Observo el agua del rio correr, escuchar el agua de la cascada caer me tranquiliza, de repente me llegan las imágenes que tuve con Anastasia cuando nos entregamos aquí. Quiero eliminarlas, no quiero pensar mas en ella y en todo lo que me ha causado, hace dos días llegue aquí, después de esa noche en que la vi, al otro día tome un vuelo, no quería seguir mas en esa ciudad. Pero a quien quiero engañar, la sigo queriendo y los recuerdos me asechan ya sea estando aquí o donde sea no dejo de pensar en ella.
Me levanto y decido marcharme de aquí para por lo menos dejar de pensar en esa mujer por un momento, aunque sé que no es tan fácil. Me monto en el caballo y galopeo lo más rápido posible, llego al pueblo y decido entrar a la cantina, quiero emborracharme y olvidar, borrar todo lo que en estos meses paso con Anastasia, quiero hacer como si nunca hubiera existido.
Empiezo a tomar caballitos de tequila, pido uno tras otro, mis lágrimas empiezan a correr, por mas que quiera evitar amarla, no puedo. En un trago me acabo el caballito y pido otro.
Sus besos, caricias, mirada siguen tatuados en mi piel, por mas que tomo para olvidarla no puedo, sus imágenes me desgarran, ¿Cómo olvidar al amor de tu vida? A la persona que mas te ha hecho sentir, pero también te ha causado un dolor irreparable.
¿Por qué Anastasia nunca hablo conmigo? ¿Por qué nunca dijo la verdad? Ella me había dicho que su padre quería que se casara con ese hombre pero que ella hablaría con él, prometió luchar por nuestro amor y no cumplió. Yo la defendí de mi madre, defendí lo que teníamos porque pensé que el sentimiento era mutuo. Pero jamás fue así, al menos no de su parte y yo me enamore como un estúpido.
—¿Por qué me engaño? — escupo con odio al mesero— ella era mi todo... —tomo lo que queda en el caballito.
—Señor Grey...
—Sírveme otra —dejo el vaso en la mesa, todo me da vueltas, pero no me importa.
—Christian ya bebiste demasiado te veo muy mal —me dice Lincoln, el dueño de la cantina.
Me molesta de inmediato su respuesta, lo miro mal y agito el vaso en frente de él.
—No te pedí tu opinión de como me veo, te estoy diciendo que me sirvas otra, te voy a pagar.
Aviento el vaso y todos voltean a verme, en este momento lo menos que me importa es de que hablen de mí. Lincoln niega y se marcha, miro al mesero y le exijo que me sirva. Me sirve tomo el vaso y juego con él, observo el líquido que está dentro del vaso, en ese momento escucho el nombre que precisamente quiero olvidar, miro la pantalla que es de donde procede su nombre y observo el video que están pasando. Es Anastasia con su padre, el habla, pero no pongo atención a eso sino cuando le ponen el anillo y ella sonríe para la foto. Con toda la fuerza rompo el vaso y de nuevo los cristales se incrustan en mi mano, se que ahora si me va a quedar cicatriz, pero no me importa, mis lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. Que alguien me diga como arrancar de tu vida a la mujer que más has amado y que amas con una locura ¿Cómo?
Despierto con un dolor de cabeza y mano horrible, siento que todo va explotar, me siento para observar en donde me encuentro, por un momento me quedo quieto. Trato de reconocer la habitación y recordar que es lo que pasó anoche pero no recuerdo nada.
Me aviento de nuevo a la cama y me llega un olor que reconozco bastante bien, miro hacia un lado y veo su foto sonriente. Llevo mi brazo a la cara, estoy en la habitación de Gia. En ese momento escucho la puerta abrirse y aparece Gia con su bata entreabierta y una charola con comida.
—Despertaste —la miro, pero no digo nada, ella me señala la charola, por lo que decido sentarme y me recargo en la cabecera, se acerca a mí y acomoda la charola en la cama— te traje de desayunar y una pastilla, imagino que amaneciste con un dolor de cabeza horrible.
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Prometo no olvidarte
RomanceDos familias que se odian a muerte, pero no cuentan que entre Christian Grey y Anastasia Steele surgirá el amor. Tendrán que luchar contra sus mismos padres para defender su amor y decir: -"Prometo no olvidarte". © Todos los derechos reservados MMX...