Luna de miel. (Marcela POV)

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Mal desperté y vi que Beatriz estaba cambiada y ya había avisado a sus padres que nos iríamos.

-Good morning, misses Rincón.
Todavía estaba adormilada.
-Buenos días, misses Valencia.
Se lanzó a la cama y me abrazó para darme un beso en la frente.
-Madrugaste.
-Tenía que, para hacer mis maletas, y tu deberías hacer lo mismo, amor, no queremos llegar tarde.

Me despabilé, me bañé y alisté, pasé a mi cuarto y armé una maleta algo improvisada pero con ropa ligera... Pasaporte en mano, y la mano de mi esposa en la otra.

A la salida estaban mis hermanos y mis suegros, nos despedimos, y Nicolás nos llevó al aeropuerto.

—Cuídense mucho, por favor. — Se estacionó y nos ayudó con las maletas.
—Ya sabes que Beatriz en mis manos, es lo más segura que va a estar. — Le sonreí y nos dimos un beso de esquimal.
—¿Tienes algún encargo para nosotras? — Mi esposa se veía preciosa, ¿Les he dicho lo hermosa que es?
—No, en otras circunstancias les diría que me trajeran una diosa griega, pero ya tengo la mía. — Rió y se puso sus lentes oscuros.
—Pobre de ti que no me la cuides. — Le di un puñetazo en el hombro.
—¡Qué salvaje eres! — Se estuvo sobando, ni lo golpeé tan fuerte.
—¡Te quiero Nico! Cualquier cosa, nos avisas si sucede algo. Nuestros teléfonos van a estar siempre encendidos y tienen cobertura en donde sea. — Le dijo mientras corríamos a abordar porque ya íbamos tarde.
—¡No se preocupen! ¡Dis fru teeeeen! — Nos despedía a lo lejos agitando las manos.


Tortuosas casi diecisiete horas de vuelo después, ya habíamos aterrizado... Menos mal traíamos con que entretenernos, si no, alguna de las dos seguro enloquecía, a ratos Beatriz coloreaba en el libro que le regalé en nuestro primer viaje juntas, a ratos oíamos musica, a ratos jugábamos, se había inventado este juego de hallarle forma a las nubes, la que le diera la forma mas rara, ganaba... Era algo tierno, si me preguntan a mi.

Ahí íbamos, arrastrando las maletas por todo el aeropuerto hasta encontrar un transporte que nos llevara al hotel... Finally, encontramos un taxi disponible...

Seguramente nos vió la cara de turistas y por eso se mandó con la tarifa de cobro, ya estábamos ahí... ¿Ni modo que no le pagara?... Al menos fue amable como para bajar el equipaje.

-Bienvenida, esposa.
-Gracias, esposa.

Nos dimos un beso y entramos a registrarnos en el hotel...

Obviamente esta conversacion ocurrió en inglés pero no quiero molestarles si no les gusta leer en ese idioma...

—Hola, tenemos una habitación reservada. — La señorita detrás del mostrador se veía de lo mas amable.
—Buen día, ¿A nombre de quién está? — Nos sonreía en todo momento.
—Marcela Valencia Dorantes. — Beatriz admiraba el arte en el techo del recibidor.
—¡Y esposa! — Se escuchó a lo lejos mientras mi corazoncito giraba y apreciaba los murales.
—Asi es... Y esposa. — Le sonreí y me lanzó un beso.
—Ah, si, aqui estan registradas... — Firmé unos papeles y me entregaron la llave de la habitación.

Un caballero llevó nuestras maletas, en el inter, mi esposa le tomaba foto a todo... Ha de pensar que estoy igual de embelesada viendo el alrededor, supiera que nada de eso me importa mas que ella.

Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora