Final

2.5K 185 35
                                    

Los últimos cinco días nos hemos dedicado a comprar todo lo necesario para la pastelería mientras esperamos ansiosamente la respuesta de servicios sociales. Hornear, siempre ha sido una de mis pasiones, sobre todo, porque mamá fue la que me enseñó en mi adolescencia. Amaba compartir esos espacios con ella. A veces quisiera ir a verla, darle un abrazo o llenarla de besos, pero mi padre es capaz de matarme si llego a poner un solo pie en su casa. Me toca conformarme hablar con ella mediante un teléfono, y eso es solo cuando mi padre no está en casa.

Hoy nos dan la respuesta sobre la custodia completa de Nico, por eso mismo me levanté desde muy temprano a pegarme al teléfono. Han pasado meses en los que he hecho de todo para que me entreguen al niño, pero con su secuestro, la situación se puso complicada. Y más cuando la madre de ese bastardo puso a los de servicios sociales en mi contra, levantando calumnias y difamando contra mi persona. Por lo menos, esas personas se dieron a la tarea de darme el beneficio de la duda y darme una oportunidad para demostrarles cuan apta soy para hacerme cargo de él.

Enzo me ha ayudado mucho en todo el proceso, más cuando aseguró que en nuestro hogar, Nico sería un niño amado y protegido por nosotros. Además, su buena labor como policía ha hecho que el proceso sea mucho más ágil que cualquier otro.

—Debes relajarte, cariño, en cualquier momento van a llamarnos a darnos las buenas nuevas.

—Por eso mismo no quiero despegarme del teléfono.

—No hay necesidad que vayas al baño con el teléfono — se burló.

—¿Sabes? La mayoría de las llamadas importantes, las hacen cuando estamos haciendo nuestras necesidades. Si no sabías ese dato, te lo dejo para que recapacites y no dejes el teléfono por ahí tirado.

Soltó una carcajada, dejando un par de cajas sobre el estante de vidrio de la pastelería.

—Eres tan linda cuando estás ansiosa o nerviosa — apretó mi cachete con dulzura—. Por eso te amo tanto.

—Y yo a ti.

Me derrito cada que me dice que me ama. Mejor hombre no me pudo haber tocado en este mundo. Es amoroso, dedicado en cada cosa, siempre preocupándose por que esté bien o por si me siento a gusto con las cosas. Es un hombre que siempre está dispuesto a complacerme por encima de sus propios deseos, y eso me mata cada día en sus brazos.

—Ya no queda nada más en el camión. Ahora, Srta. Bermúdez, lo que debes hacer es empezar a decirme dónde va cada cosa.

Fui señalando el lugar de cada objeto y entre los dos fuimos acomodando todo hasta darle forma al establecimiento. Se siente bien agradable tener la felicidad al alcance de un paso. Nunca me imaginé que podría tener un novio tan bello y amoroso, un tesorito a quien deseo amar y cuidar con todas mis fuerzas y un lugar al que pueda dar la cara sin necesidad de esconderme o sentirme avergonzada después. Tengo todo lo que por años he soñado, no necesito nada más para ser feliz en esta vida.

El teléfono sonó entremedio de mis senos y ni siquiera pude pensar con claridad para tomar la llamada. Fue Enzo con una sonrisa burlona y brillante quien tomó la llamada por mí. Apreté hasta el agujero más oscuro mientras él hablaba por teléfono.

—¿Quién era? ¿Qué te dijeron? ¿Si nos dieron la custodia? ¡Habla!

—Calmate, mi vida.

—Estoy calmada.

—De eso me doy cuenta — dejó el teléfono en su lugar, aprovechando la oportunidad para manosearme a su antojo—. Tenemos que ir a servicios sociales ahora mismo. Al parecer ya nos tienen una respuesta.

—Aparta tus bellas manos de mi cuerpo y vámonos ahora mismo.

—Sea la respuesta que sea, recuerda que siempre voy a estar contigo. Y no pienso darme por vencido hasta que nos nos den a Nico.

—Gracias por apoyarme y ayudarme en todo esto — bese sus labios y lo halé hacia la salida—. Luego nos ocupamos de esto, ahora debemos hacer cosas más importantes.

