XXXVI

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"Señor Cha Eun Woo soy Jeon Jungkook, me comunico con usted de ésta forma porque no sé si Yangmi está siendo vigilada, si así fuera, usted también debe estarlo.

Sólo quería pedirle que no la deje sola en éstos momentos tan duros para ella, sé que se hace la fuerte pero en su interior solo es una niña, con bastante carácter pero una niña después de todo. Tengo miedo que puedan hacerle daño por ser su padre quién es.

Sé que para ella es imprescindible su amistad porque no es de tener muchos amigos. Hágala comer y no la deje desfallecer, se lo ruego. Es muy importante para mí que se mantenga fuerte y sana en todo momento.

Estaré eternamente agradecido si decide hacer lo que le pido, si algún día necesita algo de mí no tiene nada más que comunicármelo, tiene en mí un ferviente servidor para siempre"

Jeon Jungkook

Me quedé un buen rato con el papel en la mano mirando al frente e intentando asimilar todas sus palabras. Había estado en todo momento pendiente de mí, estaba preocupado como siempre lo hizo desde que lo conocí.

Lo había herido en lo más profundo llamándolo asesino y sin embargo él seguía con su afán de protegerme. Me recriminaba cada noche el haber pisoteado su orgullo, lloré sin parar por saber que siendo un hombre altivo y de temperamento fuerte tuvo que aguantar mis tontas e hirientes recriminaciones, haber perdido a mi hermana me hizo un ser irracional en ese momento.

Lloré unos minutos y guardé el preciado papel en el bolsillo de mi pantalón, salí fuera del baño después de haber limpiado mis lagrimas y me dirigí a mi mesa de nuevo.

Notaba a Eun Woo mirarme de pleno, yo sólo me senté en mi silla y cogí mi ordenador.

—¿Estás bien?

— Sí estoy bien —no tenía ganas de explicarle como me sentía.

—Yangmi ese tipo te ama más que a su vida, tiene miedo de que te ocurra algo, lo veo, eso se nota —no quería escuchar lo que me decía.

No quería volver con él de nuevo, nuestros mundos no eran compatibles y tampoco quería que viviera pendiente de mí a todas horas.

Así que cambié de conversación, no quería pensar más en Jungkook, me había propuesto hablar con Jimin a como diera lugar, tenía que avisarle de la foto, tampoco quería que lo fueran a encerrar.

—Nos han mandado ir al evento que tiene mi padre sobre el calentamiento global ¿Crees que habrá mucho desmadre?

—No creo, pero habrá mucha gente así que iremos unos diez polis —dijo abriendo un palito de chocolate y se lo metió en la boca.

—¿Siempre tienes que estar comiendo? Me desesperas Eun Woo —lancé un suspiro cansada. El pobre no tenía la culpa pero yo en este momento no era la mejor compañía.

—Comprarte tantas tonterías a tí para que comieras me ha hecho adicto a éstas porquerías...

JUNGKOOK

Sentado atrás en uno de mis coches negros estaba junto a Kendall que es el que conducía. Nos encontrábamos aparcados a un lado de la calle, los  cristales tintados hacían que fuese invisible para la gente que se agolpaba frente al edificio moderno y perteneciente al estado donde el senador Adams iba a hacer su discurso.

—¿Qué harás con lo de la fotografía que tienen los federales? —Kendall me miró mientras yo miraba al exterior.

—No tenía que haber ido allí, sabía que mi afán por comprobar las cosas por mí mismo algún día traería consecuencias ¿Sabes ya quién está detrás de todo? Me la jugaron bien lo reconozco, pronto tendremos desmadre con los polis —respiré hondo—. Y que mandaran a Yangmi a por mí sería ya de órdago —reía yo sin ganas.

—Pues ahí la tienes.

Después de más de un mes, después de haberme hablado como lo hizo y después de que me tuvo en una desesperación constante día tras día, apareció ante mí.

Estaba en una de las esquinas custodiando el lugar, llevaba su uniforme policial. Era tan hermosa, ¡Dios!. Ante mis ojos en éste momento juro que lo era. Algo subió por mi estómago hacia arriba para hacerme tragar fuerte.

Cogí el móvil y llamé a uno de mis hombres.

—La poli de la esquina, la de la derecha, la del pelo castaño y estatura pequeña no la perdáis de vista en ningún momento, no quiero que le ocurra nada. Si alguien sospechoso se acerca para hacerle daño tirar a matar sin dudarlo siquiera —colgué sin más.

—Hay un tipo allí que no me gusta nada —dijo Kendall de pronto.

—¿Dónde? —miré de un lado a otro de la calle.

—Está al lado contrario a Yangmi, el de la gabardina beige y sombrero negro.

Miré detenidamente y al volver el tipo su cara me di cuenta que era de nacionalidad china.

—Kendall tiene que haber más por aquí, seguro que son los contrabandistas de armás, creo que saldré fuera —tenía que ver de cerca de cuántos se trataba.

—¿Estás loco? Puede ser peligroso Jungkook —mi amigo volteó para verme.

—Por ese motivo tengo que ir, cómo se encienda la chispa va a arder todo en segundos. Esos tienen que estar enfundados hasta las trancas —abrí la puerta del auto.

—¡Espera voy contigo! —movió su cuerpo rápido.

—¡No! —lo paré de golpe—. Tú quédate aquí, si todo se pone feo arranca que yo vendré rápidamente y nos iremos, si los dos estamos ahí fuera será más difícil escapar.

Salí fuera, con mi abrigo largo negro y mis ropas del mismo color me adentré entre la multitud. No quería llamar la atención, no era mi intención aunque mi cabeza sobresalía sobre la multitud, mala manera de no ser visto.

Conté al menos a veinte de esos chinos, eran demasiados, si tiraban a matar esto se volvería una masacre.

El senador Adams empezó con su discurso.

—Gracias a todos los presentes por haber venido a éste acto que se celebra...

Yo miraba hacia donde estaba Yangmi, me di cuenta que dos tipos sospechosos estaban cerca de ella, me puse tenso, me fui acercando lentamente, con sigilo me movía entre la gente.

Ya estaba bastante cerca cuando ella que miraba hacia otro lado ladeó su mirada donde yo me encontraba.

Abrió sus ojos y los clavó en los míos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Moví mi cabeza de un lado a otro para hacerla entender que no se moviera ni emitiera algún sonido que pusiera en expectación a los tipos, tampoco sabía si ella se había percatado de su presencia.

Llegué a su lado y me puse de espaldas a ella, de pronto noté la presión de su mano en mi espalda, apretaba mi abrigo con su mano...

💜💜

Buenas personitas, espero que estén bien.

En ésta historia he comentado poco porque no cabe mucho que decir, estoy muriendo con cada párrafo y con cada capítulo. Es una narración que me tiene estrujado el corazón, el amor de Jungkook y Yangmi me tiene tan atrapada que me gustaría ser ella jeje.

Seguiré con mi agonía y con éste gran amor, gracias por leer mi historia y se os quiere un montón.

Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora