Prometo no olvidarte

Capítulo XVII

Christian

—Entonces todo ha ido muy bien —menciona Elliot mientras nos bajamos del caballo.

—Si, ahora si creo que vamos a poder pagar todas las deudas que se tienen y volver a convertir el imperio Grey en lo que era.

—No sabes cuanto me alegro hermano, mi padre ha luchado muy duro para mantener esto.

—Lo sé.

Prefiero evitar ese tema y caminamos hacia la casa, antes de llegar escucho el grito de Ryan.

—¡Christian!

Mi hermano y yo nos detenemos y lo miramos.

—¿Es verdad que te vas a casar con Gia?

Miro a mi hermano y me llevo una mano a la nuca.

—Así es —es lo único que digo, Ryan me mira incrédulo.

—Pero si tu... hace menos de una semana llegamos a California y ahora sales con que te casas, sabes muy bien que sigues amando a...

—Te dije que no quería volver hablar del tema —lo miro seriamente— eres mi amigo Ryan y no quiero perder tu amistad, pero ya basta de meterte en mi vida. Gia va hacer la futura señora Grey.

Ryan niega y me mira como si no me conociera.

—Estas cometiendo un grave error, del que pronto te vas arrepentir.

Se aleja y me duelen sus palabras, se muy bien que dice la verdad, pero no puedo aceptarlo. A mi es quien mas me ha dolido tomar esa decisión, pero no puedo hacer nada más, tengo que sacar de mi vida por completo a Anastasia.

—¿De que hablaba Ryan?

Miro a Elliot y niego—. Christian soy tu hermano y sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, se que tal vez me he alejado, pero si puedo apoyarte o darte mi opinión lo hare.

—Hace meses me enamore perdidamente de una mujer...

Miro hacia los manzanos, el recordar el cómo la conocí me lastima, nunca voy a olvidar esa mirada azul, que con tan solo mirarme provocaba todo en mí. Esa sonrisa, esa maldita sonrisa que me llenaba por completo.

—Por tu silencio puedo ver que te volvió loco —lo miro y puedo notar que me mira con sorpresa— ¡wow! Nunca imagine que el mujeriego Christian Grey pensara en sentar cabeza.

No contesto y miro de nuevo hacia los huertos.

—Me enamore con un adolescente, con tan solo verla quería poner el mundo a sus pies, tenia una mirada y una sonrisa que con tan solo mirar hacia que nada más importara, se entregaba a mi como nunca nadie más lo había hecho, me hacía sentir en el cielo, pero a la vez en el infierno, con ella quería lo que con nadie mas imagine.

—¿Y que paso?

—Que mientras ella decía amarme no era más que una mentira, ella estaba comprometida, le pertenecía a otro hombre.

—¿Qué? —miro a mi hermano y puedo notar confusión en su mirada.

—Como lo oyes, yo fui su distracción se verano, se va a casar con otro hombre.

—Pero... tal vez exista alguna explicación.

Me rio, no puedo creer que diga lo mismo que mi padre y Ryan.

—¿Y crees que no la busque? Viaje hasta Seattle para que me diera la cara y sabes que paso, que no hubo tiempo para eso porque ella misma se expuso, la vi con él, nadie me lo conto, vi como lo besaba y como lo acariciaba, vi cómo le sonreía con esa sonrisa que pensaba solo era para mí.