Cabos sueltos. (Marcela POV)

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Estos días han sido un sueño, gracias a Dios los padres de Beatriz lo han tomado de la mejor manera posible, eso me llena de esperanza, por así decirlo, sus amigas ya saben todo, me han hecho sentir parte de ellas... Todo parecía de ensueño, HASTA QUE LLEGÓ LA POLICIA POR MI...

Me subí al auto con ellos y comenzamos el diálogo.

—Mi nombre es Enrique, Enrique Ocampo, él es mi compañero Cruz Echeverría, somos los investigadores asociados al caso que lleva su nombre, en estos meses que han pasado, han llegado otras denuncias contra la misma persona, pero no hemos podido contactar a otras víctimas... — El moreno robusto se acomodó el cinturón mientras veía por la ventana.
—Así es, señorita Valencia, como dice mi colega Ocampo, hemos recurrido a usted para que identifique al sujeto en cuestión, ya que por alguna cuestión, cierto imbécil perdió los retratos, nos metimos en burocracias y demás problemas, lo despedimos y en estas semanas nos cayó como bomba la frecuencia con la que se repetían las denuncias, no queríamos recurrir a usted hasta tener algo contundente, y el día de ayer en la noche se nos reportó que estaba en el área y se le detuvo, bajo mucha premura se hizo el papeleo pero está en detención preventiva. — Cruz me arrimó un folder con la narración de los hechos.
—¿¡QUIEREN QUÉ IDENTIFIQUE A CALDERON?! — Siento que se me bajó el azúcar.
—¿Se encuentra en capacidad de ayudarnos con eso? — Enrique vio que me descompensé.
—Si, si, claro. — Sentía como se formaba el nudo en mi garganta.

Bajamos del auto y atrás de nosotros llegaba Beatriz.

-¡Amor! ¿Qué pasa?
Me abrazó y me desplomé a llorar.
-Quieren... Que identifique a Calderon.
Los sollozos no me estaban ayudando.
-¿Se murió?
Me reí.
-No, amor, JAJAJA, quieren que lo reconozca entre otros detenidos.

Tomó mi mano y pasamos.

—¿Puedo acompañar a Marcela en esto? — Beatriz le preguntó a los investigadores.
—Claro, de hecho todo apunta a que los cargos que se le imputaron por el robo de Valencia & Mendoza, van a proceder de igual manera. — Estaba Cruz revisando la carpeta del archivo.
—Gracias, amor. Te amo. — Le di un beso y posó su mano sobre mi mejilla.

Pasamos a un cuarto con uno de esos vidrios que solo permiten ver de un lado, entraron cuatro hombres de perfil parecido... Pero ninguno era él, pensaba... Porque aún no pisaba el espacio... Llegó.

-Beatriz.
-Dime, amor.
-Beatriz.
-Dime.
-Beatriz.
-¿QUÉ PASA?
-Creo que estoy teniendo una crisis.
-¿Crees?
No le respondí por el ataque de pánico, no me permitía decir más.

Me sacaron de ahí, pero ella lo logró señalar, entraron los investigadores y lo llevaron a otra sala... Dios sabrá a qué.

Estuvimos sentadas en la acera hasta que pude volver en mí.

-¿Ya estás mejor?
-Ya, gracias.
-Por cierto, me gustaría hablar con tu terapeuta, amor.
-¿Eh?
-Quiero que hablemos y me dé herramientas para apoyarte mejor en esto.
-Gracias, perdón por estar rota.
-No, no, usted no es defectuosa ni mercancía dañada, mi amor, no pienses que te amo menos, todos tenemos problemas y así como a mi y a cualquier ser humano nos pueden dar enfermedades físicas, las mentales también están ahí. Yo quiero estar aquí para ti, porque quiero y sé que no mereces enfrentar sola esto.
Me limpié la nariz.
-¿Vamos adentro? Tengo que sacar algo de mi sistema.
-¿Lista?
-Si, si, vamos.

Entramos y ahí estaba, tras las rejas, respiré hondo, y seguí hasta tenerlo cerca.

-Hola, Marcelita.
-¿Es lo primero que se te viene a la cabeza al verme?
-Los modales son todo.
-¿QUÉ? ¿ME VIOLASTE Y CASI LO VUELVES A HACER Y ME HABLAS DE MODALES? ERES UNA MIERDA.
-Tu querías.
-YO NO QUERÍA Y SI TU NO ESCUCHASTE UN "SI" DE MI PARTE, NO TENÍAS POR QUÉ. NO TENÍAS DERECHO DE ULTRAJARME.
Me acerqué y abatí los barrotes.
-Ni siquiera recuerdas que estabas casi inconsciente por todo el alcohol que te tomaste, no puedes culparme.
Estaba extrañamente sereno.
-Claro que recuerdo tus asquerosas manos recorriendo mi cuerpo, como subías mi vestido y me susurrabas cosas asquerosas al oído, INCLUSO TE DIJE QUE NO ME GUSTABAS, QUE NO SOY HETEROSEXUAL, TE ROGUÉ Y SIMPLEMENTE LO IGNORASTE, QUE HAYA PARADO DE INSISTIRTE QUE TE DETUVIERAS, NO SIGNIFICA QUE HAYA ESTADO DE ACUERDO.

Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora