Capítulo Catorce: Una noche loca

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Capítulo Catorce: Una noche loca.

Mérida.


—¿Qué tal salir más tarde? —Me pregunta Kellan con su característica sonrisa encantadora.

Estamos sentados en una de las mesas de picnic aunque hace frío, él parece que monta a la banca a horcajadas en tanto yo estoy sentada con normalidad comiendo de mi ensalada de fruta.

—Mérida —dice mi nombre y sus dedos van a mi cabello en tanto su nariz se desliza por mi mejilla—. ¿Tú y yo esta noche? —susurra.

Girando el rostro dejo que su boca se deslice por la mía en donde saborea la dulzura de las frutas que desayuno antes de besarme de esa manera talentosa en donde me la paso increíble con una buena sesión de besuqueo. Dejo que su lengua entre a mi boca a coquetear mientras una de mis manos se posa en la parte alta de su muslo en donde le clavo las uñas, sintiendo el cosquilleo de la excitación embriagarme.

Llevamos un mes saliendo y durante este tiempo los besos han ido incrementando dando paso a toques a mis pechos, a manoseo sobre la ropa y hace dos días lo hice correrse con mi mano dentro de su bóxer, pero no hemos ido más allá de ello y aún no conozco un orgasmo bajo sus atenciones, no por falta de interés, se trata de que en cada salida o cada vez que estamos solos avanzamos de a poco, construyendo la anticipación de cada suceso.

Extraño la intimidad del sexo, conozco lo que es tener aventuras de una noche, pero no es mi cosa favorita. Me gusta el sexo dentro de relaciones (a pesar que esto solo lo he conocido con Francisco), me encantan los mimos que vienen después, la complicidad, la aventura de descubrir y memorizar cosas sobre el cuerpo del otro.

Deseo a Kellan, de hecho siento mucha curiosidad sobre el tipo de amantes que seríamos basándonos en la química de nuestros besos y toques, pero sigo dibujando a Dawson en bóxer y ayer le dibujé la mano completamente adentro tomándose a sí mismo, cosa en la que no he dejado de pensar.

—Entonces —dice Kellan entre besos suaves en mi boca—. ¿Tú y yo esta noche?

—Me parece bien —Termino por decir mientras le sonrío.

—Perfecto, ahora debo ir a clases —Me da otro beso—. Ya quiero que sea esta noche.

Lo veo irse y suspiro con la vista perdida al frente hasta que el perfume de Sarah me alerta de su presencia justo antes de que se siente a mi lado.

—¿Y tu galán?

—Fue a clases —respondo volteando a verla—. Me invito esta noche a su casa.

—¿Follarán?

—No lo sé.

—Pero ¿Quieres? —pregunta sacando una de sus tantas piruletas.

Juego con el tenedor pinchando la poca fruta que quedó en mi ensalada y suspiro de nuevo. Sarah es mi única y verdadera amiga ¿Si no hablo con ella, con quién lo haré? Además, ella sabe de mi amor por los dibujos sensuales que hago en mis ratos libres.

—Hace un par de semanas comencé a dibujar a Dawson y no he podido parar —confieso viendo hacia la ensalada—. Comenzó todo inocente solo con el torso desnudo, pero ahora ya tiene la mano dentro del bóxer tomándose el miembro que obviamente no le he visto y me siento culpable porque creo que eso está mal, pero cada vez que intento dibujar a mis propios personajes termino dibujándolo a él —Gruño frustrada— y luego las últimas veces que nos vimos me sentí rara, no podía dejar de verlo y sentir cosas, yo...No lo sé.

—¿Por qué no dibujas a Kellan?

—No lo sé.

—¿Te gusta Kellan?

+21 (Libro 2 Saga Inspírame) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora