CAPÍTULO 12

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HENRY

—Shhh Sofía, ¿por qué lloras?

—Por ti.

—No, estoy bien, de verdad.

—¿Por qué papa te hace eso?

—No sé. Pero lo que sea que te diga de mí, no te lo creas ¿de acuerdo? —Ella asintió, sus ojos estaban llorosos y tristes, me dolía mirarla así.

Quería abrazarla, decirle que no volvería a suceder. Pero no quería hacerle promesas vacías, no hasta que supiera que podía cumplir mi palabra. Ella entró en pánico por el sonido de sus pasos acercándose al armario.

Demonios, yo también entré en pánico, lo único que podía pensar en hacer era tirar de ella detrás de mí y esperar lo peor. Podía sentir sus pequeños dedos agarrando la parte de atrás de mi camisa, se me hizo un nudo en el estómago al verla así de asustada y supe que no estaba asustada por ella, estaba asustada por mí.

—¿Listo o no? Aquí voy... —lo siniestro de su voz me hizo sentir sofocado en el pequeño espacio confinado del armario.

Sabía que solo pasaron minutos antes de que nos atrapara, minutos antes de que comenzara la pesadilla, contuve la respiración con la esperanza de volverme invisible, sabía que solo me estaba engañando a mí mismo. No existía tal cosa como ser invisible, pero quería creer que sí.

Me congelé ante su repentina aparición frente al armario mientras abría las puertas de un golpe.

Una sonrisa diabólica se dibujó en su rostro cuando se inclinó.

—Oh Sofía, eres tú a quien estoy buscando

Me recliné hacia ella, deseando que hubiera una manera de esconderla de él para siempre, pero él conocía mis trucos, los había hecho muchas veces antes.

Agarrando mi camisa, tiró de mí hacia adelante y me sacó del armario, todo el tiempo traté de patearlo y golpearlo. No podía hacer mucho, pero podía atraer su atención hacia mí.

—No, ahora Henry.— Me tiró al suelo y me despidió como si nada.

—Vamos niña, papá te ha estado buscando por todas partes. Estás bien, ahora estás a salvo. ¿Te lastimó? —La vi sacudir la cabeza, sus ojos buscando los míos nunca la lastimaría.

—Te lo dije, no dejaría que te hiciera nada de nuevo. Ahora dime la verdad, ¿te tocó en alguna parte bebé?

Quería enfurecerme con él, tomarla y huir. Me puse de pie y corrí hacia él, tirando de su camisa, tratando de alejarlo de Sofía.

—¡Déjala sola!—Grité cuando se dio la vuelta y me miró, la ira había reemplazado su sonrisa maliciosa.

—¡La estoy salvando de ti, imbécil! —Me agarró de la oreja, me sacó de la habitación y bajó las escaleras, estaba feliz de que ya no estuviéramos cerca de Sofía, pero mi felicidad pronto llegó a su fin cuando fui arrojado al suelo, a los pies de mamá.

La miré, tenía una expresión preocupada mientras se arrodillaba y sostenía mi cabeza en su regazo.

—¿Qué hiciste ahora, Henry?—Pasó sus dedos por mi cabello, casi como para calmarme, pero sabía que no era mejor que él.

—Lo encontré en el armario con ella, está corrompiendo a nuestra hija. —Sacó el cuchillo de su bolsillo y lo agitó, mostrándome para qué era. Me tragué el miedo en mi pecho y lo miré fijamente a los ojos, ya no hui como solía hacerlo.

—¿Es eso cierto cariño? Sabes que se supone que no debes tocar a tu hermana de manera inapropiada, ¿verdad? Te lo hemos dicho antes Henry.

Ella era peor que él. ¡La odiaba, los odiaba a ambos! Un ceño frunció sus rasgos justo después de que le escupí y luego el ceño fruncido se convirtió en una sonrisa, ella sonrió como una psicópata justo antes de limpiarse la saliva de su cara y frotarla en la mía.

DESIRE |HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora