Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]

"Otro año más..." (Betty POV)

Dejé a Maxi con mis papás y fui a recoger a Marcela para ir a cambiarnos a la casa para el funeral, saben que esos no son lugares para un bebé.

-¿Cómo te sientes, amor? Lo siento tanto.
Me abrazó y siguió llorando.
-Vamos a casa, te cuento en el camino.
La ayudé con la maleta y emprendimos la marcha.
-Dejé al bebé con mis papás, no quise que se abrumara con esas energías tristes.
-Hiciste bien, lo extraño mucho, estos días sin ustedes me hicieron darme cuenta que realmente son parte de mi, y que nunca había pasado tanto tiempo sin él, mucho menos sin ti.
-Te extrañamos mucho, ya pronto estaremos juntos los tres, de nuevo... ¿Quieres contarme como falleció?
-Un infarto. Armando me contó que sus nervios habían estado delicados en estos últimos días y ya había ingresado un par de veces al hospital en este año, por lo mismo de sus amenazas de infarto.
-¿Le contaste de Maximiliano?
-Tuve que... Vió mi celular y ya sabes que tengo una foto de los tres de fondo de pantalla, se alegró pero era más la tristeza del momento, tal vez en un futuro les presentemos al niño.
-Podríamos invitarlos al cumpleaños...
-En otra ocasión les avisaré porque creo que esta no está para eso.

Llegamos y nos bañamos para ir a la funeraria.

-¿Quieres conducir?
-Estoy bien...
-Bueno, lo haré yo...
-Estos días me han servido de revelación, me hicieron recordar cómo era la relación entre Margarita y yo antes de todo lo que sucedió... Me hubiera gustado que conociera al niño, que pudiera verme feliz...
-Su prejuicio la privó de eso, cariño, tu defendiste tus sentimientos, eran cosas que debían suceder, fue su culpa perderse de estos momentos... No todos los muertos son santos, no lo olvides.

Entramos a la funeraria y pasé a dar el pésame a Armando y Roberto. Estaba toda la empresa y los Valencia. La habitación estaba llena de flores de gente del medio, Margarita había sido muy querida por muchos colegas...

Toda esa tarde me la pasé reflexionando, aunque esa mujer nunca hizo el mínimo esfuerzo por llevar la fiesta en paz conmigo, ver a Marcela deshecha y verdaderamente afectada, me partía el alma, porque después de todo... Era lo más cercano que tuvo a una madre, después de la pérdida de la suya, ha de estar reviviendo el trauma.

-¿Podemos irnos a casa?
-¿No irán al cementerio?
-No, la van a cremar y Armando quiere que su papá tenga un momento a solas por última vez con Margarita.
-Bien, además necesitas descansar. Voy a despedirme y nos vamos.

Esa noche decidí dejar a Maximiliano en casa de mis papás, quería pasar tiempo a solas con ella... Lo necesitábamos.

Nos acostamos en silencio, el cuarto estaba tenuemente empapado de la luz de la lámpara de mi mesa de noche... Ambas veíamos al techo.

-Marcela... No quiero forzar nada, sin embargo, siento que debo preguntarte... ¿Cómo estás?
-Perdóname este silencio, ni yo misma termino de descifrar cómo me siento.
Sollozaba discretamente, tomé su mano y permanecimos en silencio, no quería abrir la boca hasta realmente sentir que iba a decir lo correcto...
-Aquí estoy, siempre.
Los sollozos se detuvieron.
-... Me entristece cómo todo acabó... Cómo vivía esperando el día donde ella me llamara para disculparse... Aunque la enfrenté y no me arrepiento de poner mi amor por ti antes de cualquier prejuicio, TAL VEZ, solo tal vez, exploté, porque tu sabes que a veces puedo ser muy inconsciente y el coraje me nubla la mente. Margarita terminó de criarme, mis padres se fueron pronto, abruptamente, ella estuvo ahí con los brazos abiertos... Increíble como alguien que me juzgó y repudió tanto, sigue afectándome.
-Porque alguna vez te quiso tanto...

Me abrazó y se refugió en mi, toda esa noche la pasó soñando, la sentía temblar por momentos.

La víspera de año nuevo estuvo un poco gris, Marcela seguía viviendo esa clase de duelo muy difuso y complejo, porque aunque la mujer la aborreciera, ella conservaba un poco de esperanza de reconstruir esa relación... Que quedará en un gran "HUBIERA".