La escuela. (Betty POV)

163 23 31
                                    

Encontramos a la nena desaliñada, con el cabello enmarañado, sentada en un rincón de la oficina de la directora.

—Buenas tardes, señora directora. — Helena quiso acercarse, pero con una mirada la reprendió la docente y permaneció inmutada en esa esquina.
—Buenas tardes, Misses Rincón. Fui yo quién la llamó hace casi una hora... — Tomamos asiento.
—¿Será que podemos esperar a mi esposa? Está estacionando el auto. — Helena se veía avergonzada, me dolía.
—Si, no hay problema. Tal vez mientras llega la señora Valencia, Helena puede platicarnos porqué golpeó a su compañera, ya que a mi no me ha querido explicar. — La niña se sentó en mis piernas y me abrazó.
—¿Puedes contarnos, cariño? — Abrieron la puerta... Era Marcela.
—Buenas tardes. — Tomó asiento a mi lado y acarició la cabeza de Helena.
—¿Bien? ¿A tus mamás si les vas a contar lo que pasó? — Incisiva la autoridad... Tal vez demasiado para una niña de su edad.
—Una niña decía cosas feas de mis mamás, me molestó. — Comentó entre sollozos.
—¿Qué dijo, amor? — Marcela comenzaba a entender de qué trataba la situación.
—Dijo palabras en español que no entendía, pero se burlaba y me empujaba, me decía que era una rara por no tener papá. Que solo los fenómenos tienen dos mamás. — Me empezó a consumir el coraje, por más que intentara disimularlo.
—Helena, ¿Puedes esperar a mami y a mi afuera en el pasillo? Ahorita nos vamos a casa. — Le dió un beso en la frente y la niña se excusó.
—Señoras... — Intentó pronunciarse la autoridad.
—¿Esos son los valores que fomenta esta escuela? ¿La segregación? ¿La exclusión? ¿La homofobia? — "Llegó la leona..." Pensé para mi.
—Entenderán que no, la crianza de cada niño viene desde casa y eso también deben comprenderlo. — Intentaba barajar el asunto.
—Lo que ustedes deben comprender es que mi hija viene de una vida llena de problemas y acabamos de adoptarla, LO ÚLTIMO QUE QUISIERA COMO MADRE, ES SEGUIR VIÉNDOLA SUFRIR. — Marcela comenzó a subir el tono de voz... Yo simplemente presenciaba todo, no podía decir palabra.
—Haremos todo lo posible porque no se repita alguna situación así. Cambiaremos a la niña de salón, después de hablar con sus padres. — Sonaba sensata.
—Pues eso espero, porque si no, segura demanda reciben de nuestra parte. — Después de un manotazo a la mesa, me tomó del brazo, la mochila de la niña y salimos de ahí las tres.

El viaje a casa de mis papás fue callado. Nadie dijo nada, pero sabía perfecto que Marcela estaba enfurecida por como empuñaba el volante. Helena permanecía con la cabeza baja, jugando con sus dedos, era la ansiedad misma manifestándose ahí. Por mi parte, la confusión, la rabia y la decepción, eran las primeras cosas que estaban en mi cabeza... "¿Cómo era posible que alguien en pleno siglo XXI criara a sus hijos de esta manera?".

"Helena, ¿Puedes adelantarte a entrar a casa de los abuelos? Ve a contarles como te fue hoy..."
Marcela al fin hablaba. La nena tomó su mochila y bajó del auto.

-¿Ya vas a hablar conmigo?
-¿CÓMO CHINGADOS VAMOS A DEJAR QUE LA NENA SIGA YENDO A ESA ESCUELA DONDE NO SE SIENTE SEGURA?
-Amor, ya la directora dijo que haría lo posible...
-Te voy a decir lo que yo haré, voy a acampar, si se puede, dentro de la escuela, hasta dar con los padres de esa mocosa. Van a saber lo que es bueno.
-Pobre de ti metas a la niña en más problemas. Lo último que necesitamos es que se te meta el espíritu de matón y hagas una locura.
-¿Cómo me pides eso? Estoy viendo que a mi hija le hacen bullying en la escuela, ¡No puedo quedarme de brazos cruzados!
-Si esto se vuelve a presentar, te juro que tomamos cartas en el asunto y la cambiamos de colegio, listo, problema resuelto.
-Pero estás evitando el problema, porque la niña va a seguir ahí como si nada, no es justo, hay que confrontar.
-Hay que ahorrarnos conflictos.
-Ya veo que haces aquí... Me estás hablando así porque a ti te hacían bullying, ¿Verdad?
-No te voy a negar que me trae recuerdos...
-Pues yo no voy a dejar que mi hija aprenda a ser una dejada, te amo, peeeero no es justo que le pasemos nuestros miedos a la niña.

Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora