CAPÍTULO 42

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BELLA

Con el pie en el acelerador y los ojos en la carretera conduje, conduje hasta la zona apartada que una vez fue la casa de Henry, ya no me sentía extraña a medida que me acercaba a mi destino, mis ojos recorrieron el gran cartel de "bienvenida" del centro de adopción que no solo fue una vez el hogar de Henry, sino también el mío.

Ahora sabía por qué me sentí extraña el primer día que vine aquí, hablando con la Sra. Lavisham todo había sido extraño pero ahora entendía por qué se sentía de esa manera, había estado en la casa de mi propia infancia excepto que no la recordaba, la nieve crujía debajo de mis zapatos cuando salí del auto estudié el edificio, la parte que estaban renovando ya estaba hecha con las luces y decoraciones navideñas por todo el edificio, me sentí a gusto y una parte de mí se sintió como en casa.

Los niños estaban ocupados aventándose bolas de nieve unos a otros, algunos parecían felices, otros no tanto pero supongo que así era la vida, la felicidad y la tristeza estaban destinadas a llegar a ti en algún momento de tus años de vida, pero hoy, hoy estaba decidida a poner una sonrisa en todos y cada uno de los rostros de estos niños, seguro que se lo merecían.

—¿Quieres que te ayude con eso?

La Sra. Lavisham caminó hacia mí desde su lugar junto al estanque, con una sonrisa amable en su rostro mientras se ofrecía a llevar las muchas bolsas en mis manos.
Fue agradable volver a verla.

—Cree que estará bien, ¿quizás reunir a los niños junto al estanque? tengo una sorpresa para ellos. —Le devolví su sonrisa contagiosa y me dirigí hacia el estanque que solía ser el lugar de escape de Henry.
Un sitio que la Sra. Lavisham parecía mantener cerca de su corazón, asintiendo con la cabeza reunió a los niños a mi alrededor junto al estanque.

—Feliz navidad —Entregué una bolsa de regalos a cada niño, que contenía juguetes, bocadillos y un peluche de mariposa, porque estos niños eran libres, libres para crecer, libres para vivir y aprender, tal como lo había hecho yo, tal como lo hizo Henry.

—Realmente pusiste una sonrisa brillante en las caras de estos angelitos, gracias por eso y Feliz Navidad para ti también —Ella sonrió envolviendo su bufanda alrededor de su cuello.

—Me hace feliz verlos felices, después de todo una vez fui una de ellos —Estudié su expresión, ya que sus rasgos no cambiaron, no pareció sorprendida por mi declaración de hecho, parecía saber exactamente de lo que estaba hablando.

—Bienvenida de nuevo Sofía, ya veo cuanto has crecido, eres tan grande. —Mi corazón se detuvo, mis movimientos cesaron por un momento. ¿Ella supo quién era yo todo el tiempo? La miré por un largo rato, ella me devolvió la mirada su pequeña sonrisa nunca desapareció de su rostro.

—¿Usted sabía?

—Desde el momento en que te vi

Extendió su mano y tomó la mía, apretándola en su agarre.

—Es por eso que me pregunto mi nombre a pesar de que ya le había dicho que mi nombre es Bella.

Tenía sentido ahora, me había preguntado de nuevo cuál era mi nombre al igual que Henry me había preguntado si mi nombre realmente era Bella al principio, había sentido que yo era Sofía, pero la Sra. Lavisham ella lo sabía.

—Nunca podría olvidar una cara tan bonita. —Soltó mi mano y se volvió hacia el estanque, sus ojos brillaban como si estuviera feliz, tal vez en paz.
—Y él tampoco —Su voz era suave, pero sus palabras eran confusas.

—Lo supo todo el tiempo, supongo que le tomó un poco de tiempo estar seguro — Volvió a mirarme, esta vez había tristeza en su mirada, parecía triste, la paz había desaparecido de sus facciones y fue reemplazada por el dolor.

DESIRE |HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora