Luo Fei era el segundo hijo de una familia noble.
Tenía el cabello blanco como su madre, una rara variación genética que solo ocurría dentro de los poco conocidos habitantes del Monte Norte. Sus ojos, azules como el cielo y llenos de una alegría pura e inocente que no tenía comparación. Su piel tan blanca como la nieve de la que venían sus rasgos. Su cuerpo, de cintura diminuta y abultadas caderas. Luo Fei era tan hermoso como era gentil, siempre con una sonrisa amable e inocentes que no podría compararse no con la más bella pintura.
A pesar de la belleza natural de la que era poseedor, Luo Fei fue criado como un buen niño que nunca desobedecia a sus padres o hacía algo fuera de lugar. Luo Fei parecía un niño a veces, aún a sus dieciséis años. Tenía el encanto juvenil que pocos en su familia lograban mantener después de cierta edad, y ésto se lo atribuían a su hermosa madre, de eterna juventud. Ese era otro de los rasgos que poseía la gente de su madre, un rostro que permanecía joven hasta bien entrada la edad adulta. En Luo Fei, parecía que su rostro siempre sería adorablemente joven.
Era un día tranquilo de verano cuándo Luo Fei escuchó por primera vez a su padre maldecir. Nunca ocurría, así que el muchacho se escabulló desde su habitación hasta la sala donde su padre solía atender a sus invitados. Oyó gritos, pero los ignoró para seguir jugando en el jardín. Tenía otras cosas que le gustaría hacer.
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Ya de noche, Luo Fei tuvo que despertar cuando su padre le llamó a su despacho sin más explicación que un breve "necesito hablar contigo" antes de salir. Luo Fei se puso una ligera bata para cubrir su ropa de noche que era bastante reveladora y salió hacia el estudio de su padre que solo había visto en contadas ocasiones debido a lo reservado que era su progenitor. En el camino encontró a sus hermanos, quienes lo acompañaron. Era un secreto a voces que sus hermanos sirvieran de acompañantes en todo momento, sin importar qué tan breve sea.
Luo Fei entró sin tocar. Halló a dos hombre vestidos con uniformes militar recitandole a su padre un decreto imperial. Luo Fei no quiso entrometerse y salió a esperar junto a a la puerta hasta que su padre le permitiera entrar, lo que sucedió varios minutos después. Luo Fei les dedicó una sonrisa a los dos militares, quienes le hicieron una reverencia antes de abandonar la mansión Luo. Bajo las miradas fulminantes de sus hermanos, que no toleraban a ningún hombre cerca de él.
Luo Fei sonrió al ver a su padre.
—Padre, estoy aquí— se presentó con una ligera reverencia que le sacó una risa a su serio padre.
Luo Fei era adorable.
—A-Fei, vístete bien. Iremos a una celebración en el palacio.
—¿En serio?— el pequeño peliblanco se emocionó. Nunca lo dejaban salir de casa.
—Sí, quiero que te veas lo peor que puedas. Nada de joyas ni vestidos caros, vístete tan común como puedas.
A pesar de la extraña petición, Luo Fei estaba emocionado de salir alguna vez fuera de las muy vigiladas salidas en compañía de sus hermanos mayores.
Luo Fei se vistió felizmente. Ya estaba acostumbrado a que su padre le pidiera eso siempre que iban a salir. Usualmente le aplicaban una sustancia extraño y pegajosa en el cabello varios días antes para que su cabello luciera negro, pero todos parecían apurados. Sus hermanos sr movían nerviosamente y su padre le esperaba afuera de la puerta con impaciente, lo que llevó a Luo Fei a no poner tanto esfuerzo en amarrar sus túnicas por hacerlo rápido. Salió y de inmediato sus familiares más cercanos lo subieron a un carruaje junto a su padre.
Luo Fei no sabía nada del mundo más allá de lo que su padre y hermanos querían enseñarle, que en sí no era mucho. Su familia prefería mantenerlo fuertemente encerrado en aquella pequeña burbuja dónde no conocía mucho más de lo que a su familia le parecía bien. Tenía, en todo sentido, la mentalidad de un niño al que se mantenía encerrado. El joven Luo apenas conocía la vida, pero aún así estaba emocionado. Quería salir por una vez y divertirse sin tener que ocultar su cabello blanco.
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Esposa Forzada.
RomanceLuo Fei es un segundo hijo de la familia Luo. Mimado por sus padres y hermanos desde que era pequeño, el pequeño Luo Fei apenas sabe qué existe tras las puertas de la mansión Luo. Nunca sale, debido a su incomparable inocencia y excepcional belleza...