Una niña desaparecida Parte 2

218 15 0
                                    

Me despertaron para ir a la escuela y corrí a desayunar, llené a toda prisa mi boca me mataba el hambre.

— come como una dama niña, pareces animalito salvaje — me llamó la atención mi padre

— te juro Isabel, tus modales me están cansando, intenta por favor comportarte! — dijo mamá

En las noticias estaban hablando de la niña desaparecida del concurso. Mostraban su foto, se veía con su vestido y una corona. El último concurso en el cual participó.

El reportero indicaba que la última vez que la niña fue vista con vida fue en su colegio donde estudiaba. Era una niña de 12 años igual que mi hermana.

Recuerdo que esa vez mostraban su fotografía en la televisión a cada momento, cada vez que se encendió el televisor lo primero que aparecía era su foto.

Hasta mis padres participaron saliendo a buscar en sitios donde había grandes terrenos desocupados, viendo incluso si encontraban su cuerpo.

Pasaban los días y no había noticias de la pequeña. Se veía a sus padres que lloraban por televisión, le rogaba a la persona que la tuviera secuestrada que por favor se las devolviera. Estaban convencidos de que ella todavía seguía con vida.

La ciudad se inundó de fotografías de la pequeña, pegadas en todas partes, los árboles en los portones, en los negocios, los supermercados. No había lugar donde su imagen, la imagen de su rostro fuera vista por todos nosotros.

Pero solo parecía como si la tierra se la hubiese tragado.

Desde lo que nos enteramos en televisión, no había testigos, nadie que diera una pista de si la pequeña salió sola caminando del colegio o alguien se la llevó.

Hasta que un día apareció la pequeña muerta. Su cuerpo estaba desnudo, en las noticias decían que fue abusada. Pero yo a mis 6 años no entendía muy bien de qué se trataba de eso. Tampoco me respondieron mis padres cuando les pregunté. Me dijeron que hay cosas que se deben saber cuándo uno tiene más edad y que me fuera a jugar con mis juguetes.

Esa tarde, creo que toda la ciudad fue a acompañar a los padres de la pequeña que fue encontrada muerta. Todos llevamos velas y yo llevé uno de mis osos de peluche. Pensaba que a dónde fuera que estuviera ella, igual iba a necesitar juguetes, y yo tenía muchos así que no podía ser egoísta.

Frente a la casa de los padres de la niña, había muchos carteles y velas encendidas para pedir a la policía que encontrar al culpable. Había mucha gente llorando, y hasta a mí me dio pena. Todo se veía muy triste, y dejé mi peluche cerca de una foto de ella.

Mientras estábamos todos ahí, me encontré con algunas de mis amigas que iban a mi casa para jugar a los concursos, y una de ellas andaba con su hermano Dereck, era un poco más mayor que yo.

Pasaron los días y no hubo nunca ningún sospechoso. La desaparición de la pequeña fue quedando poco a poco en el olvido. Cómo tantas personas que desaparecen y jamás son encontradas.

El viento y la lluvia poco a poco quitaba de todos los lugares donde estaban pegadas sus fotos hasta su recuerdo.

Y luego de eso todo el mundo siguió con sus vidas. Y en las noticias ya no sé hablo más de ella.

A las pocas de semanas era el cumpleaños número 12 de mi hermana. Me encantaban los cumpleaños, sobre todo porque había torta y un montón de cosas ricas para comer. Y era muy entretenido inflar globos, poner adornos y decorar todo muy bonito y lleno de colores.

Además, que venían más niños, y hasta nos permitían correr dentro de la casa.

Ese día llegaron varias de mis amigas y también Dereck. Qué se sentó serio en una silla, como no había más niños hombres lo invitamos a jugar a mi habitación como siempre a los concursos.

— yo soy niño no puedo jugar con muñecas — dijo Dereck

— estamos jugando a los concursos de belleza, acaso no sabes que en esos concursos los presentadores siempre son hombres? — le dije yo

Y tras pensarlo detenidamente, Dereck se dio cuenta que yo tenía la razón, así que se convirtió en el presentador oficial de nuestros concursos.

Luego del cumpleaños Dereck llegaba más seguido a mi casa. Además de presentador de los concursos, él podía interpretar el papel del novio en las bodas y del policía que protegía las concursantes. También el bombero que iba a apagar los incendios a las casas de las muñecas.

Nos encantaba jugar con él, con el correr de los meses, incluso íbamos a su casa donde tenía una casita en un árbol. Qué le construyó su papá, y ahí además de jugar a los concursos contábamos cuentos de terror.

Dereck tenía muchas historias, y esperábamos ansiosas cada vez que íbamos para escuchar una nueva. Aunque a veces en la noche nos daban pesadillas. Pero de todas formas era muy divertido.

Recuerdo que entre sus historias de fantasmas la que más nos asustó fue la que contó acerca de que el espíritu de la niña asesinada rondaba por las casas.

Y que le enojaba mucho, que jugáramos a hacer concursos, porque ella ya estaba muerta y no podía participar nunca más.

Del miedo estuvimos mucho tiempo sin jugar a ese juego. Y Dereck se reía de cómo le creíamos.

— es solo una historia no es verdad. Ustedes sí que son tontas — dijo Dereck y se llevó una lluvia de palmetazos en su cuerpo y en su cabeza por parte de todas nosotras.

Eso le enseñó a no contar más una historia de terror que tenga que ver con niñas desaparecidas.

De vez en cuando íbamos al supermercado y nos encontrábamos con los padres de la niña que había muerto.

Mamá los saludaba siempre. Y ellos se veían muy tristes.

Recuerdo que una vez se me perdió una de mis muñecas preferidas, la que encontraba más bonita. Y no sé porque nunca más la pude volver a encontrar. Recuerdo que hasta lloré. Mientras mis papás me ayudaban a buscar. Y me daba tanta pena que hasta me dormí llorando.

Y mientras miraba a los padres de la niña desaparecida y muerta, me imaginaba que ellos también lloraban mucho. Porque su hija era real no era una muñeca. Y al pensar eso. Sentí mucha pena de ellos.

Todas eran reinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora