Capítulo XXXIX

345 49 6
                                    


Christian

Reviso la producción, el vino está siendo un éxito, no puedo ocultar que la estrategia comercial que Ana plasmo es muy buena y ha dado buenos resultados, estoy pensando que acuerdos integrar cuando mi intercomunicador suena y me hace salir de mis pensamientos.

–Señor Grey lo busca su abogado.

–Hazlo pasar Olivia.

Cuelgo y el abogado entra a la oficina, me levanto y me acomodo las mangas de mi camisa.

–Señor Grey un gusto verlo de nuevo –estrechamos las manos.

–Tome asiento por favor –me recargo en mi silla y el hace lo propio– ¿me trae noticias?

–Si –abre su portafolio y saca un sobre– aquí está la demanda de paternidad que interpuso a la señora Anastasia Hyde.

Me tiende el sobre, lo tomo y lo abro poco a poco, sé que Anastasia me va odiar más de lo que ya lo hace. Pienso lo que estoy haciendo y sé que estoy mal, quiero corregir mi error y lo mejor será cancelar o ver la opción de que no se vea tan brusca la demanda.

–A la señora no tarda en llegarle el citatorio, lo más seguro es que le llegue hoy, para presentarse a la audiencia que se tiene en una semana.

–Hay alguna otra manera que evitemos lo legal.

–Sí, que la señora llegue a un acuerdo con usted acerca de cómo se van a manejar con el pequeño, sr Grey comprendo que usted lo que menos desea es que su hijo y la madre de este pasen por circunstancias un poco bochornosas, pero siempre pueden llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes y no sea tan problemáticas y tediosas para su hijo. Si pueden llegar a un acuerdo antes de que sea la audiencia será lo mejor.

–Voy hablar con Ana, lo menos que quiero es hacer esto un martirio y más para mi pequeño.

El asiente mientras se acomoda sus lentes–. le aseguro que así será. Y bueno quiere que veamos el porcentaje de las acciones.

–Sí, ya sabe que independientemente de lo que pase con Ana se le tiene que dar un porcentaje por ser la madre de mi hijo

Asiento mientras miro la fotografía de Christopher, –voy a luchar por ambos hijo, te lo prometo te lo juro– pienso mientras sonrió.

Empezamos a revisar los acuerdos y la deuda, el tiempo se nos va súper rápido. Ha pasado un rato desde que el abogado se fue y ni me había dado cuenta de que ya pasan de las tres de la tarde y no eh ido a comer, ni apetito tengo. Termino de mandar unos correos y me voy a casa a descansar, todo el estrés de estos últimos días me ha estado consumiendo.

Escucho un portazo y miro a la persona que hizo eso. Es Anastasia y está furiosa, lo puedo ver en su mirada, ese azul que me cautiva en este momento esta echando chispas y aquí aplica el dicho de si tu mirada fueran balas yo ya estuviera tres metros bajo tierra.

–Y si cumpliste tu amenaza –espeta furiosa.

–¿De qué me hablas?

Me da una risa sarcástica mientras se lleva sus manos a su cadera.

–¿Es en serio Christian?

–No sé de qué me hablas, te eh dicho tantas cosas...

–La demanda, dijiste que ibas a demandarme por alejarte de mi hijo y lo cumpliste.

Me levanto furioso –te recuerdo que no solo es tu hijo también es mío.

–No lo es –contesta rápido– te recuerdo que legalmente tú no eres el padre es Jack él lo ha criado durante 3 años, y Christopher lo ve como su padre.

Eso que menciona Anastasia me rompe y hace que mi enojo crezca –¡PERO EL NO ES SU PADRE, SU VERDADERO PADRE SOY YO! –grito, no puedo permitir que siga diciendo eso cuando sabe muy bien las circunstancias que nos llevaron a eso.

–Tal vez no lo es de sangre, pero Jack siempre lo ha criado como a su hijo.

–Si se aprovechó de ti, de las circunstancias, de tu vulnerabilidad y sabes muy bien que todo esto se hubiera ahorrado si tan solo me hubieras dicho la verdad y no quedarte callada.

–Te recuerdo que no solo fue mi culpa, tu Tambien eres responsable porque tomaste decisiones sin siquiera preguntarme o gritarme en la cara porque había tomado esa decisión, me juzgaste sin siquiera darme el beneficio de la duda.

–¿Y cómo querías que reaccionara? te estabas comprometiendo con otro hombre además que no se si ya te habías metido a su cama –siento como mi mejilla arde, Anastasia me acaba de dar una bofetada.

–No sé porque me sorprendo si siempre me tachaste de una cualquiera, y para tu información no, jamás me metí a la cama con él y lo sabes, ¿y así quieres que regrese a tu lado? te recuerdo que a ti y a mí lo único que nos une es Christopher, porque entre nosotros amor no hay, al menos no de mi parte, y voy hacer lo posible porque no me alejes de mi hijo, mi hijo porque Chris es mío y de nadie más.

–Así que quieres la guerra pues la vas a tener, tu a mí ya no me interesas, yo voy a luchar por mi hijo y si lo tengo que alejar de ti que eres su madre lo hare, te recuerdo que yo tengo el poder y con dinero todos bailan tu mejor que nadie lo has demostrado –siento como mi otra mejilla vuelve a girar y a ponerse caliente.

–No me voy a dejar tan fácil y si tengo que escapar de ti e irme al fin del mundo para que tú y mi padre nunca me encuentren lo voy hacer.

Sale furiosa de mi oficina dando un portazo. Doy un golpe al escritorio, mi mano duele, pero no me importa, ahorita es más el maldito coraje que traigo atorado. Si Anastasia quiere la guerra la tendrá, no voy a dejar que me aleje de mi hijo, no de nuevo.

.

–No Grace, no está bien lo que nuestro hijo quiere hacer. Hijo piensa bien las cosas, no estás pensando con la cabeza fría, sé que tienes coraje, pero piensa en tu hijo.

Me rio, es enserio que mi padre me está diciendo esto, si supiera como me hablo Anastasia en la oficina y no solo eso me amenazo con alejarme de mi hijo para siempre. No solo me quitaron años a mí de estar con mi hijo, También lo hicieron con ellos, sus abuelos y está creciendo con alguien que ni siquiera es su sangre–. De lo único que me voy arrepentir es haber permitido que Anastasia me apartara de mi hijo por años, como me hizo esto a pesar de todo yo tenía derecho a saber de la existencia de Christopher.

–Christian, hijo por favor –mi padre exclama, pero no escucho nada, mi hijo va a regresar a mi lado y me da igual si Ana viene con él o no.

–Es lo mejor Carrick y lo sabes.

–Christian te vas a ganar el odio y desprecio de Ana...

–No me importa, ella me alejo por años de mi hijo y no le importo pensar en mí en cómo me iba a sentir, porque a mi ahora me tiene que importar lo que ella sienta, si hace años la hice pedazos lo puedo volver hacer y esta vez sí que me odie con razón como yo en estos momentos lo estoy haciendo. 

Prometo no olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora