DESIRE |HENRY CAVILL

CAPÍTULO 43

HENRY

—¡Sofía, corre! —La había llamado para que se pusiera a salvo, quería que saliera corriendo y fuera salvada por la policía, pero no podía hacer que sus piernas se movieran, estaba congelada en su lugar mientras sus ojos miraban a Luke agarrar el arma y apuntar directamente hacia ella.

Seguí su mirada hasta el arma que estaba en la mano de Luke, mi corazón se hinchó en mi pecho mientras consideraba todas las posibilidades, en una fracción de segundo mi cuerpo estaba tenso y casi vomité ante la idea de que le dispararan, no dejaría que sucediera, no dejaría que la lastimara más.

—No dejaré que te escapes. —El dedo de Luke se deslizó sobre el gatillo mientras yo me lanzaba hacia ella.

El fuerte disparo resonó en mi cabeza mientras yacía en el suelo con el corazón de Sofía aún latiendo, pero cuando me miró a la cara pude ver la conmoción que se extendió por sus rasgos, estaba tan pálida como un fantasma al verme.
Mis ojos se abrieron y cerraron, el mundo se calmó el único sonido que se escuchaba era su voz suave y asustada.

—¡No, no, quédate conmigo! ¡Quédate conmigo!

Podía oírla pero no podía responder, apenas sentía el dolor que se extendía por mis huesos mientras yacía sangrando en sus brazos, momentos después sentí sus pequeñas manos temblorosas presionar contra mi herida, su pánico aumentaba mientras trataba de mantener mis ojos abiertos pero mis párpados se estaban poniendo pesados y ya no cooperaban conmigo, ya no podía escuchar sus palabras, solo su voz mientras repetía algo una y otra vez, quería echarle un último vistazo, decirle una última cosa pero solo logré hacer una.

Pude vislumbrar la belleza de su rostro por una milésima de segundo antes de que mis ojos se cerraran y permanecieran cerrados, aunque posiblemente estaba a punto de tomar mi último aliento todavía estaba luchando por vivir.
Tenía una última cosa que hacer matar a Luke, había dicho que moriría y que no moriría sin cumplir mi palabra, pero todo estaba demasiado tranquilo, las sirenas eran lejanas y ya no podía sentir los brazos de Sofía a mi alrededor, se debió haber ido.

Ella debe haberse ido o tal vez ella fue capturada por Luke, la idea de que Luke se la llevara enfureció mi mente entumecida y luché contra la muerte, forzándome a abrir los ojos, el débil latido de mi corazón volvió a cobrar vida y pude sentirlo latiendo en mi garganta, apreté mis manos en puños mientras soltaba un gemido empujándome para ponerme de pie, Sofía se había ido y me quedé con los pensamientos de ella siendo herida por las manos del hombre que había jurado matar.

Me agarré el abdomen mientras me dirigía a la ventana delantera, me asome por las cortinas asegurándome de que nadie me viera, el alivio inundó mis sentidos cuando vi que la pequeña y frágil forma de Sofía era llevada a un coche de policía, estaba mirando hacia la casa, casi como si me hubiera dejado su corazón y conservado su alma vacía en su lugar.
Ansiaba tocarla, abrazarla y decirle que iba a terminar con todo esto por ella y que iba a terminar con él. Cerré los ojos por un largo momento y luego me di la vuelta, saliendo por la puerta trasera arrastré mi peso hacia el árbol, buscando a mi presa no iba a parar hasta encontrarlo, nunca iba a parar.

No estoy seguro de cuánto tiempo me tomó encontrarlo agachado respirando profundamente, parecía estar sin aliento por la carrera que había hecho y obviamente estaba herido cuando lo golpeé en la casa, ni siquiera sé cómo llegué tan lejos hacia él con vida.

Solo la idea de salvar a Bella me hizo alimentarme de vida, dándome suficiente fuerza para lanzarme a su cuerpo desgastado, todo era una niebla, habíamos peleado de nuevo hasta que no pudo más, envolví mis manos alrededor de su cuello forzando toda mi fuerza en mis dedos mientras apretaba su garganta bloqueando su suministro de aire, me arañó los brazos tratando de liberarse pero ahora era demasiado tarde para él.