Storm Blue || Riverdale

21.2

Eres una hija de puta impresionante

Jen Jones
La vida es bastante desgraciada, un día eres una niña feliz y al siguiente tu madre muere, otro día eres una adolecente normal y al otro tu padre es asesinado. Un día eres una chica viviendo si primera borrachera, al otro te das cuenta que eres una idiota que sientes celos y. Un día eres parte de una familia y al siguiente... al siguiente te toca estar sola, al siguiente te toca ver al diablo a los ojos. Y así la vida acaba.

•••

Me torturaba noche y día pensando como destruir a Hiram Logde y la verdad no tenía muchas ideas hasta el momento. La solución era sencilla, muerto el perro se acabó la rabia pero este perro en particular era difícil de matar.

—Iconoclasta, alguien que ataca las creencias sagradas de otro —respondí ya que Archie no pudo.

—Voy en preparatoria ¿Cómo se supone que sepa eso? —cuestionó Archie abrumado.

—Jen lo sabe desde primaria, amigo —Jughead apretó las tarjetas entre sus manos.

Parecía que el pelirrojo necesitaría ayuda divina para pasar el examen. Igual a la que yo necesitaría para que Sweet Pea quisiera perdonarme.

—¿Betty, cómo me fue en el examen de práctica?

—¿Betty, podrías ayudarme a comprar un ramo? —interrumpí al pelirrojo sin darme cuenta.

—¿Para qué quieres un ramo? —preguntó Jughead como si hubiese dicho que quería una vasectomia.

—Para reconquistar a Sweet Pea —Archie respondió por mí.

—¿Cómo lo sabes?

—William me lo contó.

—Ese desgraciado...

—Tenemos que irmos —Jughead miró su teléfono y luego a mí—. Es Fangs.

—¿Los acompaño?

—Mejor estudia, Arch —me levanté de la cama con una fuerza de voluntad que no me conocía—. Si alguien puede ayudarte es Betty.

—Adiós, suerte —Jughead se despidió por ambos.

—Betty, te llamo —dije antes de salir de la habitación.

•••

Fangs estaba dentro, al parecer el Rey Gárgola lo había notado y lo quería en su círculo más cercano. Me daban escalofríos de tan solo pensar que sería una trampa. Nos informó sobre una junta que se haría en la que el supuesto rey haría su aparición.

Jughead se fue apenas escuchó la noticia, pero yo estaba demasiado inquieta.

—Fangs, cuídate mucho —debía irme, pero no quería dejarlo solo—. Ten esto y úsalo si es necesario.

—¿Un arma? —con su cara parecía que había visto un fantasma.

—Es una pequeña, Fangs. Sólo tómala —pedí encarecidamente y por suerte me hizo caso.