Sᴛʀᴀɴɢᴇʀs | ᴇʀᴇᴍɪᴋᴀ ᴀᴜ

21. El alejamiento de Eren

Una vez que llegaron al aeropuerto varios periodistas estaban esperándolos.

—Tiene que ser una puta broma —dijo Eren con molestia.

Joel y Mark, los guardaespaldas de ellos dos, se encontraban esperándolos ahí.

Mikasa trataba de taparse lo más que pudiera. Llevaba lentes de sol y cubrebocas, también una sudadera con capucha que decidió ponerse.

—¿Irán de viaje juntos? —preguntó un periodista. Ellos sólo iban caminando sin responder nada. Mikasa seguía en brazos de Eren, él la iba cubriendo con su cuerpo.

—Dejen espacio —decían sus guardaespaldas.

—¿Por qué llora, señorita Mikasa? —preguntaban mientras se acercaban más a ellos.

—¿Usted era cercana a Jess?

—¿Es verdad que fue un suicidio?

—¿Usted qué sabe qué todo esto?

—¿Eren, podrías contarnos los detalles?

Mikasa empezaba a sollozar, juraba que tendría un ataque de pánico.

—No puedo respirar —le susurró Mikasa a Eren.

Eren abrazó a Mikasa y empezó a caminar más rápido.

—Den espacio. No responderé ninguna pregunta —decía Eren mientras ponía una mano tapando la cara de Mikasa para que no le tomaran fotos.

—Sólo una pregunta, Eren.

Mikasa buscaba algo de tranquilidad, así que tomó la mano de Eren y él la empezó a acariciar con cariño.

—Están asfixiando a mi novia, déjenla en paz. Bastante tiene ya como para estar escuchando sus estúpidas preguntas —decía Eren molesto mientras caminaba junto con Mikasa.

—¿Qué opina de su comportamiento?

—Opino que si no quitan sus cámaras de la cara de Mikasa, las romperé y no me importará una mierda las consecuencias.

Los periodistas iban quedando lejos de ellos gracias a Joel y Mark que les bloqueaban el paso.

Una vez que estuvieron suficientemente alejados, Eren sentó a Mikasa en un asiento.

—Tranquila —dijo Eren agarrando sus manos—. Respiremos juntos. Inhala —Eren y Mikasa lo hicieron juntos—... Exhala.

Hicieron eso repetidas veces hasta que Mikasa empezaba a tranquilizarse, pero todo se mezclaba y tenía muchas ganas de llorar.

Eren agarró la cara de Mikasa entre sus manos y la alzó para que lo viera a la cara.

—Mírame —dijo con sutileza y por un momento, Mikasa vio a aquel viejo Eren—. Estoy aquí. Nada malo te pasará mientras yo esté aquí, lo juro —dijo mientras acariciaba las mejillas de Mikasa.

No lo hacía por aparentar, no había nadie en donde ellos estaban. Sólo eran ellos dos, pero Eren se comportaba tan amable con Mikasa.

Mikasa sintió una gran nostalgia al ver a Eren comportarse de esa manera. Juraba que veía al antiguo Eren.

Joel y Mark llegaron a ellos una vez que se deshicieron de los periodistas.

—Te acusarán en las noticias de mal comportamiento —decía Mikasa sorbiendo su nariz.

—No me importa nada de lo que digan ya sobre mi —sonrió un poco mientras limpiaba una lágrima de Mikasa—. Sólo me importa como te sientes tú.

Mikasa abrió los ojos sorprendida por las palabras del castaño. ¿Es realmente Eren? ¿Aquel Eren que solía quejarse de lo que dijeran de él se está preocupando por cómo se siente Mikasa? La respuesta es sí.