— Oye, (N) — la llamó — Taishi es increíble, ven a ver esto —.
— Espera un momento, Tetta... — escribía con rapidez en su libreta, analizando y guardando las anotaciones del día anterior sobre el funcionamiento de las nuevas prótesis — y... ¡Listo! ¿Qué me decías? — se acercó hasta donde estaban los otros dos y se sentó junto a ellos en el suelo.
— Que Taishi es increíble... Mira esto... Taishi —.
— ¿Shi? — respondió, despegando la vista del dibujo que hacía en la pierna robótica del mayor con pintura lavable.
— ¿Cuánto es 65 por 79? — preguntó.
El pequeño se quedó pensando por unos minutos, mientras los dos mayores estaban atentos.
— Cinto, uno, tesh, cinto — respondió por fin.
— Si entendiste lo que acaba de hacer ¿No? — ella asintió con asombro — a pesar de tener una excelente memoria, se le dificulta mucho aprenderse los números hasta tan altos dígitos... Pero, sabe sumarlos, restarlos, multiplicarlos y dividirlos a la perfección si se trata de cantidades algo pequeñas; si el número es mayor a diez, comienza a separarlos y los nombra individualmente ¡Es increíble!... Yo sabía jugar ajedrez pero tener habilidades matemáticas avanzadas a tan corta edad es muy ¡Increíble! —.
— 65 por 79 es igual a 5.135... ¡Cinco, uno, tres cinco!... ¡Renacuajito, ven acá que te beso el cerebro! — lo estrechó en brazo y comenzó a llenar toda su cara de besitos, provocando risitas en el menor.
— ¿Qué edad me dijiste que tenía? — mirando enternecido la flor azul que recién había hecho el menor en su pierna derecha, preguntó.
— Cumple cuatro el mes que viene — respondió.
— ¿Se puede quedar conmigo unos días?... Quiero saber qué más puede hacer — dijo con cierta seriedad, mirando a los ojos dorados, esperando paciente una aceptación.
— Confío lo suficiente en ti, espero que no lo canses mentalmente... Recuerda que tiene tres años ¿Okey? — lo señaló con su dedo índice, mirándolo fijamente.
— No lo haré, prefiero ahorrarme la posible paliza que me darás si hago eso — rodó los ojos — ¿Dejarás que se quede aquí conmigo al menos unos cinco días? Puede ser hoy mismo si quieres, le trajiste ropa como si fuese a mudarse —.
— Me gusta estar preparada, es un niño pequeño, se ensucian con facilidad... Y... Si dejaré que se quede contigo, pero... ¿Taishi, quieres quedarte con Tetta cinco días, desde hoy? —.
— ¿Ton el tío Titta? Shi tiedo... adiosh, mami — movió su mano de lado a lado y se fue en dirección al medio robot.
— Espera- aún no me voy, Taishi — hizo un pucherito — ¿De verdad quieres dejar a mami por el mitad lavadora? —.
— No... E el tío Titta — la corrigió.
— Jajajajaja~ creo que dejó muy claro a quien prefiere ¿No? — se burló, mirándola con una sonrisa torcida plasmada en su rostro.
— No, yo tiedo másh a mi mami... Pedo mami tiene te salid a tabaja y nīsan e muy abudido... Tío Ima eshta bien pedo me da mucha tomida — sobó su pancita e hizo una mueca de desagrado.
Los dos adultos se miraron entre ellos, estallando en carcajadas segundos después. Taishi no entendía de que se reían pero le pareció que él también debía hacerlo.
=•=•=
— ¿Estarás bien? —.
— Shi, mami — la abrazó por el cuello y le dejo un besito en la mejilla.
— Más te vale cuidarlo bien o de verdad te voy a convertir en una lavadora — lo amenazó, señalando sus ojos y luego a él, como dejando claro que lo estaría vigilando.
— Ya, (N), tampoco me lo voy a robar ¿Sabes? — cargó al pequeño y le subió sobre sus hombros.
— ¡Woah! ¡Eshtoy en la shima de mundo! — dijo entre risas.
— Yo no soy el Everest... —.
— No veo diferencia, eres igual de frío — dijo la fémina levantandose del suelo, agarrando sus cosas para emprender camino a la estación de trenes que quedaba un poco retirada.
— Dile adiós a (N) — movió su mano, indicándole al menor que hiciera lo mismo, y eso hizo.
A simple vista una escena muy tierna, pero la realidad es que la estaba molestando. Sabía lo sentimental que se pondría al despedirse, solo le echaba más leña al fuego.
— Tetta, eso es jugar sucio — retuvo las lágrimas que se acumularon en el borde de sus ojos, alzó su mano a modo de despedida y terminó por irse a paso calmado mientras lloraba de una manera muy dramática.
— Jajaja~ tu mamá está loca — le comentó al pequeño, entrando con él a la casa.
— Lo she — respondió en un susurro, creyendo que ella aún podría escucharlo.
— JAJAJAJAJA~ —.
Bye bye~
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Snake • Tokyo Revengers
Fanfiction«Su piel suave escamosa, historia detrás traer. Su boca partida en dos, te invitará a caer. Sus ojos oro veneno te harán seder... Muy pronto tendrás que correr, o tu identidad podrás perder» ... En tu mente nunca debe haber espacio para el arrepenti...