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— Hasta que por fin llegas — Sanzu estaba aburrido de tanto esperar, aunque haya pasado menos de media hora.

— Quiero un resumen de la situación y... ¿Por qué ahora te veo tan tranquilo? ¿Me mentiste con que era urgente? — lo regañó.

— Era la única manera de hacer que llegaras en tiempo record y, si es urgente... Para Koko y su dinero, al menos —.

— Si, si, lo que digas... Pero explica que pasa —.

Ambos estaban en el piso número 12 de un edificio, habían pocas personas ahí, quiénes se mantenían tranquilas con la presencia de ellos puesto que trabajaban para la misma organización.

— La policía tiene uno de nuestros edificios a su poder, las personas dentro están siendo evacuadas y arrestadas... Seguramente los hagan hablar después... Es bastante probable — informó.

— ¿Exactamente qué hacen en ese edificio? —.

— Es un hotel de cuatro o cinco estrellas, no lo sé, solo tengo entendido que es de Koko y está furioso porque esto será una gran perdida de dinero — rodó los ojos, no le podría importar menos. Para él, era más fácil identificar luego a las personas que arrestaron y pagarla con sus familiares, por ser muy probablemente que digan algo a la policía.

— ¿Y que quieren que haga? —.

— Que vayas ahí y espantes a los policías, fácil ¿No?... Oh, y te recomiendo apresurarte, mientras más pasa el tiempo, menos dinero vas a ganar. Palabras de Koko, no mías —.

— Maldito tacaño — dijo para luego salir corriendo — nos vemos luego —.

— Si, Snake~ —.

=•=•=

Estaba en la azotea del edificio continúo al que debía «salvar», analizando rápidamente la situación, cuando el altavoz de la máscara le avisó que había entrado una llamada.

La persona al otro lado no espero ni un segundo luego de ella contestar para empezar a regañar.

— Es tu culpa todo esto — era Kokonoi, y cómo había dicho Sanzu, don billetes no estaba nada contento.

— ¿Y yo que hice? — preguntó ofendida.

— La policía nos está usando como carnada para atraerte ¿Comprendes eso?... Este no es el único edificio que tomaron —.

— Pero es el que más te combiene por tener mayor fuente de ingresos, ya lo sé, ya lo sé —.

— Solo no dejes que lleguen al último piso, mientras más rápido seas es mucho mejor... Tu paga está en juego —.

— ¿Esto es una especie de venganza contra mi o algo por el estilo? —.

— Estoy molesto, con algo me debo desquitar —.

— Hijo de pu- —.

— Suerte — y colgó.

Mientras, en la planta baja, los policías rodeaban todo el edificio y entraban uno por uno para sacar a las personas dentro. Tenían claro que quienes solo se hospedaron, la mayoría resultarían ser inocente de todo cargo.

— Esas dos son las últimas que faltaban por salir, el edificio está completamente vacío... Pero — decía Komatsu a su compañero.

— ¿Pero? — preguntó Naoto.

— A los pisos 13, 14 y 15, no se puede ingresar ni por arriba, ni por debajo. Todas las demás habitaciones están aparentemente vacías — siguió el de ojos verdes — ya me quiero ir a casa, tengo mucha hambre —.

En ese momento, la radio de todos los policías presentes, emitieron un pitido ensordecedor que duró unos cuantos minutos. Todos se pusieron en alerta y colocaron enseguida una mano en el arma que llevaban con ellos. Lo sucedido no se trataba de un simple fallo en los dispositivos.

— ¡Hola! ¿Cómo están? —.

Ahí estaba la voz llena de estática y distorsionada llenando el lugar. Los funcionarios no podían evitar sentir cierto escalofrío ahora que sabían quién había llegado... Pero de eso se trataba plan, para su mala suerte.

— No, no, no se molesten en responder... Cómo sabrán, estoy dentro del edificio, entre los piso 5 y 10 — decía con voz tranquila, caminando por el sitio a paso calmado y algo perezoso — estaré aquí hasta que se rindan y retiren... O hasta que me atrapen jaja~ — hizo una pequeña pausa — les deseo suerte en su camino hacia mí. El juego empieza en 3... 2... 1... —.

Culminado el breve conteo, múltiples explosiones de baja magnitud se escucharon por todo el edificio, reventando las ventanas. Lluvia de cristales filosos empezó a caer de inmediato sobre los policías y el resto de personas que aún no terminaban de irse.

— Maldita sea... ¡Al suelo! — gritaron varios a la vez.

— Hijo de puta —.

— Estamos muertos —.


Bye bye~

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2023 ⏰

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Snake • Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora