance... Y lo +21. Gr...