Después de los negocios: B.E.N.Y. [Parte 2]

"Bienvenido al mundo... Mi amor". (Marcela POV)

Llegamos al hospital y después de estacionar en la entrada, dice Beatriz que salió corriendo gritando por una camilla o alguien que ayudara porque me desvanecía, no recuerdo mucho de eso... Después de unas lagunas mentales estaba en el quirófano y posteriormente, en otro cuarto:

—¿Amor, qué pasó? — Beatriz estaba borrosa a mi lado, tomando mi mano.
—Los doctores dicen que se te subió la presión, no te preocupes, tuvieron que hacer cesárea de emergencia. — Sonaba muy fría.
—¿Y el bebé? ¿Qué es? ¿Dónde está? — Me hiperventilaba.
—Tranquila, tranquila... — Volteó para su derecha.
—¡Cálmate, Marcela! ¡Aquí está el tesoro de la familia!... ¡Y ES UN PRINCIPE HERMOSO! — La enfermera lo puso entre ambas.
—Tuvimos un niño, amor, es divino... — Comenzamos a llorar de la emoción de ver semejante pedazo de cielo. Un bebé sano, de tez rojiza como todos los recién nacidos, los pocos cabellos que tenía, eran rubios y sus manitos eran lo más divino del mundo.
—¿Cómo te vas a llamar, Semillita? — Beatriz lo alzó en sus brazos y comenzó a caminar con él por la habitación, verlos me hacía sentir completa, satisfecha, realizada.
—¿Te gusta Maximiliano? — Le comenté...
—¿Daniel Maximiliano Valencia Rincón? — "Daniel" El nombre de mi hermano...
—¿Daniel? — Para confirmar...
—Si, me gusta, sé que será un hombre fuerte y maravilloso... — Se acercó y puso a Maximiliano en mi pecho.
—Bienvenido al mundo, mi amor, Daniel Maximiliano, tu mami y yo te amamos. — Beatriz me dió un beso.
—¿Puedo avisar a mis papás? — No podía separarse de Max.
—Si este caballero te deja... — Reímos y ella salió a hablarle a la familia, ya estaba mi hermano en camino, y Malú con Nicolás.

Entraron mis suegros con globos y flores.

—¡Hija! ¡Es precioso! ¿Cómo se llama? — Mi suegra lo alzó y mi suegro lo veía de cerca con una ternura encantadora.
—Daniel Maximiliano Valencia Rincón... — Dijimos a la par mientras Beatriz tomaba mi mano.
—¡Eres precioso, mi amor! Yo soy tu abuelito, ella es tu abuelita... — Me sentía cansada pero feliz.

Estuvieron un rato y me dejaron a solas con Beatriz, eso porque se llevaron a Maxi al cunero. Horas después llegaron Nico y Malú de visita, dejaron un arreglo floral y globos para después pasarse a ver al nene en su incubadora. Dejamos lo mejor para el final, LA REACCIÓN DE DANIEL... Llegó justo a tiempo cuando la semillita ya estaba de regreso al cuarto con nosotras porque debía darle de comer.

—¿DÓNDE ESTÁ? — Hacía su escándalo hasta que vió que Max estaba durmiendo en una cuna al lado mío.
—¡Shhh! Está dormido. — Le dije mientras le hacía gestos con las manos.
—Les traje esto, ten cuñada, comida, porque me imagino que no has comido, y ten, flores para ti, hermana... ¿Y? ¿Cómo se llama esta guapura? — Se acercaba a tomar fotos discretamente.
—¿Le dices tu o le digo yo? — Volteé a verla.
—Se llama Maximiliano... — Me regaló el remate.
—DANIEL Maximiliano... — Hice énfasis.
—¿Qué? ¿Es en serio? — Sus ojos se aguaron y como ya saben que es rubio, su rostro claro se tornó en uno ruborizado por la emoción.
—Suena muy telenovelesco, lo sabemos... Pero lo sentíamos correcto. — Me abrazó.
—¡Gracias, hermana! ¡Gracias por esto! Estoy muy feliz, no saben, no pueden dimensionar lo que siento. — No podía dejar de ver a su sobrino y eso nos partía de la ternura.

Los días siguientes fueron un poco agridulces, a veces me daba ansiedad y miedo de hacerle daño a esa criatura tan pequeña, tal vez era el babyblues, como le dicen... Vinieron las muchachas de la oficina, Daniel incluso siempre estuvo pendiente, mis suegros fueron algunas veces y mi suegra sobre todo pendiente de mi alimentación para darle leche al bebé, ese es otro tema... LOS PROBLEMAS DE LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA, NO ES TAN FACIL COMO LO PINTAN Y ESO ME FRUSTRABA...