DESIRE |HENRY CAVILL

CAPÍTULO 40

BELLA

Sangre, más sangre, disparos de pistola, oscuridad.
—¿Necesitas otro trago de agua?

Salté ante la voz del hombre sentado frente a mí, había estado tan perdida en mi propia mente que tenía miedo, nunca encontraría la salida. Volviendo mi atención al policía que ahora parecía preocupado, negué con la cabeza, no necesitaba un trago, necesitaba a Henry.

—¿Está segura, señorita Lockwood?— Pasó sus dedos por su vello facial mientras sus ojos analizaban cada centímetro de mi comportamiento, su mirada nunca dejaba la mía.

—Bella, por favor contéstame Bella...

Pensé en mi nombre durante mucho tiempo, ni siquiera era mi nombre pero acepté eso. No quería que me conocieran como Sofía.
Ser Sofía era la razón por la que todo esto estaba sucediendo en este momento y yo no quiero ser la chica que le dio la espalda a Henry.

Su rostro volvió a aparecer en mi vista y pude sentir que me derrumbaba una vez más pero me contuve, si me permitía derrumbarme de nuevo no sabía si podría recomponerme más.

—Bella, mencionaste que Cavill estaba contigo y Luke esa noche, ¿es correcto?

Aspiré un océano lleno de aire y asentí con la cabeza, mi corazón se derrumba ante el recuerdo de esa noche.

—¿Sabes a dónde huyó Cavill cuando llegamos al lugar? —Su pregunta estaba haciendo que me doliera la cabeza. ¿Qué quiso decir, a dónde huyó?, fue Luke el que corrió. Henry estaba justo allí... Me había salvado la vida. Otra vez.

—No entiendo. —Mis labios temblaban con cada doloroso segundo que pasaba, no podía entender su constante interrogatorio.

—¿Qué es lo que no entiende, señorita Lock.. Bella? —Se corrigió y luego desabrochó el botón superior de su camisa, parecía que se estaba poniendo inquieto con mis descansos constantes. Honestamente solo quería salir de allí, lavarme la sangre de Henry y acostarme en la cama hasta que todo dejara de dolerme tanto.

—No entiendo por qué pregunta por Henry.... ¿no lo encontró allí conmigo? —Me sentí mareada de nuevo, estaba allí sabía que lo estaba, lo vi con mis propios ojos. Estaba acostado en mis brazos, sé que así fue.

—Bella cálmate por favor, repasemos todo lo que sucedió antes de que llegáramos a ustedes —Parecía más que serio ahora mientras me miraba hacia abajo, esperando que le vertiera mis entrañas. No podía expresarlo con palabras, no quería aceptarlo.

Pensé en los minutos antes de que todo se detuviera con mi corazón completamente destrozado y mis palabras rotas, susurré.
— Lo vi morir en mis brazos. —Cuando las palabras salieron de mi boca me deshice en lágrimas recordando cada pequeño detalle que había sucedido, quería llorar hasta que no me quedaran lágrimas que derramar, quería respirar hasta que no pudiera respirar más. "Moriré por ti, Sofía".

Su voz hizo eco en mi cabeza, me había dicho que moriría por mí cuando me apuntó con un arma a la cabeza mientras aún estaba atrapada en su casa con él, pero nunca pensé que realmente lo haría. Había recibido una bala por mí, en realidad había muerto por mí, cerré los ojos y volví a ver su rostro es como si me estuviera persiguiendo, estaba allí cada vez que cerraba los ojos, estaba allí para recordarme cuanto lo había dejado a su suerte nuevamente.
Podría haber sido un monstruo, pero era un monstruo que dio su vida a cambio de la mía, cerré los ojos y reviví el doloroso recuerdo que me perseguía...

—¡Sofía, corre! —Henry me dijo que me pusiera a salvo, que saliera corriendo y me salvara, pero no podía hacer que mis piernas se movieran, estaba congelada en mi lugar mientras mis ojos miraban a Luke agarrar el arma que había dejado caer y apuntar directamente a mí.

—No dejaré que te escapes. —El dedo de Luke se deslizó sobre el gatillo mientras Henry se lanzaba hacia mí, el latido de mi corazón se detuvo. Su piel había palidecido y apenas mantenía los ojos abiertos.

Luke había desaparecido y me quedé con el gran cuerpo de Henry sobre el mío, me obligué a levantarme de debajo de él sosteniendo su rostro entre mis manos mientras sus ojos se abrían y cerraban.

—¡No, no, quédate conmigo! ¡Quédate conmigo! —Mis lágrimas eran imparables mientras veía al hombre que acababa de salvarme la vida perder la suya justo en frente de mí.

La sangre se acumulaba sobre su abdomen en donde Luke le había disparado, presioné mis manos sobre su herida sangrante y presioné con la esperanza de detener el flujo de sangre pero mis intentos fueron inútiles, ya que mis manos se empaparon en el desastre carmesí.

—No, no, estarás bien,te lo prometo.

Ya no podía respirar, ni siquiera podía pensar mientras estaba sentada allí, con su cuerpo inerte en mis brazos, canté las palabras
"quédate conmigo" tantas veces que no sabía qué más decir o qué más hacer mientras estaba congelada bajo la presión de perderlo.
Cuando sus ojos se cerraron y permanecieron cerrados, mi corazón se desvaneció, mi mente quedó en blanco y me perdí.

—Henry, no me hagas esto —Sostuve su cara entre mis manos ensangrentadas, abrazándolo fuerte contra mí sin querer soltarlo, sin querer creer que esto estaba pasando.

—¡No puedes dejarme! —Grité, mi corazón se destruyo en un millón de pedazos mientras veía su sangre gotear por un lado de su boca.

—Henry —susurré contra sus labios, plantando un pequeño beso en su fría boca.

¡Él no estaba destinado a morir, estaba destinada a ser yo! Yo era la que se suponía que debía recibir la bala, ¿por qué Henry, por qué?

No podía soportar más mi realidad sentada en el suelo Inmóvil y él muerto en mis brazos.

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