DESIRE |HENRY CAVILL

CAPÍTULO 15

BELLA

Mi mente estaba en una montaña rusa desde el día de ayer, no podía quitarme las imágenes de la cabeza... me había besado y lo había dejado. Se sintió bien, en ese momento todo había desaparecido, no había un Whitley Psyche Hospital, ningún psicópata, sin pasado loco. Solo él y yo.

Él había hecho que pareciera que todo estaba bien y ahora, ahora no podía quitarme esos pensamientos de la cabeza. Lo que estaba sintiendo hacia él estaba más allá de lo explicable.

No sabía si yo también había perdido la cabeza por completo, una sensación de inquietud se apoderó de mí cuando salí del ascensor y me dirigí a la puerta de mi departamento.

El aire en mis pulmones de repente se volvió espeso y las paredes se cerraban sobre mí. Mis dedos temblaban alrededor de la llave, no podía entender por qué me sentí tan extraña de repente, había sido feliz, muy feliz y ahora sentía que esa felicidad no iba a durar mucho.

Mi bolso cayó al suelo y mi mano golpeó mi boca mientras escaneaba mi sala de estar.

Todo fue destrozado, los muebles, los cuadros, la alfombra. Todo fue cortado, mi corazón latía con fuerza en mi pecho, miré la gran escritura roja en la pared. Mantente alejada, te lo advierto, caí al suelo y me senté con el corazón en la garganta, ¿Qué significaba eso? ¿Quién estaba aquí? Alcanzando mi teléfono, marqué el 911.

No estaba segura aquí, sabía que quedarme sería un riesgo, pero no iba a huir, esta era mi casa. Después de que la policía se fue, me acosté en mi cama, sin querer mirar el desorden en la sala de estar, la policía me informó que no había huellas dactilares, ni ADN, ni evidencia de allanamiento de morada en mi apartamento.

Así que técnicamente, era inútil, no podían decirme quién lo había hecho, dejé que el agua tibia derritiera mi latido acelerado, salí de la ducha y me envolví en una toalla, limpiando el espejo empañado, miré mi propio reflejo, no me parecía a mí misma.

Mi piel había palidecido, el miedo era visible en mis ojos, no fui valiente, no por mucho que quisiera serlo, no lo fui, pero sí creía que podía ser valiente, que podía intentarlo, quienquiera que haya estado en mi casa podría volver y no estoy segura de si estaba preparada para ello.

Examinando mi habitación antes de entrar, me sentí aliviada de que no hubiera nadie allí, pero mi alivio pronto se desvaneció y fue reemplazado por pánico cuando vi una nota en la mesita de noche junto a mi cama, ¿Cómo no había visto eso antes? "Por cada visita, hay un castigo, Bella" rompiendo el papel, me senté en la cama, tragando el nudo en mi garganta, ¿Por qué sonaba como... Henry?, desde su primera advertencia "Mantente alejada" hasta su segunda advertencia "para cada visita".

Se parecía mucho a Henry. Prácticamente, podía escucharlo diciéndomelo, ¿Pero por qué?, sé que trató de alejarme muchas veces, pero ¿esto?, este no podía ser él.

Me tenía que estar volviendo loca, me había besado hace menos de veinticuatro horas, ¿por qué haría esto? ¿Y cómo diablos iba a hacer esto? Estaba encerrado en una prisión de cuatro paredes y claramente no tenía idea de dónde vivo, ¿Así que cómo?, o lo más importante de todo... ¿Quién?

Café en mano y mi cabello hecho un desastre atado en un moño, caminé directamente a la habitación de henry, pasé toda la noche despierta, pensando en todas las posibilidades y no llegué a ninguna conclusión, incluso consideré pasar todo el día en la cama, pero sabía que venir aquí por respuestas era mejor que eso.

Si quería respuestas, tenía que volver, tenía que ver a Henry, si él estaba detrás de esto, quería saberlo de él, no quería que fuera obvio que me había dado cuenta, solo quería ver su reacción, para ver si parecía sospechoso.