Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi Amor

20

Seul
Base militar Hwa-rang

Una ráfaga de sentimientos atraparon a Yangmi, una oleada de recuerdos vinieron a su mente de golpe, todo lo fuerte que quiso entrar en aquella habitación para que no vieran su abatimiento se hizo de pronto muy difícil de esconder y sobrellevar. ¿Qué hacía él allí? No lo podía entender.

—Hola a todos —habló cómo pudo.

—Hola señora Park —dijo el superior Chang— puede sentarse.

Ella en ese momento odió más que nunca su cojera, él la vería flaquear, no le gustaba dar lastima y menos dársela a la persona que tenía su corazón latiendo con tanta fuerza en este momento.

Al andar sentía un dolor enorme, y no era precisamente físico sino emocional. Se sentó enfrente de dónde Jungkook se encontraba y al otro lado pudo ver a Kendall, cuanto tiempo sin ver a ese guapo y alto hombre. Los dos se miraron sin decir nada.

—Me apena tener que haberlos llamado, su hijo y su hija estaban juntos en el momento de la desaparición —les comunicó Chang.

¿Jungkook tenía un hijo? ¿Estaba con Yangmi Junior cuando desapareció? Pensó de repente desconcertada ¿Estaría casado?

Él no estaba tan descolocado como ella porque sabía que aparecería de un momento a otro. Jimin ya se lo había dicho, su amor eterno tenía una hija allí, además ya se lo había contado el general antes de que ella llegara. Cuando le dijo el nombre de la chica que también había desaparecido se dió cuenta de lo retorcido que era el destino.

Le dió tanto dolor verla cojear que había lidiado a duras penas con sus ansias de levantarse y abrazarla, preguntarle si le dolía, si estaba sufriendo. Tenía ganas de besarla, acariciarla, hacerle el amor. Tuvo que luchar por recobrar la compostura.

—Él es el señor Jeon y ella es la señora Park —los presentó el otro.

—Encantada de conocerlo, señor Jeon —hizo cómo si no lo conociera y al nombrarlo así de esa forma, el otro creyó enloquecer, cuanto tiempo hacía sin escuchar de su boca y esa voz usar ese calificativo.

—Lo mismo le digo señora Park —ella le hizo una pequeña reverencia sentada en su sillón sin mirarlo a los ojos, no se sentía capaz.

Lo de señora Park se le hizo extraño a Jungkook, se había casado con Eun Woo, eso le dijo Jimin ¿No utilizaba su apellido?

—No sabemos que ha ocurrido pero lo que sí sabemos es que estaban juntos. Los dos salieron a la vez de su grupo que corría por la llanura, ahí es el último lugar donde se les vio —seguía el superior con sus explicaciones.

—Yo he traído varios hombres que ayudarán a sus soldados a buscarlos señor Chang —dijo Jungkook con su tono peculiar de voz fuerte.

Yangmi tocaba sus manos nerviosa y no lo quería ni mirar, estaba tan nerviosa que las ganas de llorar la amenazaban a cada rato.

La reunión acabó y todo quedó arreglado para buscarlos durante el día y la noche.

Una pequeña casita que había a un extremo del cuartel sería la estancia de Jungkook, Yangmi y Kendall, eso la hizo tener miedo, tenerlo tan cerca no le gustaba.