Storm Blue || Riverdale

37

¿Jughead?

Jen Jones
Luego de ir por mi motocicleta fuimos por la de Jughead al remolque y para nuestra mala suerte ahí estaba Fp tan imponente y aterrador como siempre, sentado en la mesa con los brazos cruzados.

—Hola, papi —sonreí inocente apenas crucé la puerta y lo ví.

—Papá, podemos explicarlo —se apresuró a decir Jughead—. Las serpientes querrán venganza y nosotros...

—Lo sé, muchacho —lo interrumpió.

Por un segundo solo nos quedamos mirándolo confundidos.

-—Qué haces aquí? ¿Cómo está Fangs? —me apresuré a preguntar.

—Está estable. Volví porqué Tom Keller me llamó, los diablos volvieron. Y los estoy esperando —me explicó

—William y Ralph me advirtieron de esto —solté—. Tenemos que ir.

—¿Y las serpientes? —cuestionó Jughead mirándome.

—Tú encárgate de ellos. Yo tengo que cobrarme una grande que Malachai me debe —recordaba bien como me había tratado ese bastardo.

—Jen, no puedes enfrentar a los diablos, no ahora —me sacudió tomándome de los hombros.

—Tranquilo, Jughead —habló Fp—. Yo estaré con ella, no irá sola.

—Está bien —soltó resignado—. Tengan cuidado, por favor —nos pidió.

Ambos asentimos, luego Jughead tomó sus llaves y salió en busca de nuestros problemáticos amigos. Miré a Fp, se veía desesperado, lo entendía, yo me sentía igual. Me sentía débil, no podía sacarme a Tony de la cabeza a pesar de que el mundo a mi alrededor perdía el control.

—¿Cómo te fue en Cambridge? —me preguntó de la nada.

—No me pudo ir mejor —mentí forzando una sonrisa.

—Estoy orgulloso de ti, Jen. En todo los sentidos posibles —dijo poniéndose de pie y parándose frente a mí—. ¿Estás lista?

—Siempre.

Me estaban abrumando demasiadas cosas, pero no podía derrumbarme, no en esas circunstancias. Tenía que encerrar mis sentimientos en una caja de acero y dejarlos ahí para siempre.

—Vámonos entonces —ordenó tomando su chaqueta—. Fred y Tom nos esperan.

Salimos del remolque, el teléfono de papá sonó, al parecer los diablos estaban dando problemas en Pops. Nos dirigimos allá, llegamos al mismo tiempo que la camioneta del señor Andrews y la fabulosa patrulla que por lo visto aún tenía Keller.

Afuera en el estacionamiento estaba lleno de motocicletas y por supuesto lleno de diablos. Lo sorprendente de todo fue ver a Archie lanzando botellas explosivas desde el techo.

Bajé de la motocicleta y miré Keller, verlo ahí apunto de patear traseros me recordó todas las veces que me había pedido contenerme.

—¿Qué opina, señor Keller, respiro y cuento hasta diez? —pregunté con una sonrisa y miré a Fp que me sonrió también.

—A la mierda con eso —exclamó abriendo la cajuela de su patrulla y sacando algunas "armas"—. Pierde el control, Jones —soltó extendiendo un bat hacia mí.

Lo tomé ¿Recuerdan lo de encerrar mis sentimientos? Bueno, quizás podría sacarlos de vez en cuando para desahogarme. Estaba dispuesta a romper craneos en nombre de mi corazón roto, de mis ganas de venganza y del miedo de lo que pasaba con mis sentimientos cuando se desbordaban.