De camino a servicios sociales no pude tener tranquilidad alguna. La ansiedad me va a matar. Una parte de mí cree que nos van a decir que sí, pero la otra piensa que no. Mi cabeza está hecha un caos.

—Tranquila, todo va a salir a lo acordado, mi amor.

—Lo sé, pero no puedo evitar sentir nervios.

Bajamos del auto y nos adentramos a servicios sociales. La Srta. Durango nos recibió en su oficina pocos minutos después de que nos anunciaramos.

—Estudiamos su caso y logramos tomar una decisión en base al bienestar de Nicolás Rivera. Sr. Sánchez, siempre nos hemos enorgullecido por ese trabajo tan impecable y recto que ha hecho durante tantos años en la institución. Sabemos de sobra que usted es un hombre con principios, que lo han catalogado como uno de los oficiales más queridos de los últimos años y han dado buena fe de su persona — la mujer me miró  fijamente—. Srta. Bermúdez, su caso y todo su proceso de cambio de sexo, lo ocurrido con la muerte de la madre del menor y el infortunio que vivió poco después con ese hombre, fue algo de mucho conflicto entre todos nosotros, pero la psicóloga que se encargó de entrevistarla nos ha dado un buen informe de sus condicioness mentales para asumir el rol de madre. Además, yo misma me he dado cuenta que usted lo único que desea es el bienestar del pequeño; y eso es lo que buscamos todos nosotros principalmente, que el niño esté bien protegido en su nuevo hogar — sonrió cálidamente—. Sé que Nico en mejores manos no puede estar. Por ahora tendrán visitas esporádicas cada tres meses, pero a medida que vaya avanzado el tiempo, se harán cada año. Estas visitas son para asegurarnos que el niño tenga una calidad de vida buena y digna. Solo me cabe añadir que, espero de todo corazón que tengan un bonito hogar con el nuevo integrante que se une hoy mismo a su familia...

Salté a los brazos de Enzo emocionada y feliz por lo que acababa de decir la mujer. Sé que no será sencillo, que cambiar una rutina a la que no se está acostumbrado se lleva tiempo, pero realmente cuando se trata de hacer las cosas con amor y empeño, se logra siempre lo mejor. Nico no podrá ser mi hijo de sangre y, a decir verdad, yo no quiero quitar ese lugar a Samay, pues ella siempre será la única madre del niño, pero lo querré con toda mi alma, como si fuera mi propio hijo y le hubiera dado la vida yo misma.

Sé que junto a Enzo y Nico me espera una nueva vida, una nueva experiencia y una nueva etapa libre de dolor y sufrimiento para navegar. Ahora comprendo que tuve que llorar lágrimas de sangre para sonreir completamente dichosa y genuinamente feliz y enamorada de la vida y de todo aquello que ahora me rodea.

—¿No es hermoso? — le pregunté a Enzo con lágrimas en los ojos mientras vemos a Nico jugar con varios carros en su cuna—. Esto parece un sueño de no creer.

—No es un sueño, mi vida. Nuestra vida juntos es muy real y eso que hasta ahora empezamos a vivirla — me abrazó y me besó repetidas veces en la mejilla, derritiendo mi corazón a más no poder.

—Sí, tenemos un camino largo por recorrer tomados los tres de la mano.

—Si quieres puedes sumar una manito de más, más adelante. Esto de ser papá se siente muy bonito. Y te quiero como mi señora y la única madre de mis hijos, princesa — giró mi cuerpo de manera que quedáramos frente a frente—. Sé que me falta el anillo, una cena romántica y un traje para la ocasión, pero ¿te quieres casar conmigo, mi princesa bella? Porque yo quiero pasar toda mi vida a tu lado.

—Sí, sí quiero casarme contigo, Oficial Sánchez — me fundí en sus labios una vez más, con la plena seguridad que lo que se viene de ahora en adelante, es una felicidad inmensa, profunda y duradera.

☀️☀️☀️

¡Hola, mis amores! Espero que la novela les haya gustado tanto como a mí me ha encantado escribirla. Estos dos personajes los llevo en el corazón, son de mis favoritos.
En los próximos días estaré subiendo el Epílogo...

¡Los adoro con el alma!

Gracias por leerme, ¡espero que hayan tenido una lectura apoteósica!

💖💖💖

Obsesión[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora