Todas eran reinas

Dos años sin Lucia Parte 11

Han pasado dos años desde que Lucía se fue de nuestra vida y nunca más volvió. Mi cumpleaños número 12 lo celebramos en casa de mi amigo Dereck, porque mamá lucha a diario con su depresión.

Y papá a duras penas trabaja, cuando no está sumergido en el alcoholismo.

En estos dos años en que la extraño cada día, he aprendido a ser más independiente, es como si la madurez hubiese caído sobre mí como un balde de agua fría, en un solo día, mi vida cambió para siempre. Y en el estado que está mi madre, no puedo pedirle más.

Me levanto todos los días para ir al colegio, y le dejó en una bandeja su desayuno y sus remedios.

Cuando vuelvo en la tarde, preparo comida y trato de que ella coma conmigo. A veces lo hace a veces no.

Voy cada vez que puedo a dejarle flores a su tumba. Y trato de visitar a mi padre, lo llamo primero para ver si va a estar sobrio. Me entristece demasiado cuando no lo encuentro lúcido porque solo se acuerda de Lucía y se pone a llorar.

Pero por lo menos cuento con mi amigo Dereck, los fines de semana cuando no estoy en el colegio lo paso en su casa.

El con sus dos hermanos, son todo mi apoyo, los únicos con los que puedo olvidar un poco está realidad.

Un día vi el frente de la casa, y encontré que estaba tan abandonado el jardín.

Recordé cómo le gustaban las flores a Lucía, y que seguramente si viera cómo estaba el frente de la casa se pondría triste. Así que conseguí unas herramientas para jardinería y empecé de a poco a quitar la maleza, fue un trabajo arduo, de varios días. Hasta que logré que se viera un poco mejor.

Era un día sábado en la mañana, cuándo hecho un poco de abono y estaba regando las flores, y de pronto llegó la policía.

— Hola jovencita, podemos hablar con algunos de tus padres?

— hola, ¿quién es usted? — le pregunté

— Soy el comisario a cargo de la investigación, por lo de Lucia – dijo el comisario

— Pase, voy a ver si mamá esta despierta —le dije

En el cuarto de mamá ella estaba tirada en la cama, pero despierta.

—Mamá la policía está aquí, quieren hablar contigo —le dije

—Diles que ya bajo —me respondió mamá

Bajé hasta donde estaba el comisario y les dije que se sentaran a esperar en el sillón.

—Vives sola con tu madre? —me pregunta el comisario

—si

—Y tu padre? —continuó preguntando

—Se fue a otra casa

—Quien se ocupa de la casa? —preguntó

—Yo

—Y tu mamá trabaja? —preguntó el comisario

—No está enferma, por la pena de lo que le paso a Lucia

—Tú te cuidas sola? —preguntó

—Si ya soy adulta, tengo doce

El comisario me miró y sonrió.

—Extrañas mucho a Lucia? —comisario

—Si, todos los días

Había otros dos policías que me miraban y veían con sus ojos por toda la casa. Yo la tenía bien limpia así que no tenían nada que criticar.

De pronto baja mi mamá.

—Buenos días señora, soy el comisario a cargo de la investigación

—Buenas, lo escucho —dijo mama con desaliento

—La verdad no hemos avanzado mucho en la investigación. El asesino de su hija es una persona muy meticulosa y realmente nos ha hecho el trabajo cuesta arriba. Pero antes de seguir hablando me gustaría que estuviéramos solos, tengo que tratar temas de adultos, no sé si me explico —dijo el comisario

—Entiendo, Isabel vete a tu habitación un momento quieres —dijo mamá

Y me tuve que ir de la sala. Pero estaba preocupada quería saber que iban a decir no sabía cómo escuchar.

*El comisario y la mama de Isabel solos

—De las tres víctimas de este asesino, notamos que con la que más apego por así decirlo tuvo, fue con Lucia. Me refiero a que estuvo más tiempo con ella y al parecer trato de lastimarla menos. —dijo el comisario

—No entiendo, pero sí de todas formas la mato

—Me refiero a que se obsesionó más con ella —dijo el comisario

—Y? de todas formas terminó muerta—dijo la mamá

—El problema es que Isabel cuanto más crece más se parece a Lucia, y nos damos cuenta del abandono en el que está, por cómo están ustedes quienes también necesitan terapia. —dijo el comisario

—No entiendo a qué quiere llegar—dijo la madre

—Isabel puede estar en peligro, no sabemos si ese problema que tuvo con el auto fue provocado por el asesino y hasta sepa donde vivió Lucia. Si ve a Isabel, nada nos asegura de que no quiera llevársela también. —dijo el comisario

—Por dios! —dijo la madre

—Podemos ofrecer una casa de protección lejos de aquí hasta que estemos seguro que no corre riesgos, como el programa de protección a testigos. Cambiamos su dirección, nombre, etc. Hasta que sea adulta y pierda el interés. Por lo que sabemos solo busca menores—dijo el comisario

—Está bien lo pensaré—dijo la madre

—Por cómo está usted y su padre no tienen mucho que pensar, Isabel está completamente abandonada, cualquier juez le quitaría la custodia, solo vine a hablar con usted por respeto y consideración. Pero no tengo que esperar a que ninguno de ustedes dos decida —dijo el comisario

Y la madre de Isabel lloró al entender que, en dos años de sufrimiento, dejaron sola a su hija y solo se sumieron en su propio dolor.

—Prepare las maletas de Isabel, el lunes venimos por ella. La protegeremos no se preocupe. —dijo el comisario.

*Narra Isabel

Mamá me llamo después que se fueron los policías.

—Isabel hija, vas a tener que vivir un tiempo en otra casa lejos de aquí, es por tu bien

—Pero por qué? —frunciendo mi ceño no entendía

—El asesino sigue suelto, y como tú te pareces a Lucia, podría venir para llevarte, la policía teme eso —dijo mama

Yo me quedé muy asustada. No quería morir.

—Voy a llamar a la mamá de Dereck para que te quedes con ellos este fin de semana, el lunes vienen a buscarte y dejaré preparadas las maletas —y mamá me abrazo llorando

—Pero quien te cuidara a ti? —le pregunté preocupada

—Ese hombre solo se roba a las niñas, no te preocupes por mi Isabel, solo tú tienes que salir de esta casa hija

Y sentí más pena por tener que alejarme de todo. Ni sabia a donde me llevarían y hasta dejaría de ver a mi amigo Dereck. Tampoco podría llevarle flores a Lucía o ver a mi padre. Ese asesino destruía cada vez más nuestras vidas. Y sentí tanta rabia.