Llego el día de despedirme de Sofia, mi segunda madre. Y no pudimos evitar despedirnos con lágrimas en los ojos. Yo partía a mi nueva vida, pero ella al igual que mi madre nuevamente quedaba sola. Eran sentimientos encontrados.
El comisario me llevo hasta la academia y por seguridad me inscribí con mi nombre falso, después de egresada tomaría mi verdadero nombre.
Para el general de la academia yo me llamaba Verónica Starling y en lugar de 16 ya había cumplido los 18.
Llegué hasta mi cuarto en el edificio de residencia de internados y conocí a mi compañera. Se llamaba Rebeca. Nos presentamos y ella me preguntó acerca de mi selección de cursos de especialidad.
—Quiero especializarme en secuestros entre otras cosas — dije
—Vaya yo también que coincidencia, también me parece de las ramas más interesantes. — dijo ella
Teníamos varias clases en común así que podría decirse que estábamos destinadas a ser amigas, además me caía bien, me recordaba a la hermana de Dereck.
El primer día de clases vimos a varios maestros, eran algunos solo académicos especializados, es decir científicos en su campo y otros oficiales con especialidades pero que además tenían experiencia en terreno. Ósea veríamos a todo tipo de oficiales porque la educación abarcaba una muy amplia gama de conocimientos. Un investigador debía saber de todo.
Estábamos en la última clase del día, correspondía al análisis forense de la escena del crimen.
Y entra el oficial instructor a la sala, de pronto oigo suspirar a Rebeca y la quedo mirando.
—Mira nada más ese hombre — y parecía que se iba a desmayar de la emoción.
Yo lo vi atractivo, pero no creía que era para tanto. Y la quede mirando raro.
—Pero que no ves Verónica esos músculos, ese cuerpo de adonis y esa cara de modelo de revistas. ¿Estas ciega mujer? — dijo Rebeca
—Tampoco es para tanto — le dije molesta por su exageración
El instructor empezó a relatar su clase.
—Lo más importante a la hora de atrapar a un delincuente o asesino es el análisis de la escena del crimen. Durante este curso, aprenderemos a mantener abiertos los ojos a cada detalle que delatan a uno de estos tipos. Siempre la escena donde se encuentra el cuerpo o se ha cometido por ejemplo un robo hablará por si sola. Si somos lo suficientemente disciplinados para poder ver cada detalle antes de que el lugar sea invadido por personas o daños de la naturaleza como la inclemencia del tiempo. — dijo el instructor.
De pronto se acerca a un grupo de chicas a hacerle una pregunta. Ellas lo miraban todas coquetas. Y no disimulaban que babeaban por el profesor, daba vergüenza ajena.
—A ver ustedes señoritas, que pensarían si encuentran un cuerpo de una mujer, quien se supone se suicidó con una escopeta, poniéndola en su boca para apretar el gatillo y volarse los sesos.
Ellas contestaron riendo que a lo mejor estaba acostumbrada a ponerse cosas en su boca. Obviamente con doble sentido, provocando la risa de todos, especialmente de los hombres.
Pero a mi pensando en serio la escena no me cuadraba, consideraba que era más un acto de hombres, de esos que están acostumbrados a usar una escopeta para casar.
El instructor forzó la risa y explicó.
—Según las estadísticas, las mujeres prefieren métodos menos violentos para quitarse la vida, ósea, existen sospechas de que no fuera realmente un suicidio, sus actividades sexuales no tienen nada que aportar en la hipótesis de su muerte señoritas — dijo serio
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Todas eran reinas
Mystery / ThrillerIsabel es una niña que crece rodeada del mundo de los concursos de belleza. No porque ella participe, sino porque su hermana mayor participa en ellos impulsada por su obsesiva madre. Que quiere tratar de ganar en un certamen tras otro. Con su herman...