BELLAAcaricié el calor que sentía a mi alrededor, un gran brazo envuelto en mi cintura, un sólido pecho presionado contra mi espalda, por un segundo no me di cuenta de quién exactamente me estaba abrazando por detrás hasta qué... me levanté de un salto, alejándome de él, mi corazón latía lo suficientemente fuerte como para despertarlo.
—¿Qué ocurre? — menciono con voz aturdida por el sueño, alcanzó mi muñeca tirando de mí hacia abajo contra él. Me tomó un minuto calmarme, no estaba acostumbrada a dormir a su lado o a dormir en la misma habitación que él.
—¿Qué pasó? —Besó mi frente, su gesto fue suave y relajante, pero solo yo sabía lo que había hecho, cada vez que lo miraba me sentía enferma y no podía evitar querer estar lejos de él.
Me había entregado a él, lo dejaría hacer lo que quisiera conmigo sin oponer resistencia, no quería que me drogara más, así que si darle lo que quería era todo lo que necesitaba para liberarme del constante sueño en el que me ponía, yo le iba a dar justo eso.
—Yo...... Nada —Esperaba que no volviera a preguntar no sabía qué decirle sin enojarlo, ahora era más gentil, su toque era suave, sus palabras eran suaves, tal vez si seguía así no me haría más daño.
—Te asusté —Era más una declaración que una pregunta, pero supongo que era más que obvio que verlo a mi lado me había asustado, sin embargo no parecía enojado, parecía un poco herido, pero como de costumbre nunca dejó que sus emociones permanecieran en su rostro el tiempo suficiente para exponer cómo se sentía realmente.
—Sí —Sabía que le dolía recibir una confirmación de mi parte, pero esto fue culpa suya.
Nunca le había tenido miedo, me dio una razón para tener miedo, nos quedamos en silencio por un rato más mientras me sostenía en sus brazos, se sentía mal pero se sentía bien. Me sentí estúpida, me había hecho pedazos y aun así, una parte de mí se sentía segura en sus brazos, tal vez porque sabía que nadie más podía atraparme, porque él era el único peligro que acechaba en la oscuridad que me rodeaba.
Me puse rígida cuando su mano subió por la camisa que me había dado de nuevo, me sentía enferma con cada movimiento de su toque contra mi piel. Colocando mi mano sobre la suya, le supliqué con mis ojos que se detuviera, no podía hacer eso ahora, necesitaba algo de tiempo para prepararme, pero él no se detuvo.
—Shh —Me susurró mientras se subía encima de mí, inmovilizándome contra la cama. Alcanzó su virilidad casi al instante, no pude hacerlo no está vez, fue demasiado rápido ¿Por qué no podía esperar? ¿Por qué estaba haciendo esto?
—¡Detente! —Grité, el pánico estaba creciendo en mis huesos mientras mis manos empujaban contra su pecho, parecía enojado, como si no se suponía que debía hacer eso.
—No hagas eso —Su voz era baja mientras me miraba fijamente.
Fue mi culpa por ceder ante él ayer y ahora pensó que yo estaba lista para que hiciera lo que fuera conmigo cuando quisiera, tenía que acostumbrarme, necesitaba tiempo.
—No puedo, por ahora —Hablé a través de mi pánico, cada vez que lo miraba a los ojos veía al Henry que me había torturado una y otra vez
— ¿Quién te dio opciones? —Pude ver la frustración que lo atravesó se estaba enfadando y yo podía predecir lo que iba a pasar y lo que predije no fue bonito.
—Hiciste eso para jugar con mi cabeza, ¿eh? —Se levantó de la cama, tirando de mí con él.
Traté de tirar de mi brazo lejos de él, pero mantuvo un fuerte agarre sobre mí, colocándome exactamente en la misma posición en la que me había esposado ayer, se paró detrás de mí hablándome al oído.
—¿Recuerda esto? ¿Fue esa una forma de hacerme pensar que puedo confiar en ti? —Agarró mi cabello y empujó mi cabeza contra el colchón, pude sentir su erección contra mi trasero.
—No objetaste ayer, así que ¿por qué ahora? ¿Será por qué no tengo un arma apuntándote a la cabeza hoy?
Estaba furioso y yo sabía lo que tuvo que haber estado pasando por su cabeza, pensó que traté de jugar con él o entrar en su cabeza, no era cierto nunca quise jugar con él, aunque lo odiara, no lo hice para lastimarlo.
—La única persona que está tratando de meterse en tu cabeza eres tú mismo, Henry. —Se quedó quieto ante mis palabras, sabía que no era el momento ni el lugar para enojarlo más, pero tenía que decirlo, tenía que saber que todo ese lío en su cabeza era él, él era el que se estaba haciendo esto a sí mismo.
Levantándome y sosteniéndome contra él, envolvió una mano alrededor de mi boca y nariz bloqueando cualquier suministro de aire.
—No hables —Me habló al oído.
Me estaba asustando de nuevo, no podía respirar y sentí que en realidad me iba a matar esta vez sí me impedía respirar por más tiempo, mordiendo su mano tan fuerte como pude me gané la libertad de mi boca cuando me soltó, la fracción de segundo que me soltó, corrí hacia la puerta sabía que no tenía sentido, pero me arriesgué de todos modos. Como resultado de mis elecciones de rebeldía, me agarró del pelo y tiró de mí hacia atrás, tirándome al suelo, en mi camino hacia abajo golpeé mi costado contra la mesa en la que estaban los monitores.
Agarrando el lado de mi estómago con mis manos gemí de dolor, no lo había golpeado demasiado fuerte como para que me hiciera esto, al darse cuenta de la cantidad obvia de dolor que reflejaba, pareció como si hubiera salido de su momento bipolar y corrió hacia mí, se agachó y me levantó la cara.
—¿Dónde te duele?— Miró hacia donde yo estaba sosteniendo y colocó su mano sobre él —¿Aquí?
Presionó un poco hacia abajo y el dolor se intensificó haciéndome gemir más fuerte.
—Necesito que me escuches, respira conmigo, ¿de acuerdo? —Asentí con la cabeza e inhalé y exhalé con la señal de sus manos.
—Está bien, está bien, solo relájate —Cerró los ojos por una fracción de segundo, frotándose la mandíbula mientras parecía estar sumido en sus pensamientos, su atención volvió hacia mí poco después, se inclinó y me tocó la cabeza.
—No tienes fiebre, pero tu piel ha palidecido —Me levantó en sus brazos y me llevó a la cama, mientras yo gemía de dolor mi visión comenzaba a nublarse y mi cabeza se sentía ligera.
—Quédate conmigo —Gritó mientras me agarraba la cara e intentaba que me concentrara, pero ya no podía escucharlo.
El dolor era demasiado y sentí como si mis entrañas estuvieran siendo desgarradas, no entendía por qué me estaba pasando esto.
—Lo siento, lo siento mucho —Me abrazó contra él, podía sentir los latidos de su corazón, de hecho era lo único en lo que me concentraba, parecía distraerme del dolor por un rato.
Apoyé mi cabeza contra él, mis ojos se cerraron, todo a mi alrededor se desvaneció y caí inconsciente.———————————————
‼️POR FAVOR, POR FAVOR NO SE SILENCIEN LECTORES‼️. ME ENCANTA LEER TODOS Y CADA UNO DE SUS COMENTARIOS QUE DEJAN EN LOS CAPÍTULOS, HACE ALENTAR A MI CORAZÓN, ASÍ QUE POR FAVOR COMENTEN Y NO OLVIDEN VOTARInstagram: ladydior_20
ESTÁS LEYENDO
DESIRE |HENRY CAVILL
Random*FANFIC* Se necesita un psicópata para crear otro. Un asesino para crear una víctima. Una obsesión por acabar con una vida. Para Henry, es todo y más allá.