— ¡Onēsan! ¡Despierta! — exclamó Asa con desesperación, agitando sus hombros de manera brusca.
— ¿Que te pasa? ¿Taishi está bien? ¿Tú lo estás?... Dios, te ves pálido — salió de la cama de un salto y tomó con fuerza las manos del más alto, sintiendo lo frío en ellas — respira... Y dime qué sucede —.
— Toda la casa está rodeada por policías — dijo con mucho miedo en su voz — están preparándose para entrar —.
— Tranquilizate... Asa, cariño mírame a mi — le acarició las mejillas con suavidad — no pasará nada, deja que mami se encargue de esto — le sonrió con dulzura y lo tomó de la mano.
No. Él no podía tranquilizarse, por más que ella le repitiera mil veces que todo estaba bajo control, presentía lo contrario. Sin embargo, tuvo que guardar silencio viéndose obligado a seguirla hasta afuera, donde la cantidad de policías con altos rangos era abrumadora.
Con Taishi asustado en sus brazos y Asa cabizbajo detrás, salió de la casa sin romper su calma.
De inmediato un oficial se acercó hasta ella, manteniendo en todo momento la mano sobre su arma en señal de alerta. Estaban tratando con alguien relacionado a Snake, no podían darse el lujo de bajar la guardia ni por un segundo.
— ¿Ocurre algo, señor oficial? — preguntó con voz calmada, acariciando el cabello naranja del pequeño para que dejara de llorar asustado. Su mente estaba reviviendo recuerdos nada agradables, era entendible su estado.
— Necesito que vengan con nosotros, señorita Moreau — pidió amable, algo que le pareció sumamente raro. Supuso que lo hacía por la presencia del menor asustado.
Sintió todo su mundo venir abajo cuando escuchó las palabras de otro policía a sus espaldas. Su equilibrio pareció afectarse y tuvo que dejar que el hombre delante sujetara a Taishi por el temblor repentino en sus piernas.
— Iwasaki Asa, quedas arrestado por... — su mente bloqueó todo sonido alrededor al escuchar el nombre de su pequeño mayor.
Giró la cabeza en esa dirección, esperando que fuese una mentira lo que acababa de oír.
Se supone que venían por ella ¿No?.
¿Entonces por qué se llevaban a Asa?
¡Mientras le repetían que su arresto se debía a ser uno de los mayores sospechoso en delitos que ELLA había cometido!.
No lo entendía. Siempre lo mantuvo lo más alejado posible de toda su porquería, puede que haya atendido una que otra llamada, pero ella se aseguraba de borrar toda huella del menor en los objetos que haya utilizado.
— Moreau, le pediré nuevamente que venga conmigo, por favor — le repitió el oficial, quien tenía a Taishi en brazos.
— Por supuesto — respondió apenas en susurró.
=•=•=
— (N), respira — pidió Naoto con voz suave.
Acababa de salir del interrogatorio, le pareció estúpido el uso de un detector de mentiras pero de todas maneras pasó sin problemas, y ellos pudieron comprobar que todo lo que decía era cien por ciento cierto.
Imai, quien ahora estaba con Taishi en las afueras de la comisaría mientras compraban algo para desayunar, también tuvo que someterse a la misma situación que la chica. Por su puesto que lo superó sin ningún incoveniente.
Asimilando lo ocurrido, el pelinegro no se separó de su lado. Más bien porqué quería saber qué tan creíbles serían sus reacciones ante lo que estaba pasando con Asa.
— Es que no lo entiendo... ¿Por qué las huellas de Asa estaban en esa cosa? — preguntó en un hilo de voz.
Para su sorpresa, no estaba fingiendo. Las pupilas encogidas y la mirada perdida en algún lugar del suelo, mientras apretaba las manos a tal punto de casi romperse la palma con las uñas.
La mente femenina justo ahora era un revoltijo de emociones indescifrables para el pelinegro policía, siendo más destacables la preocupación y el miedo.
— Hey, tampoco te lastimes — regañó en voz baja.
Abrió amabas manos de la chica, observando ligeramente preocupado las marcas que dejaron sus uñas, si no la detenía a tiempo pronto la sangre haría presencia.
Acarició con los pulgares el centro de sus manos, acercándolas a su rostro para dejar un tierno besito en cada una. Luego las colocó sobre sus hombros, formando un abrazo, y se acercó hasta poder besarla en los labios tan suave que logró calmarla.
— Las huellas de Iwasaki no son las únicas en la máscara, de hecho, son las que menos se perciben... Hay dos chicos más — informó acariciando el cabello verdoso — se resolverá pronto... Te lo prometo —.
— ... ¿Puedo hablar con él? — preguntó en voz baja.
— En cuanto lo suelten podrás hacerlo — sujetó una de sus manos, entrelazando los dedos — estamos hablando de Snake, los sospechosos no tienen permitido ver a nadie hasta que se confirme su inocencia... Lo siento —.
— No hay problema, puedo esperar — suspiró, esperando que la metida de pata en Asa no sean tan grande como para que lo encierren de por vida — por cierto... Estas muy cariñoso ¿No crees? — subió su cabeza aún recortada en el hombro del mayor, quería mirar su rostro.
— Solo quiero que sepas que estoy contigo, pase lo que pase — respondió, enfocando los ojos dorados que no se apartaban de los suyos.
— Para eso no es necesario besarme ¿Sabías? —.
— ¿A no? — ella negó con la cabeza — creo que me quedé sin excusas para besarte entonces — escuchar la leve risa de la chica le hizo saber que se sentía un poco mejor — ¿No estás cansadas?... Tuviste que interrumpir tu sueño a la una de la mañana, incluso tienes ojeras —.
— ... Realmente no... — murmuró — sobre todo porque tengo muchas preguntas... ¿Cómo es eso de que había huellas de dos chicos más? —.
— Ambos de dieciocho años, estudiantes de la misma preparatoria a la que asiste Iwasaki... Los tres dijeron no recordar nada por estar bajo efectos del alcohol, pero esos dos tienen algo raro... Ocultan información — explicó en tranquilidad.
— Oh — fue su única respuesta.
Luego de eso se sumergieron en un silencio agradable, siendo observados por alguien no muy contento.
Bye bye~
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Snake • Tokyo Revengers
Fanfiction«Su piel suave escamosa, historia detrás traer. Su boca partida en dos, te invitará a caer. Sus ojos oro veneno te harán seder... Muy pronto tendrás que correr, o tu identidad podrás perder» ... En tu mente nunca debe haber espacio para el arrepenti...