"Las cicatrices de tu amor me recuerdan a nosotros
Me hacen pensar que casi lo tuvimos todo (...)
Tenías mi corazón en tus manos y jugaste con él"
Podría haber sido diferente si hubieses sido realmente especial, pero no te puedo culpar por no brillar como creías que lo harías en un futuro y aunque de todas maneras hubiera aplaudido cada uno de tus pequeños saltos, no estaba preparada para que aparecieras jugando con una daga y que prometieras que no me harías daño con ésta.
Después de varios meses perdiendo sangre, por fin puedo entender que el arma no la habías fabricado tú, todo este tiempo había sido lo que usaron contra ti desde que eras un niño recién aprendía sobre la lealtad. Nada de eso te libraba de culpa pero incluso en mi última gota de sangre traté de entenderte, todo para que pudieras recorrer este camino sin carga alguna y que de esta manera la próxima vez que tomaras las manos de alguien, no la cortarás como a mi.
No fue un trato justo pero me aseguré de escribirlo en tu conciencia que te repetirá mi nombre cuando alguien te enseñe un arma como la que traías a cada llamada, porque solo un momento antes de dormir era suficiente para que rompieras con mi calma.
Si puedo prometer algo es que no tomaré el camino de la venganza y supondré que el desprecio es lo único que mereces al mencionar tu nombre. Ahora que se quien realmente eres, puedo verte como nunca, puedo ver cada quiebre, cada fragmento faltante ... puedo verte por primera vez como el hombre de cristal.
Reconozco tus bordes descuidados y las marcas que dejas cada vez que te arrastras por todo el lugar que una vez llamaste hogar, no tengo nada que agregar, la verdad fue revelada para aquella mirada que nunca se apartó de ti hasta el día en que decidiste desaparecer, hasta el día que comenzaste a mentir y a creer que merecías un amor sincero sin haber ganado nada bueno antes en toda tu vida.
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Cuando alguien me amaba
Teen FictionLos recuerdos suelen ser mas dolorosos que la misma despedida.