Cosas de Mamás. (Marcela POV)

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Llegamos a casa de mis suegros a primera hora, a saludar a Maxi y llevarle ropa, porque no podíamos llevarlo a la oficina, los pendientes eran demasiados. Me siento particularmente más enamorada, cómo cuando todo apenas comenzaba con Beatriz, era justo y necesario reconectar.

—¿Cómo la pasaron, tortolitas? — Tan chismoso mi suegro.
—Divinamente, pá. ¿Y mamá? — Tomábamos asiento en la sala.
—Está bañando a Danielito, resulta que embarró su ropita... — Menos mal traíamos otro pañalero para él.
—Vamos a subir rapidito a saludar y nos volamos a la oficina, estos días van a estar pesados en la empresa. — Pasamos a ver al nene y a mi suegra, me dolía dejarlo otro rato, aunque sabía que estaba en las mejores manos.



Las visitas sabatinas con Helena siguieron unos meses hasta el juicio de adopción. Cada vez nos costaba mas dejarla en esa casa hogar. En el inter remodelamos el cuarto que era de Malú, pusimos cosas unisex para que ella termine de personalizarlo cuando esté en casa.

En abril fue el babyshower de Malú, ese día nos enteramos que iba a nacer una pequeña Valencia, bueno, una Ramos Valencia... Susana Ramos Valencia, decidieron ponerle el nombre de mi mamá, Nicolás no dudó ni un segundo de que era una buena elección. Aprovechamos y les pasamos ropita de Maxi que ya no le quedaba, como todas las celebraciones de mi hermana, fue lo más ecológico posible, todo lo que recibió eran cosas que podían reusarse durante mucho tiempo. Mi hermano se volvió loco como en el de Danny, llegó con todo el centro comercial en un camión, listo para hacerle una casa a Susana.
Vaya que los sobrinos han ablandado demasiado a Daniel, ni lo reconocerían si lo vieran, ya no es esa fiera fría para los negocios ni el apático que solían conocer.


Se llegó el día de las madres y la pasamos lindísimo con mi suegra en un restaurante, fue muy especial, nuestro primer día de las madres de muchos que nos faltan. De ese día no hay tanto para contarles cómo me gustaría, le regalé un collar de perlas a mi esposa, ella me dio un anillo, verdaderamente las joyas sobraban, pues mi regalo más grande ya vivía conmigo.

Ese día vivirá siempre en mi memoria, fue el día donde Maximiliano dijo su primera palabra, lo recuerdo cada que estoy triste e inmediatamente me pone de buenas. Les cuento:

Llegamos a casa después de recoger al nene, mi suegro se ofreció a quedarse con él para que estuviéramos a gusto. Estaba particularmente animado, así que eso significaba una cosa: JUGAR.
Saqué un tapete y unos juguetes, me quité las zapatillas y Beatriz fue por su pijama y la del bebé. Volvió y pasamos cerca de una hora cansando a la pulga para poder dormir, pero algo sucedía, nos veía y balbuceaba con urgencia, como si algo fuese a salir de esa boca, no nos equivocamos... Si salió algo de su boca, algo muy importante... "Ma... má":

-¿ESCUCHASTE O LO IMAGINÉ?
-¡Marcela, dijo su primera palabra!
-¡DIJO "MAMÁ"!
-¡NOS LLAMÓ "MAMÁ"!

Lloramos y lo torturamos a besos y mimos, tratando de que lo repitiera, obviamente no sucedió y cedimos. Volvería a suceder tarde o temprano. No podía de la emoción, realmente la vida con Danny es descubrir un mundo nuevo cada día.

No les he contado tanto del hotel en buen tiempo, supongo que también es tiempo de ponerles al tanto sobre eso: hemos ido para supervisar unas tres veces, viajes express, de máximo tres días. Ese proyecto floreció increíblemente. Nos reunimos con los gerentes para ver números, todo balanceado y en cifras verdes, estábamos llenos de reservaciones hasta el 2026... Con eso en mente, podríamos arriesgarnos a expandirnos a otro lugar.

Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora