Entre pizarras y balas Parte 21

121 8 0
                                    

—Rebeca —le dije de pronto

—Que?

—Sabes que se me ocurrió?

—Qué cosa

—Podríamos armas nuestra propia pizarra de investigación de esos casos de las reinas muertas, para practicar con un caso verdadero. ¿No sería entretenido?

—Si, como jugar a las detectives; ¿pero con un caso real no?

—Exacto! —simulé una gran emoción

—Ok, pero tu compras la pizarra

—Hecho —dije contenta

Fui enseguida a comprar una pizarra grande, chinchetas y demás cosas de oficina para montar nuestro cuartel de investigación. Lleve todo al dormitorio. Esa fue la parte fácil.

Tratar de rasguñar información por todos lados para llenarla sería lo más difícil.

En nuestros ratos libres con Rebeca íbamos poco a poco poniendo fotos de las víctimas, los datos de los certámenes de belleza, fechas, lugares, horarios, etc.

Y yo me dormía mirando la pizarra y me levantaba pensando en ella. Analizando lo poco que teníamos con la determinación y la terquedad de cuando aprendí a tocar el piano.

Y llego la primera noche que pudimos escabullirnos con Bradly a disparar.

Estaban con nosotros sus dos amigos del tercer año que se llamaban Jack y Eduard.

—Miren mocosos, van a seguir todas nuestras indicaciones para que no tengamos ningún accidente aquí oyeron? — Dijo Jack

Y ambos con Bradly dijimos que sí.

Tome mi primera arma, era una automática, aprendí a quitarle el seguro y saber cómo sujetarla para que no se suelte de mi mano al percutar y salir la bala. Y como recargar.

No era tan difícil, solo había que dejar los nervios de lado. Pero atinar a la puntería eso si era más complicado. Hasta que me mentalice en que esa figura de ser humano a la que le disparaba en papel era en realidad el asesino de Lucia.

Cada vez que disparaba tomaba más en serio su figura imaginaria, y después de unas prácticas atinaba al corazón. Pero sabía que eso no era suficiente. En una instancia real, el asesino no se quedaría quieto para que le dispare. Necesitaba más práctica, con objetos en movimiento.

—Bien hecho Verónica! Estas segura que nunca antes habías disparado? —pregunta Eduard

—Es verdad, pero me tomo en serio graduarme de esta escuela con honores y quiero adelantar algunas cosas que quizás me cuesten más — le dije

—Me sorprende lo aplicados que son estos enanos— dijo Jack

—Y tienen acceso a la parte donde puedes disparar a cosas en movimiento — pregunté

—Niña, no tienes ideas lo que nos costaría que nos encontraran aquí, no tienes con que pagarme que me arriesgue de esa manera al llevarte ahí— dijo Jack

—Y que te haría cambiar de idea? — le pregunté

—Salir con una linda chica quizás, pero que tenga experiencia, no me refiero a ti no te ofendas, pero tienes cara de tener 16 y no soy pedófilo — dijo Jack

—Has visto a mis compañeras de primero una morena sexy y otra pelirroja? — les dije

—Si, pero son de primer año — dijo Jack

—Si están buenas pero están en tu curso — dijo Eduard

—Te aseguro que tienen la experiencia de una de cuarto — le dije yo y ellos abrieron grandes sus ojos

Todas eran reinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora