Wanda.
Mientras Val y Carol se encargaban de guiar el evento en beneficio, Natasha y yo nos encontrábamos en el hospital acompañando a nuestra hija.
—¿Crees que esté bien?—Pregunté. Mi esposa levantó la mirada de su móvil, observó a Yelena y asintió relajada. Ella puede tomarse las cosas com tanta ligereza, admiro eso, me cuesta tanto no temer por la vida de quienes amo, incluso aunque digo que puedo ser libre, pareciera que jamás podré serlo realmente. Oh, Dios.—¿Segura?
—Sólo está dormida, fue un golpe y los exámenes resultaron bien. —Mi esposa se puso de pie.—¿Quieres café?
—Sí, pero hay un ascensor antes de la cafetería y...
—No importa, llevo los tapones.—Señaló sus oídos y me besó cortamente en los labios antes de alejarse.
Observé a mi pequeñita en silencio, sus labios delgados, su nariz redonda y aquella cicatriz en su ceja. Idéntica a la que su madre tiene, sólo que la de mi pequeña está cubierta por una bandita debido a su caída. Estaba jugando en la fuente y por lo que Loki nos ha dicho, vio a una niña empujarla. Loki la ha increpado, pero tenia a Frida en brazos y no ha podido atrapar a la niña.
Loki es capaz de jalar el cabello de quien sea con tal de proteger a sus dos primos, es muy amigo de Charlie y cuida muchísimo a Yelena, incluso a pesar de los años que los diferencian.
—Dios, bebé. Me asustaste tanto...—Susurré al verla removerse un poco. Ella abrió los ojos.
—¿Y Kate?—Preguntó en un susurro.
—¿Viste a la tía Kate? Estaba en el parque con...
—Conmigo.—Contestó ella intentando sentarse en la cama. La miré extrañada.
—Cariño, siéntate. No es necesario que te levantes o algo, deben venir a revisarte y...
—¿Mamá aún guarda los dulces que compró para mi?
La miré extrañada. Yelena tiene aquella actitud manipuladora y dulce, aunque le digas que no, consigue lo que quiere, y si le dijiste que no otra vez, eso es parte de su plan, no tengo ninguna duda respecto a eso, ella definitivamente sabe como dar en el clavo de todos sus planes. Yelena es... Astuta, pequeña y muy astuta.
Por supuesto que ahora intenta conseguir que luego del incidente su madre le compre todos los dulces que por lo general no le dejaría comer.
—Puedo decirle a tu madre que compre algunos dulces, pero debes guardar para Charlie, no puedes comer tanto azúcar, mucho menos luego de ésto.—Señalé y ella negó.—Cariño...
—No, los dulces que compró para darme antes. Muchos años antes, cuando no nací.—Insistió ella. La miré extrañada. Los niños son raros, y sé que los míos lo son, los conozco, pero ésto es aún más extraño.
—No entiendo, amor. Pero le diré a Natasha que...
—Es una bebé.—Se burló mi hija. La miré bastante molesta. No me gustó aquél tono. Entiendo que tenemos mucha cercanía, pero burlarse de su madre por la forma infantil que tiene, no me parece justo.
—Yelena.—Le advertí con mi tono de voz. Ella me observó fijamente y me dedicó una sonrisa que me enfrió la piel. Fue raro.
—No me ves.—Se quejó ella.
—Te estoy viendo, cariño. Relájate. Estás muy... Alterada.
—No, no me ves. No me notas. No lo notas...—Negó repetidas veces y yo la miré aún más extrañada.
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God must hate me. [Wandanat]
FanficWanda y Natasha llevan cuatro años de relación, cuatro hermosos años en donde han aprendido mucho sobre la otra, con veinte años ambas ingresan a la universidad y deciden compartir un piso, eso no sería ningún problema de no ser porque ambas tienen...