[PLAY: Die first —Nessa Barrett]
Wanda.
Caminé por el departamento, vi a Sherlock en su plato disfrutando de su comida, decidí ordenar un poco el sitio.
He de admitir que con la excusa de cuidar mi salud mental me he permitido descansar de ordenar... Absolutamente toda mi casa, y ya es hora de que comience a tomar forma.
Comencé por los platos, cuando tuve toda la sección de la cocina y el salón limpia y relativamente decente —Digo relativamente, porque me conozco y sé que el orden no es necesariamente mi fuerte, mantenía un orden por Natasha, o existía uno, porque ella deseaba eso, yo soy más bien del tipo vaga— Luego seguí con las habitaciones y al entrar en la mía, ordené las cosas de Sherlock, el felino realmente no ayuda demasiado al momento de mantener limpio su espacio.
Vi al señor peluches en su cama y enarqué una ceja. Natasha no puede vivir sin él, debe estar preocupada, le diré para entregárselo.
—Sherlock, no debiste quedarte con ésto. No es tuyo.—Dije quitándole al señor peluches. El gato, quien me había seguido hasta la habitación, intentó quitármelo también, sin embargo no lo dejé. —No, es de Natasha, cielo. Lo siento.
Lo metí en el guardarropas y seguí tratando de ordenar. Tuve sesión ayer por la noche, y hoy tengo otra sesión para recuperar una que perdí por ir a ver a Natasha a sus días como guía, ya ha hecho más presentaciones sola en el último mes, en los últimos dos meses mejor dicho. Está hecha toda una guía, es su espacio, literalmente su espacio.
Acabé con el orden de mi departamento completo y decidí ir a mi sesión de terapia unos minutos antes.
Al llegar al lugar me senté a observar por el ventanal, vi la cuidad tan enorme y de pronto me di cuenta lo pequeña que me sentía, y lo diferente que se sentía la forma en que pude haber visto esto cuando llegue y como lo veo ahora, aquí. Era bastante fácil disfrutar de las vistas de Nueva York, pero la Wanda que llegó a esta ciudad, no es la misma Wanda que está de pie junto al ventanal.
—Buen día, Wanda. Adelante.—Dijo mi psicóloga. Me giré y le dediqué una sonrisa amable apartándome del ventanal. Entré tras ella y me senté donde siempre.
—¿Con qué quieres partir?—Preguntó ella y yo mordí mi labio inferior.
—Encontré su peluche favorito entre las cosas de mi... De nuestro gato.
—¿Yelena, tu padre o Natasha?—Preguntó ella rápidamente.
—Natasha.
—¿Y qué sentiste? ¿Nostalgia como siempre?
—Sonreí, y es todo lo que puedo decir. No recuerdo el sentimiento. —Admití y mi psicóloga asintió con una sonrisa.—¿Es eso bueno?
—Significa que progresas. No relacionas a Natasha con la misma tristeza que antes.
—He asumido que ya no somos novias, pero aún sigo gustando de ella. Considero que sigo enamorada.
—Oh, eso no lo dudo. La diferencia está en como expresas ese amor y la forma en que reaccionas ante esos sentimientos.
La forma en que reacciono ante esos sentimientos...
—¿Crees que Natasha reaccionaba diferente a sus sentimientos en torno a mí?
—¿Debido al autismo o simplemente porque sí?—Preguntó y me encogí de hombros.—La respuesta a ambas cosas, es sí, por supuesto. Ella ve la vida diferente, y además todos tenemos diferentes lenguajes y entendimientos del amor. ¿Cuál es el tuyo?—Preguntó releyendo su libreta.—Yo tengo aquí uno anotado, ¿cuál crees qué es?
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God must hate me. [Wandanat]
FanficWanda y Natasha llevan cuatro años de relación, cuatro hermosos años en donde han aprendido mucho sobre la otra, con veinte años ambas ingresan a la universidad y deciden compartir un piso, eso no sería ningún problema de no ser porque ambas tienen...