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Un final de puta madre.

Jen Jones
Me dolía la cabeza. Jughead me había llamado para ir a la escuela, pero no pude ni contestar, luego recibí más llamadas, la mayoría de Jughead y otras más de Sweet Pea y Ralph, pero no atendí ninguna.

Fue irresponsable, lo sé, pero tenía que recuperarme antes de salir al mundo exterior, no quería llamar la atención con otra nevada como la de la noche anterior.

¡Demonios! Ni siquiera había tenido tiempo de asimilar la locura de todo lo que estaba pasando ¡Yo cambiaba el clima! Ni siquiera sabía cómo reaccionar, era en parte emocionante y muy aterrador ¿Qué se suponía que era yo? ¿un alien? ¿Eso era posible? Bueno, explicaba el hecho de que nunca conocí a mis padres biológicos.

Estaba teniendo una crisis...

¿Me había equivocado al alejar a Tony de mi lado? Sentía que estaba siendo contraproducente, me sentía peor que antes, pero estaba segura que a largo plazo todo abría valido la pena, lo deseaba realmente.

Me levanté al rededor de las dos de la tarde, no hice mucho, sólo tomé una caja de cereal para desayunar y callar el ruido en mi estómago. No tenía apetito, me sentía deprimida y el clima no ayudaba en nada, había estado lloviendo todo el día, pero era mi culpa supongo.

No podía estar mucho tiempo en el remolque porqué eventualmente un oficial iría a buscarme, tenía que irme. Revisé el lugar antes de salir, estaba completamente solo, sin un alma rondando por ahí. El sol debía estar en su punto más alto, pero no se notaba porqué las nubes lo tapaban.

Salí con cuidado y subí a mi motocicleta. Era hora de dejar de evadir mis responsabilidades, había dejado a Tony para centrarme en las serpientes y en mi familia, dejarlo a un lado no era razonable.

•••

—Alto ahí, irresponsable —me detuvo Ralph.

Había llegado al Whyte Wyrm minutos atrás, verifiqué que todo estuviera bien y decidí retirarme, pero el pelinegro no iba a permitirme hacerlo.

—¿Por qué irresponsable? —cuestioné al momento.

—Diez llamadas perdidas, Jenna Jones ¡Diez! —reclamó.

—Tranquilo, Ralph —William se interpuso—. Recuerda lo que hablamos —se acercó al oído de Ralph y susurró—: Si hizo nevar, significa que está muy triste.

—¿Sabes que puedo oírte? —fruncí el entrecejo.

—Tienes razón —le contestó Ralph—. ¿Qué te pasó?

—No quiero hablar de eso.

—¡Hablaremos de eso! —ordenó Ralph.

—¡No quiero!

—¡Sí, sí quieres!

—Oigan chicos bajen la voz —pidió William con paciencia.

¿Cómo nos aguantaba?

—Saliste en las noticias, Jen —retomó Ralph y luego extendió los brazos, dibujando un titular imaginario—. El lado sur de Riverdale es cubierto por una nevada ¿Qué pasa con la atmósfera?

—¿Estás bien, Jen? —preguntó William en un tono más dulce y suave—. Sabes que puedes hablarlo con nosotros.

Suspiré. Tenía que contarles, ellos eran los únicos que sabían sobre las cosas raras que me estaban pasando.
Fuimos a la oficina de papá y ahí les conté todo lo que había pasado la noche anterior.

Storm Blue || RiverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora