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— ¡Que frío! ¡Que frío! ¡Que frío! — exclamaba, intentando abrir la puerta de su casa de manera rápida.

— Jajaja~ — reía el pelinegro, procurando cubrirla con su cuerpo para que no se mojara demasiado.

En cuanto el auto estuvo dentro del garaje, empezó una carrera para no terminar empapados antes de entrar a la casa.

Problemas climáticos arruinaron la cita nocturna que el pelinegro había planeado con anticipación, el cielo se rompería en cualquier momento por la fuerte tormenta que se desataba afuera, por eso acordaron pasar la noche viendo películas en cualquiera de las dos casas, ella prefirió la suya, allí se sentía más cómoda y él no tuvo ningún problema en aceptar esa petición.

Imai cuando se enteró del cambio de planes por la presencia de la lluvia, ofreció su casa para que los dos menores se quedarán con él. Taishi se mostró feliz con eso, le gustaba estar en esa casa por los gatos que le hacían compañía y las comidas deliciosas que preparaba Shōta; por parte de Asa el caso se tornaba un tanto diferente, no dijo nada para que su hermana se quedara tranquila, pero no le gustó en absoluto la presencia del pelinegro policía.

— ¿De verdad no tienes problemas en quedarte aquí ésta noche? — preguntó encendiendo las luces y sacando su húmeda sudadera.

— No, ninguno — respondió, imitando su accionar en sacar su camisa mojada — al menos estaremos solos — caminó hasta quedar la espalda cubierta por una ligera camiseta contra su pecho desnudo.

— Jajaja~ no es momento para realizar algún movimiento — le dió un golpecito en las manos — debemos cambiarnos si no queremos pescar un resfriado... Creo que la ropa de Asa puede quedarte —.

— No te preocupes, traje ropa ¿Se te olvida que esto de quedarme contigo fue planeado? —.

— ... Si es cierto — se sonrojó un poco, girando en su lugar para quedar cara a cara — ¿Quieres... Dormir conmigo o prefieres el sofá? —.

— ¿La opción de dormir contigo siempre estuvo a mi elección? — preguntó susurrando sobre su mejilla, dejando un besito en la zona que duró unos segundos — no lo sabía~ —.

— Te pondré a dormir en el garaje si sigues haciendo eso —.

— Jajajaja~ ¿Hacer que? —.

— ... Ponerme nerviosa cuantas veces se te antoja —.

— No prometo nada —.

Taishi encantando con él y (N) abriéndose mucho más con el pasar de los días. Un paso importante en su investigación, luego de haber descubierto que la mandarina si tenía vínculo sanguíneo con uno de los presos asesinados, más específicamente la mujer, los hilos se unían de a poco en su cabeza.

Obteniendo más de su confianza pronto descubriría que significaban sus tatuajes, mucho más ahora sabiendo que no sólo tenía las escamas. Un ojo en la nuca y una hilera de letras que le recorrían la columna en un idioma que no hablaba. Lo descubrió cuando hace unos días atrás ella le pidió buscarla en la salida del bar, esa noche utilizaba un ajustado vestido azul con la espalda descubierta.

— Tachibana — lo llamó en un susurro, acariciando el cabello negro con suavidad.

— ¿Mh? — murmuró, concentrado en la película.

— Préstame atención, por favor — pidió tomando el rostro masculino entre sus manos — quiero preguntarte algo importante —.

— Dime — contestó, colocando pausa a la película — soy todo oídos —.

— ¿Que buscas en mi exactamente?... Y se sincero... Me he topado con un par de idiotas a lo largo de mi vida, no quiero que tú termines siendo igual a ellos... Endulzando mi oído, ganando mi confianza, y ahora la de Taishi, para luego de obtener lo que quieres irte sin más — suspiró levemente — dime si deseas que lo que sea que tenemos justo ahora... Se convierta en algo más duradero y formal... O se quede como está —.

— Oye, oye, no pongas esa carita larga... — sacó la cabeza de entre los brazos contrarios y se acercó hasta rozar sus narices — avancemos con lentitud, no hay ningún apuro... Es suficiente con que sepas que me gustas mucho —.

— ... ¿De verdad? —.

— De verdad... Y no haré nada a menos que tú lo desees. Sea referente al sexo o una relación formal —.

— Tú también me gustas, Tachibana —.

— ¿Mucho? — preguntó susurrando sobre su mejilla, acariciando la piel de esa zona con su nariz, causándole cosquillas.

— Jeje~ mucho —.

=•=•=

— Y aquí es donde paso la mayor parte de mi tiempo libre — abrió la puerta, permitiendo la vista de lo que estaba adentro.

— ¿Eso es una pierna? —.

— ¿Ah? Si, es la prótesis nueva de Kitta, junto al brazo de allá... — lo señaló — aún estoy trabajando en ellas... le faltan las extremidades del costado derecho, pero nunca le gustó la silla de ruedas... ¿Sabés? Mi hermano me apoyó cuando me interesé en la robótica, siempre se mantuvo a mi lado, recordándome que podía lograr mucho más si me lo proponía —.

— Es un buen hermano... — ella asintió sonriendo con cierta nostalgia — ¿Y como funcionan? —.

— Bueno- es algo complicado de explicar... La pieza robótica no se instala directamente al miembro amputado, debe haber una base... Por poner un ejemplo... No puedes conectar un pendrive a una laptop si ésta no tiene un puerto USB... Ahora imagina que ese puerto USB está unido a tus terminaciones nerviosas. Se hace por medio de una cirugía que dura unas cuantas horas y el puerto queda permanente pero la prótesis se puede retirar cuando sea necesario — hizo una pausa — loco ¿No? —.

— Para nada, esto es fascinante — dijo asombrado — deberías patentar tu trabajo, ayudarías a muchas personas si esto saliera a la luz ¿No crees? —.

— No — respondió seca, tomando una repentina seriedad — sacar mi trabajo a la luz significa recibir atención, luego muchos en la misma área querrán investigar cómo lo hice y ellos mismos harán sus versiones... Se volverá una molestia con el pasar del tiempo — le pasó por un lado para salir de la habitación, esperando en la puerta para que él hiciera lo mismo.

— No pensé que te gustaban este tipo de cosas —.

— Desde pequeña estuve rodeada por genios y científicos... Debía buscar mi lugar, y lo encontré cuando a los ocho años hice un robot con una licuadora jajaja~ —

— ¿Un robot de una licuadora? —.

— Lo llamé «Batibot» y casi me corta un dedo —.

— JAJAJAJAJAJAJA~ —.

— No te rías —.

— Lo siento —.



Bye bye~

Snake • Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora