Gótica con corazón.

156 11 13
                                    

Tras las palabras de Barry me explicó las cosas, cuando llegué al colegio me quité la sudadera por supuesto "Calor", los varones que deambulaban por los pasillos e incluso algunos que estaban en los salones me percibieron sonriéndome con picardía, Ghart quiso aprovechar esto acercándose de nuevo, aunque había prometido no volver a hacerlo, y esa parte la grabó Barry para mi suerte.

-Moony... cariño... yo... no pude evitar notarte y realmente quisiera que salieramos juntos- dijo rascando detrás de su cuello.

-Ghart... no soy estúpida- dije "ebria" pero de igual forma directa, sincera y un tanto... ojete. -Pero ni conmigo en este estado serías capaz de conseguir tener una relación sexual...- el canino entonces bajó las orejas bastante triste, algo que sinceramente me parecía patético para alguien tan grande. -Pero... tienes suerte de que le encuentre belleza a muchas complexiones, no me molestaría ver esos músculos otro rato en una cita... ahí tienes tu oportunidad, pero será cuando lo que me esté pasando haya... pasado- dije, a lo que yo, viendo el video quedé muy avergonzada, "Gracias, muchas gracias" dijo tratando de mostrar compostura y sonreír con gentileza, pero su cola también lo traicionaba agitándose alocadamente detrás suyo calmandose al momento que se dio vuelta y se fue resistiéndose a saltar de alegría.

Tras esa escena dejó de grabar y me explicó que me quería llevar a casa, me preguntó por mi dirección pero lo que yo hice fue reír y agacharme a acariciar su barriga, cosa que lo puso rojo cual tomate, justo como yo estaba en ese momento, disculpándome de rodillas.

En enfermería me revisó la enfermera, que siendo humana no notó rápidamente los síntomas, hasta que captó que podía ser un problema más veterinario que médico convencional, así que buscando a una profesora de biología consiguieron dar por hecho que estaba en celo y que era mi primera vez, y pues como ese tipo de calentura no tiene cura me mandaron a clases, Barry estaba muy nervioso, porque su asiento estaba lejos del mío y aparte estaba la ardilla temerosa, por lo que no podría estar atento a mí.

-Estuviste un buen rato acomodando y reacomodanto tu... blusa, hasta que en un momento que Vanessa aprovechó tu distracción metió su mano entre el cabello de tu cabeza, entre tus orejas, y entonces te apaciguaste como nunca, te quedaste sobre la mesa mientras la clase continuaba-

-Dios... q-qué vergüenza, debo agradecerle- dije poniéndome mi sudadera de nuevo, prenda que Barry me había estado guardando.

-Gracias Barry, dije antes de salir corriendo y rastreando con mi olfato a la chica gótica.

Vanessa era solitaria, pero muy inteligente, algo habrá hecho que quisiera ayudarme, así que, rastreándola hasta la salida del colegio la alcancé:

-Vanessa- exclamé llamándola, ella me vio, pero no se detuvo aunque giró a verme.

-Escucha... sólo quería agradecerte por... haberme ayudado- dije sonriendo.

-Me debes una enorme- dijo, a lo que no me resistí a malpensarlo liberando una pequeña carcajada contenida.

-lo siento lo siento... sí, mira... pensé que jamás me dirigirías la palabra, o que me evitarías por completo-

-Soy humana Moon, iba a tener que dirigirte la palabra tarde o temprano compartiendo salón y escritorio-

-Cierto... bueno, ¿Cómo te gustaría que te recompensara?-

-Aún no lo sé, te lo haré saber en cuanto sepa cómo-

Vanessa vestía con unas botas que casi llegaban a sus rodillas, con una falda negra con mayas oscuras, una playera a juego y una chaqueta con picos metálicos de color negro, tenía un gorro en la cabeza y su cabello corto hasta los hombros, pero percibí algo extraño.

Ms. Lullaby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora