— ¡Onēsan, tú celular está sonando! — gritó el pecoso desde la sala, concentrado en los deberes que le asignaban en la preparatoria.
— ¡¿Cuál de los dos?! — preguntó desde el baño.
— ¡El de trabajo! —.
— ¡Contesta y diles que ahora no puedo!... Taishi, no me mojes jajaja~ quien se baña eres tú, no yo — lo último se lo dijo solo al pequeño, aunque igual el chico pudo escuchar.
— ¡Okey! — respondió.
Se levantó rápido, yendo a la habitación de la fémina buscando algo que necesitaba sí o sí para atender esa llamada.
Regresó a la sala con la máscara en la mano, al ver que el celular seguía recibiendo insistentes llamadas se apresuró en encender el dispositivo, cerrando los ojos al colocarlo y así no marearse con toda la información que empezarían a mostrar las pantallas del interior. (N) era la única capaz de procesar tantos escritos y códigos a esa velocidad sin terminar con dolor de cabeza, por lo que mantuvo los ojos cerrados en todo momento.
— Hola, Snake-chan~ — dijo la voz al otro lado. Era Sanzu, ya lo había escuchado en una ocasión cuando ella tenía el teléfono en altavoz.
— En estos momentos está ocupado ¿Para que lo necesitan? — preguntó con voz seria.
— Es solo un pequeño comunicado... Dile a Snake que ha estado ausente por demasiado tiempo y necesitamos que cumpla con uno que otro trabajo — tomó la misma seriedad al saber que no hablaba con quién quería. Por más que se escuchará la voz robótica, sonaba muy diferente a la de ella.
— Le dejaré tu mensaje — y colgó sin esperar respuesta — ¡Onēsan, te necesitan para que les hagas unos trabajos! — gritó, volviendo la máscara a su lugar.
— No tengo con quien dejar a Taishi — venía con el pequeño en brazos, este envuelto en una toalla como un gusanito.
— Se puede quedar conmigo. Es a altas horas de la noche que cumples con los trabajos que te encargan... Tardas muy poco tiempo, puedo con él — le sonrió para tranquilizarla y tratar de convencerla.
— Bueno... Pero cuídalo bien — lo apuntó con su dedo índice y le regaló una mirada amenazante.
— ¡Sí señora! — hizo una pose militar bastante exagerada.
— Hoy comienzas como niñera nocturna, ahora vamos a comer —.
— Shi — dijo el de cabellos naranja, que hasta ahora se había mantenido callado viendo como los mayores hablaban.
— Pero primero vamos a vestirte a tí —.
— Shi —.
=•=•=
Irritante.
— ¿Que hace tu máscara? — preguntó dando dos toquecitos con su dedo en el metal.
— Hace muchas cosas... Pero electrocutar al tacto externo es una función que descarté porque la veía inútil en su momento — gruñó dándole un fuerte manotazo al de cabello rosa — ¿Siempre es así de molesto? — le preguntó al mayor de los Haitani, quien caminaba tranquilo a su lado.
— La mayoría del tiempo — respondió pasando un brazo por sus hombros, teniendo que inclinarse por la diferencia de alturas — y cuéntame... ¿Por qué te consideran un peligro para el mundo? —.
Tal parecía que el pelirrosa no era el único fastidioso e insistente en querer saber más sobre ella.
— Porque no saben nada de mi... — se despojó del brazo en sus hombros y adelantó un poco sus pasos — no saben quién soy, cómo me veo, cómo habló realmente, si soy hombre o soy mujer, un niño o un anciano... No saben absolutamente nada~ jeje~... Muchos piensan que soy ridículo por esconderme detrás de una máscara y un apodo jaja~ realmente es lo más inteligente que pude haber hecho el día en que decidí meterme a este mundo de criminales — río en diversión — pero no sólo por eso me consideran un peligro... Conmigo la privacidad no existe, todos ustedes están en riesgo de ser expuestos ante el mundo entero si llegan a traicionarme de alguna manera... No sólo soy intocable —.
En ese momento, los celulares de todos los presentes emitieron la notificación de un mensaje recibido. Se miraron entre sí y luego la miraron a ella con desconfianza, fue demasiado sospechoso que un montón de celulares sonarán exactamente al mismo tiempo.
Muchos curiosos sacaron de sus bolsillos el dispositivo electrónico, mirando el contenido del mensaje sin pensarlo demasiado.
«También estoy en todas partes».
Trás las caras de asombro mezclado con un poco de horror en algunos casos, la risa robótica hizo eco en todo el pasillo.
— Mikey~ Mikey~ ¿Que tienes para mí el día de hoy? — caturreó mientras trotaba hacia el nombrado de manera infantil.
— ¿Ahora entiendes por qué es peligroso? — preguntó Koko llegando a un lado de Ran, este asintió con la cabeza aún mirando el mensaje en la pantalla de su celular — ser un experto asesino no es lo único destacable en su currículum. Estamos tratando con un hacker profesional... Debemos procurar mantenerlo de nuestro lado —.
— ¿Y como se supone que lo mantendremos siempre de nuestro lado? — preguntó Kakucho.
— Dinero... Si algo tiene valor monetario, eso es su servicio — se encogió de hombros — mientras más valor le des a su servicio, mayor será su interés en quedarse... No le interesan las vidas humanas, animales o vegetales que no tengan relación con su persona; realmente le interesa muy poco tener que explotar incluso un edificio entero... Si le vas a pagar bien, entonces lo hará sin quejas —.
— ¿Que clase de monstruo ha contratado Mikey? — preguntó Rindo.
— No fue Mikey quien lo contrató — todos pusieron la vista en Koko — fui yo —.
Fuertes declaraciones del Kokoloco.
Bye bye~
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Snake • Tokyo Revengers
Fanfiction«Su piel suave escamosa, historia detrás traer. Su boca partida en dos, te invitará a caer. Sus ojos oro veneno te harán seder... Muy pronto tendrás que correr, o tu identidad podrás perder» ... En tu mente nunca debe haber espacio para el arrepenti...