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Nieve de Junio.

Jen Jones
Corrí lo más rápido que pude al bosque, ahí duré todo el día escondida hasta que cayó la noche y fuí a ver a mi hermano al hospital, tuve algunos inconvenientes, Mineta estaba vigilando, pero aún así logré llegar a la habitación de mi hermano.

Mis piernas temblaban, mi estómago gruñía, cada parte de mi cuerpo dolía de la piel hasta los huesos y no aguantaba más el sueño. Pero todas esas sensaciones no me impidieron sonreí ampliamente al ver a mi hermano durmiendo tranquilamente.

Papá también estaba ahí, dormido en el sillón junto a la camilla. Mis ojos se llenaron de lagrimas, dentro de esa pequeña habitación estaba mi razón para luchar, mi familia. Me acerqué a ellos a pasos torpes y cansados, Jughead no se movió, pero papá al instante se estremeció y despertó.

—Jen —suspiró aliviado y se puso de pie para ir a abrasarme—. ¿Dónde estabas? Me tenías preocupado. Te vez terrible.

Me escaneó de arriba a bajo y comenzó a revisar que no tuviera ninguna herida.

—Tengo hambre... Tengo... Tengo sueño, me duelen mucho los pies... Y brazos... Mis brazos, muslos y mis rodillas —comencé a decir con ganas de partir en llanto, nuevamente todas las emociones salían a la superficie—. Además... Ví a Tony...

—¿Q-qué? —la cara de papá mostró completa confusión.

—¿Él... Él estaba bien? —pregunté apuntado a mi hermano con la mirada y limpiando mis lágrimas.

—Sí, cariño, tranquila —tomó mis mejillas y me hizo mirarlo—. ¿Qué pasó con Stark?

—Una tontería, papá —susurré más calmada—. Quiero descansar ¿Puedo quedarme aquí?

—Claro —volvió a abrazarme con fuerza y besó mi cabeza—. Voy a la máquina por algo de comer, ponte cómoda.

—Papá, si te preguntan por mí solo dí que no me has visto desde la mañana, y luego haces preguntas, pregunta sobre mi y dónde estoy, pregunta que pasa y finge que estás preocupado y confundido —lo detuve antes de que saliera—. Estoy en problemas, muy graves problemas. Te juro que te explicaré, pero por ahora sólo quiero descansar.

Papá, aunque confundido, sólo asintió y dió la vuelta para salir. Yo fuí hasta el sofá donde él estaba antes y escondí detrás el maletín con el dinero, luego me acosté y segundos después me dormí.

•••

Abrí los ojos algo desorientada, sentí un hueco en mi estómago, además de la boca muy seca. Traté de ubicarme, estaba en el hospital, igual que la vez que conocí a Fp. Wow ¿Cuánto había pasado desde entonces? Se sentía como si hubiera sido hace años, pero en realidad sólo habían sido diez meses.

—Buenos días, Jen —me saludó Jughead desde la camilla—. ¿Cómo amaneciste?

—Hambrienta —sonríe ampliamente y me levanté a abrazarlo.

—¿Será que somos twins? —bromeó.

—Probablemente sí —reí.

—Papá trajo unas hamburguesas, yo no puedo comer otra cosa que no me dé el hospital hasta que me den de alta, así que es toda tuya —mencionó nada complacido.

—Delicioso —me lancé sobre la comida como un lobo hambriento.

—Hay agua en esa garra —apuntó a una mesita en la esquina—. No te vayas a ahogar.

Escuché unos paso afuera y rápidamente corrí a esconderme detrás de la puerta y llevé conmigo el resto de la hamburguesa. Lo sé, mal escondite, pero era lo único que había.

Storm Blue || RiverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora