18. En casa

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Natasha.

—No sé nadar.—Dije rápidamente.

Thor se metió al agua y Wanda insistió en acercar su hermano.

—Oh, oh... —Dijo Steven.—Es una llama.

—¡Es un caballo!—Dijo Tony señalando el dibujo.—Nat, ven a jugar.

—Uh...—Balbuceé y Val se sentó cerca de ellos.

—Deja que su novia y Thor le enseñen a nadar.

—Es momento de mi mejor amiga conmigo, Stark. Apártate.

Tony gruñó.

—¡Steven no ve el arte en mis dibujos!

—¡Lo intento!

—Amor, ven. Yelena jugará con ellos.—Dijo Wanda extendiendo su mano. Negué.—Prometo que estarás bien, te sostendré en mis brazos y no te dejaré hundirte.

Confío en Wanda.

—¡Y yo ayudaré!—Dijo Thor.

Asentí y caminé hasta el agua, mis pies tocaron el mar. Está frío. Me metí un poco más y mis brazos fueron al cuello de Wanda al igual que mis piernas a su cadera. Sentí sus manos en mi trasero, pero no me quejo, eso me gusta mucho.

—Te dije, bebé. No voy a soltarte.

Uní mis labios con los suyos. Me gusta estar con ella.

—¿La ayudaremos a nadar o sólo a flotar?—Preguntó Thor.

—¿Ambas? ¿Qué opinas, amor?

—Ambas...—Murmuré y ellos asintieron lentamente. Tengo mucho susto de ésto y lo que pueda suceder.

—Bien, pasa por mi espalda.

Hice lo que pidió y me colgué por su espalda. Ella tomó mis manos y enrollé mis piernas en su cadera. Wanda comenzó a avanzar y el agua se sentía realmente bien.

Está genial.

—Me gusta.

Ella se giró levemente y la vi sonreír de soslayo. Thor llamó a Yelena y mi hermana corrió hasta el agua colgándose de Thor.

Ambos se agradan. Eso es genial.

Todo es genial hoy.

Ya casi no recuerdo que he llorado.

—¿Y ésto es nadar?—Pregunté y Yelena negó.

—No, Sherlock. Nadar es cuando te sueltas y nadas, así mira.

Se soltó de Thor y comenzó a avanzar bajo el agua. Parece un pez.

—Se va a morir.—Dije yo y Wanda negó.

—Podemos aguantar la respiración, también se puede nadar sobre el agua, pero es algo más complicado el flotar y el nadar al mismo tiempo.

Asentí. Flotar y nadar, okay.

Flotar y nadar.

Una vez tuve un pez, pero comenzó a flotar al revés y el veterinario dijo que estaba enfermo y había muerto.

—¿Flotar no es morir?—Pregunté.—Es que Tommy murió y el flotaba en su pecera, entonces yo no quiero morir.

—No vas a morir, Sherlock.—Dijo Yelena y asentí.

—¿Quieres flotar?—Preguntó Wanda y asentí, ella me ayudó.

Puso sus manos bajo mi espalda y me permitió flotar observando el cielo, el agua trataba de entrar a mis oídos y quise volver a ponerme en pie, pero Thor cubrió mis oídos levantando mi cabeza.

God must hate me. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora