Capítulo XII

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Anastasia

—Eso ha sido lo más cursi que he visto en mi vida.

Dejo de mirar las nubes y miro a Mia de mala manera quien me sonríe con cara de te lo dije.

—Claro que no —me trato de acomodar para dormir.

—Claro que sí, dios mío además de cursis ambos sacaban chispas que si no hubiéramos estado ahí te tira al piso y te coge hasta hacerte un hijo.

De inmediato me pongo colorada, miro hacia todos lados para ver si nadie escucho y en efecto la mayoría de pasajeros viene en lo suyo.

—¡Mia por dios! Cuida esa boca.

Ella me da una sonrisa dulce—. Sabes que es la verdad, si con la mirada te desnudo, ese hombre es fuego en la cama. Bueno y ya pensaste que vas hacer.

—Si, no me importa que mi padre se interponga, cuando le dije que luchare contra todos es en serio.

Ella da aplausos y me sonríe victoriosa.

—Por fin ves tu felicidad.

—Si —suspiro— nada ni nadie la va empañar.

Me recargo en el respaldo del asiento y miro de nuevo hacia el cielo. Nada ni nadie va a destruir esto, lo juro.

Son las 18:40 cuando aterrizamos, empezamos a salir vamos por las maletas, a lo lejos puedo ver al chofer de mi madre. Mia y yo caminamos hacia el y al vernos de inmediato se acerca a nosotras y toma las maletas.

—Su señora madre ya la esta esperando señorita Anastasia.

—Gracias William.

Caminamos hacia el estacionamiento y subimos a la camioneta. Le mando mensaje a Christian.

Mi amor ya llegué, te amo bss. A.

—Déjalo en paz por un momento —Mia susurra por lo bajo, la miro de mala manera. De inmediato siento mi celular vibrar.

Solo tiene tres horas que te deje ir y ya se me hizo una eternidad , te extraño y de igual manera te mando bss, mi vida, C.

El viaje es demasiado rápido, pasamos a dejar a Mia quien se despide y menciona que mañana ira a verme asiento y me despido. Más rápido de lo habitual llegamos a la casa de mis padres, creo el destino quiere que me enfrente de inmediato a mi realidad y decisión, cierro los ojos por un instante y todo se vuelve tan pesado, esto será difícil, pero es la realidad, y entre más rápido hable con mi padre será mejor y me quitare esta carga de encima.

—Toma el toro por los cuernos Anastasia —me digo a mi misma.

Bajo del auto y al parecer mi padre no ha llegado—, claro porque no sabe que has regresado Anastasia— me dice mi subconsciente. William baja la maleta y camina con ella hasta la entrada de la casa. Gretchen abre la puerta y nos sonríe.

—Señorita Anastasia, bienvenida.

Sonrío, pero más bien parece una mueca—. Gracias Gretchen, ¿y mis padres? —pregunto con cautela, aunque ya se que mi padre no se encuentra, pero de igual manera quiero confirmar.

—Su madre esta en la cocina y su señor padre aun no llega.

Doy un suspiro de alivio, al menos en estos momentos no me voy a enfrentar a mi padre.

—Gracias —me da una sonrisa, le doy mi bolso, pero antes saco mi celular— ya sabes, a mi recámara por favor.

Ella asiente y se marcha. Camino hacia la cocina en donde veo a mi madre y a Tomasa preparar la cena.

Prometo no olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora