God must hate me. [Wandanat]

12. Un poco de estrés y temor.

Natasha.

Dejé mi cabeza entre el abdomen y la entrepierna de Wanda. Ella comenzó a acariciar mi cabello y yo dejé ir un suspiro cansado.

—¿Estás cansada?—Preguntó Wanda. Levanté la mirada y me encontré con su camisa leñadora abierta y su abdomen desnudo. Asentí.—¿Quieres dormir?—Negué. —Okay, bebé.

—Me duele la mandíbula.—Admití y ella comenzó a reír. —No es gracioso, me cansé.

—Ya sé, bebé. Ven aquí.—Extendió sus brazos y subí para recostarme sobre su pecho. Wanda acarició mi espalda desnuda y enrolló sus piernas en mi cintura.

Estuvo bien. Lo he disfrutado mucho, me gusta hacer el amor con Wanda al despertar.

—Te amo...—Susurró dejando besos en mi cabello.

Me gusta que haga eso, me gusta cuando Wanda me da caricias, es lindo, y además sus manos son suaves y huelen bien.

—¿Me amas?—Levanté la mirada—¿Muy en serio?

—Total y definitivamente en serio.—Susurró.

Asentí y volví a pegarme a su pecho. Es mi parte favorita del sexo, cuando ya acabamos y puedo dormir sobre Wanda, oh y además cuando hace eso con la lengua. Sí, eso también.

—¿En qué piensas?—Susurró. Me encogí de hombros.

—¿Iremos al zoológico con Thor cuando sea de mañana?—Pregunté y ella asintió. —¿Puedo decirle que vayan Tony y Val?

—Quiero conocerlos mejor, así que supongo que sí.

Ella está extraña, puede que no distinga mucho de que sensación me da, porque los sentimientos son complicados, mamá decía que Dios nos los dio para ser seres completos, pero yo tengo bastantes quejas, es que a mi no me ha dado eso que sirve para comprenderlos, y tengo dos teorías, la primera es que Dios me odia, o no me quiere lo suficiente y la segunda es que se le ha acabado eso al hacerme para dejarme en la pancita de mamá. Bueno, en su útero, ya que sólo me cubría su pancita, pero es extraño, ya que yo estaba en papá primero... La biología es extraña, aunque me gustaba bastante en la escuela, siempre sacaba sobresalientes.

Creo que por eso los niños no me querían.

Siempre me decían que no merecía esas calificaciones y que de seguro era lástima de la maestra, pero juro que no, yo realmente me esforzaba.

—¿Entonces, amor?—Preguntó Wanda y volví a levantar la mirada observando el cabello de Wanda. —¿Le dirás a Thor? Te quedaste en silencio, estabas molesta y observando la nada.

—Oh, yo... Sí, le diré a Thor.—Murmuré.

Me estiré un poco y vi el abdomen de Wanda un poco marcado.

—¿Te lastimé?—Pregunté rápidamente.

¡Le he hecho daño!

—Yo te pedí que me marques...—Me detuvo y tomó mis manos para pasarlas por su abdomen.—Te dije que me muerdas de forma suave... ¿Bien?—Oh, es verdad. No lo recordaba. Asentí. —Okay.

—¿Lo hice bien? ¿Te gustó?

—Los mejores dos orgasmos de mi vida.—Susurró contra mis labios. ¿Los anteriores fueron malos?—Y no, amor, los que me diste antes de este día también fueron magníficos, ¿bien?

—Okay... ¿Te gustó demasiado?—Pregunté nuevamente y ella comenzó a reír. Me dejó bajo su cuerpo y asintió mientras cerraba su camisa.—No...—La detuve.—Me gusta... El aroma de tu piel... Y es suave, quiero dormir allí.