+21 (Libro 2 Saga Inspírame) Disponible en librerías

Capítulo Cuatro: no es venganza, es lección de vida

Capítulo cuatro: no es venganza, es lección de vida.

Dawson.

—¡Dawson!

El grito me hace sobresaltarme y de inmediato la malvada de mi hermana menor está riendo por mi reacción mientras que mamá me ve con el ceño fruncido, cómo si se preguntara "¿Qué demonios te pasa?" cuando evidentemente en la actualidad no se me permite ser el gemelo lento, esa es tarea de Drake y aquí no hay una broma cruel, solo trato de recordar que casi se nos muere y que está superando las secuelas.

Y hablando de mi gemelo, él se encuentra viéndome con curiosidad mientras mastica con lentitud sus cereales, si hay alguien que me conoce a la perfección y puede saber que estoy disperso, ese es Drake.

—¿Qué sucede? —pregunto y me doy cuenta de que tenía el tenedor suspendido de camino a mi boca, así que lo bajo.

—Te pedía que por favor me pasarás la ensalada —Me dice mamá.

—Te lo pidió mil quinientas veces —Se burla Hayley.

—Fueron...Tres veces —Me dice Drake con una sonrisa ladeada.

—Aquí tienes la ensalada, mamá —La deslizo y vuelvo la atención a mi plato de comida tomando un bocado.

Mastico con lentitud entrando de nuevo a mis simples pensamientos que no parecen tan simples cuando de nuevo gritan mi nombre, esta vez se trata de papá y me doy cuenta de que llevo tanto tiempo masticando que parezco un triturador humano de alimentos.

—¿Si, papá?

—¿Por qué estás siendo raro hoy? —Se ríe Hayley.

—¿Por qué estás siendo tú una malvada hoy? Oh, cierto, lo eres siempre —contraataco.

Amo a mi hermanita, en serio, pero mis hermanos y yo poseemos la sensatez de aceptar que es bastante malvada sobre todo con sus conquistas a quien preferiblemente llamamos esclavos porque es así precisamente cómo los trata.

—¿Sucede algo, Drake? —Me pregunta mamá y cuando dice el nombre los ojos le brillan.

La broma de confundir al gemelo ha sido su cosa favorita desde que nacimos, a veces me pregunto si de verdad nos confundía de pequeños o siempre estuvo bromeando.

—Sabes que soy Dawson.

—Ahora es más fácil —Drake hace una breve pausa— diferenciarnos.

Creo que está mejorando en eso de frustrarse en su lento hablar, ya terminó de entender cuán afortunado es de estar vivo y me encanta lo mucho que se está esforzando en su rehabilitación para recuperarse del todo lo más rápido posible. Aun me es difícil pensar que casi lo pierdo.

No creo que todos puedan entender la manera en la que Drake es otra parte de mí, es mi alma gemela, la persona por la que daría mi vida sin pensarlo. Cuando lo vi indefenso en esa cama de hospital deseé ser yo porque egoístamente no me veía capaz de vivir en un mundo en donde él no estuviese.

El alivio que sentí cuando de verdad estuvo de regreso a casa, fue enorme y no quiero nunca más sentirme de esa horrible forma en la que pienso que lo perderé.

—¡Dawson! —dice papá de nuevo y parpadeo viéndolo.

No está enfadado, simplemente comienza a reírse y yo sonrío avergonzado porque parece que toda la cena ha consistido en traer de vuelta mi atención a la cena.

—¿En qué tanto piensas, hijo? —pregunta cuando termina de reír y yo me encojo de hombros.

Me llevo otro bocado de comida y mientras mastico decido hablar, lo que posiblemente los deja aún más desconcertado.