40. Todos decían

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¿Sigues pensando que no eras lo suficiente?

Mira como el tiempo hizo que tu recuerdo sirviera para hacer algo más importante que esperar cada noche tu llamada, tu recuerdo no inspira pero si remarca la manera en que decidiste no tomar ninguna decisión. No renunciaste, solo caminaste fuera del hogar que aún no terminábamos de construir. Recuerdo la brisa de verano y las lágrimas contenidas en unos ojos que no querían ver que estabas haciendo, no fui capaz de aceptar quien eras realmente y esa noche espere a que cerraras la puerta para poder lamentar que me pusieras unas cadenas, que ahora entiendo no eran para atarme a ti sino para que no te siguiera cuando te marcharas. 

¿Sobre la lealtad?

El giro de esta historia era algo que no contemplaba, creí que todo sería más fácil si te guardaba con el título de "el niño cobarde" y aunque enterarme de los nuevos sucesos no te hacen valiente, al menos demostraron que fuiste capaz de mentirme de la manera más grave. 

Tal vez es tarde para afrontar una traición, he gastado mis lágrimas en la razón equivocada, realmente prefería sangrar antes de haber sabido que compartías tus amargos labios. Aunque ya sabía que tal vez no tenía el derecho de decir que eran solo míos, solo terminaste desgarrando la esperanza de la mujer del pasado que había creído en tu frase sobre ser diferente al resto. 

¿Sabes lo que hiciste?

No deseo conocer tu rostro porque no serías capaz de mostrarme el verdadero, y aunque hubiese sido útil tenerte cerca para cuestionar tus acciones, no es lo que deseo ahora que me encuentro en este limbo, pensando en que no sería capaz de defenderte de tus propias acciones. ¿Por qué lo hiciste? Sabías que podía entenderte pero que jamás justificar una mentira y menos una infidelidad. 

Nada concuerda después de tantos meses y tu fantasma no puede responder las preguntas de la parte de mi memoria que se quedó esperando un cambio, que aunque fuese solo un paso hubiera sido el comienzo para elevarte y mostrarte que podías bajar la guardia ante mis caricias, el amor siempre había sido una decisión y esa noche yo decidí amarte, cuando eras solo un ser frágil que aceptaba todos sus errores, cuando tu voz era la de un niño que tenía miedo de las consecuencias de querer a distancia, cuando derramabas lágrimas, cuando eras escuchado por mi. 

Ahora se que puedo estar mas tranquila sabiendo que este engaño encajará en cada línea faltante de la historia que cuento en mi cabeza, el silencio después de todo tuvo un fin, el final de tu nombre y el inicio de la sensación de desprecio tan inmensa, después de todo supongo que han dejado de ser rumores lo que todos decían. 



Cuando alguien me amabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora