Capítulo siete: No es una cita.
Mérida.
Observo en silencio cómo Dawson se encuentra desinfectando la herida del ala rota del Señor Enrique, mueve el hisopo con mucha precisión y cuidado para no hacerle daño al ave quien con tras unos susurros calmantes y unas pocas caricias, disminuyó su chirrido y se siente seguro a su cargo.
—Así qué ¿Cuál es la historia? —pregunta Dawson rompiendo el silencio.
Y me toman unos segundos darme cuenta de que se refiere a cómo el pájaro llegó a mi cuidado.
—Nuestra gata Boo fue por mí a la habitación y Leona estaba histérica ladrando cómo si me pidiera que salvara una vida, así que luego me di cuenta de que se trataba del pajarito y actúe según lo que pensaba que no afectaría, vine aquí tan rápido como pude. Pobrecito —digo estirando el dedo de forma tentativa y acariciando la cabeza de mi nuevo amigo Enrique.
—Lo rescataste —Alza la vista y me sonríe antes de tomar algún polvo que le aplica—. Lo salvaste.
—Parecía lo correcto por hacer.
—No todos habrían actuado tan rápido ni corrido a una clínica veterinaria tan cara.
Mi respuesta es encogerme de hombros incluso si no puede verme en tanto acaricio otro poco al Señor Enrique antes de detenerme para que Dawson pueda trabajar mejor.
—¿Qué es ese polvo?
—Es polvo astringente, además de que le detendrá la hemorragia sirve de analgésico para que no sienta dolor. Imagina que es como partirte los huesos del brazo.
—Qué doloroso.
—Lo es, pero este amiguito lo hará muy bien, estoy seguro de ello.
Dejo ir una lenta respiración de alivio y él alza la vista, regalándome con una pequeña sonrisa que me hace tragar fuerte.
—Tu preocupación era palpable.
—Tenía miedo de que muriera de camino aquí... Por cierto ¿Es macho o hembra?
—Acertaste en el nombre, es macho.
El pájaro se queja del polvo y Dawson me hace saber que le ocasiona algo de dolor, pero luego surge su efecto porque está más calmado cuando él comienza a aplicarle un vendaje.
—En YouTube hay tutoriales que podrían haberte ayudado, la mayoría de las personas se creen veterinarios haciendo eso y ocasionan, en algunas ocasiones, un daño pese a las buenas intenciones —Me dice.
—Ni siquiera se me pasó por la cabeza y francamente no quería correr riesgos. Podría haberlo asfixiado intentando vendarlo cómo lo estás haciendo tú.
—Por suerte eso no ocurrió —Corta la venda—. Estamos listos, paciente atendido con éxito.
De nuevo dejo ir una respiración llena de alivio y él me da su atención.
—El cuidado es muy importante, estoy suponiendo que lo conservarás durante su recuperación.
En teoría tendría que preguntarle a mi mamá, pero me encuentro asintiendo porque el Señor Enrique ya se convirtió en mi responsabilidad.
—Tienes que tener mucho cuidado cuando beba agua debido a que la venda lo mantiene restringido y podría perder el equilibrio.
—¿Y morir ahogado? —digo con horror, él asiente—. Eso sería traumático para mí.
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+21 (Libro 2 Saga Inspírame) Disponible en librerías
RomanceMérida esconde un secreto un poco (muy sucio): ama dibujar novelas gráficas sexuales. Dawson, el atractivo e inesperado sujeto que le salva la vida (literalmente) lo descubrirá y pronto se encontrará adentrándose al mundo del romance... Y lo +21. Gr...