87. Todo correcto. (+18)

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Wanda.

[+18 contenido adulto]

—Quítalo.—Dijo Natasha al ver como detenía mi mano sobre la bragueta de su pantalón.—Ahora, Wanda. Quítalo...—Soltó un gemido al sentir mis labios bajar a sus senos lamiendo con delicadeza sus pezones.—Wanda...

Sus manos tomaron mi cabello y sentí como jalaba un poco intentando alejarme, no lo suficiente, ella sólo quería probarme.

—Mía.—Gemí contra su piel.

Charles tiene seis meses, casi siete, y ya duerme en su habitación, por lo que hemos logrado encontrar la forma de hacer el amor ahora, antes no, era incómodo levantarnos en mitad de la noche sólo porque alguna quería tener un poco de intimidad.

—Wanda...—Gimió ella nuevamente. Hundí mi lengua en su entrada en cuanto bajé dejando besos por su abdomen marcando un poco de su piel, sólo un poco, Natasha odia las marcas.

—¡Eso me gusta!—Dijo ella algo emocionada. No pude evitar sonreír, no puedo estar seria ni siquiera en éstos momentos, ella siempre me hace reír de alguna forma.

—Cállate. —Me quejé y ella asintió cerrando los ojos, dejó caer su cabeza en la almohada mientras mis manos tomaban sus muslos para subir uno sobre mi espalda mientras mi lengua volvía a acariciar su clitoris. Los gemidos roncos de Natasha y sus uñas clavándose suavemente en mis brazos mientras yo seguía disfrutando de su sabor, volvía todo mucho más erótico de lo que realmente era.

—Me gustas tanto...—Susurré separándome un poco para besar sus muslos.

—Ya, pero...—Comenzó ella y enarqué una ceja. —¿Puedes seguir? Por favor y muchas gracias.

Dicho ésto, volvió a recostarse. Bajé mi lengua a su entrada acariciando lentamente cada zona mientras ella gemía retorciéndose bajo mi cuerpo. Uní dos de mis dedos en su entrada retomando mi lengua un poco más arriba, justo en donde sabía que le fascinaba. Su desesperación era notoria, el climax se acercaba.

—Wanda... Wanda...—Repetía ahogada en la desesperación por tocar el extasis de todo.

Mantuve el ritmo aumentando un poco para luego volver a la normalidad mientras ella se aferraba a la sábana de la cama. Pude sentirla llegar en mi boca.

Me mantuve allí hasta dejar completamente limpios los muslos de mi esposa, besé la cara interna de éstos y Natasha rápidamente subió sobre mi cuerpo luego de eso, su mano fue a mi sexo mientras su boca se pegaba a la mía, mis gemidos ocurrieron contra sus labios, ella simplemente sabe exactamente donde tocarme.

—Te amo...—Gemí mientras uno de sus dedos me embestía a un ritmo justo para mi gusto.

—¿Siempre?—Preguntó ella y asentí pasando mi mano por su nuca para unir nuestros labios. Mi lengua se encargaba de guiar a la suya mientras ella se concentraba únicamente en mantener aquél ritmo.

Podría pasar toda la vida haciéndole el amor a mi esposa, y saber que podrá ser así, me hace la mujer más inmensamente feliz de todo el mundo, Natasha es mi esposa, y estaremos toda una vida juntas.

Y las que queden. No tengo ninguna duda.

[•••]

Natasha.

—Esa canción es bonita, ¿no crees?—Pregunté a mi pequeño.—Ya sé que tu madre y yo no celebramos aniversarios de matrimonio, no me juzgues, pero quiero darle algo, y... No me gusta la música, pero esta canción suena increíble.

Mi pequeño observaba el techo. Ahora está pintado de diversas cosas, eso lo vuelve más divertido, aunque Charles no enfoca demasiadas cosas.

God must hate me. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora