Storm Blue || Riverdale

22

Episodio de relleno

Jen Jones
Sabía que lo de navidad había sido algo exagerado, pero después de haber estado tanto tiempo reprimiendo tantos sentimientos supongo que exploté. Apenas salí de casa fuí con Tony, él la pasaba peor que yo, estaba en abstinencia total, ni medicamentos, ni cigarrillo, ni alcohol y mucho menos drogas.

Así que lo que planeé sería solo una noche se convirtió en una semana, él me necesitaba y yo no quería ir a otro lado.
Dejó de comer unos días y ni siquiera salía de la cama, me preocupe, pero él mismo me consolaba diciendo que estaría bien. Luego su humor empeoró, dejó de hablar conmigo por completo y todo nuestro contacto se redujo a algunos jalones que me daba cuando me quería cerca.

Y por último sorpresivamente le había dado un ataque de energía, se pasaba los días y las noches haciendo ejercicio y limpiando cada centímetro de la casa. Eso ocurrió justo luego que volví al tráiler de FP. El resto de las vacaciones, aunque no volví a dormir fuera, no hablé FP, tampoco lo ví mucho, prefería evitarlo. Tony volvió a la normalidad luego de unos días así que me escapaba con él casi todos los días para no tener que convivir con nadie más. Y a Jughead lo veía seguido en casa de Archie.

Luego las clases comenzaron y las cosas no cambiaron en casi nada. El primer día como de costumbre Tony me llevó, y como a una niña de prescolar me dejó justo en la puerta, besó mi frente y se despidió.

—¿Cómo va eso? —cuestionó Jughead quien también iba llegando.

—Mientras FP no lo vea, no importa.

—Claro.

Las primeras clases como siempre fueron aburridas, me había topado con William y Ralph un par de veces. Con el arresto de Malachai William y Ralph ya tenían un poco más de libertad por lo que habíamos estado pasando mucho tiempo juntos durante las vacaciones.

—Hola, Mini serpiente —las clases terminaron, yo estaba en mi casillero cuando Sweet Pea se detuvo a saludar.

—Sweet Pea —sonreí al verlo, tenía bastante tiempo sin verlo.

—¿Cómo te va?

—Como siembre.

—Pues prepárate para la noticia —su sonrisa se me contagió, estaba notablemente animado—. Cerrarán la escuela.

Lo miré confundida, esperando que relevara el motivo de su sonrisa.

—¿Y eso que tienen de bueno?

—Nos van a transferir a Riverdale High —soltó discretamente emocionado—. Baños limpios, buenas instalaciones, Wi-fi, casilleros que funcionen y aún más importante, tendremos la oportunidad de molestar a los Bulldogs.

Sonreí al ver su entusiasmo. Pero era imposible no desaprobar su comportamiento problemático.

—En hora buena ¿no? —evitaría bajarle el entusiasmo por ese momento.

—Vamos a contarles al resto —tomó mi mano rápidamente y comenzó a caminar.

Me sacaba poco más de una cabeza así que básicamente se veía como un niño arrastrando a una muñeca de trapo.